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México D.F. Jueves 26 de agosto de 2004

ENTREVISTA / JULIETA FIERRO, ASTRONOMA

Un idioma se construye con los diferentes saberes

INGRESA HOY A LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

El papel que juega la ciencia en el desarrollo de un lenguaje es determinante, sobre todo en esta época en la que los adelantos tecnológicos han empapado todos los ámbitos de la vida cotidiana, considera la especialista

ANGEL VARGAS

La oficina de Julieta Fierro parece más propia de un mago o un alquimista que de un astrónomo. Además de libros, está inundada de juguetes, instrumentos y aparatos como salidos de ciencia ficción y cuando menos un astrolabio y tres globos terráqueos.

También destaca un antiguo reloj de arena cuyo funcionamiento ''da cuenta de la relatividad del tiempo", pues su contenido, de manera contraria a lo habitual, asciende en lugar de descender.

Todo lo anterior denota, no una personalidad extravagante, sino del empeño que la maestra tiene por cumplir con una de sus múltiples facetas: la de divulgadora de la ciencia, por la que ha sido reconocida internacionalmente y para la cual se vale en mucho del apoyo de actividades lúdicas.

''Es -explica- la mejor forma de hacer accesible todo tipo de conocimiento."

Por la divulgación

Considerada entre las más importantes astrónomas de México y el mundo, investigadora del Instituto de Astronomía, profesora de la Facultad de Ciencias y titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, dependencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Julieta Fierro, a sus casi 60 años, está a punto de incursionar en un campo del conocimiento que ''nunca había imaginado" en su vida.

Se trata de su nombramiento como miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, instancia a cuyas sesiones si bien asiste desde hace un año, ingresa hoy de manera formal en una ceremonia solemne en el auditorio de Universum, a las 19 horas.

Desde esta nueva responsabilidad, la autora de La astronomía en México buscará contribuir con el desarrollo del lenguaje científico en el país, según asegura en entrevista, pero sobre todo pugnará por ayudar a la academia con lo mejor que sabe hacer: ''difundir cuanto en ella se produce".

De su discurso de ingreso no quiere adelantar nada, y sólo señala que consta de 12 cuartillas y será contestado por el doctor Ruy Pérez Tamayo:

''Es una sorpresa. Siempre echo relajo, es lo único que sé hacer. Será una cosa diferente, nueva, que nadie se imagina."

-¿Cómo explica usted el ingreso de una científica a esa instancia que históricamente es asumida más de carácter humanístico?

-La mayor parte de los integrantes de la academia, cierto, provienen del ámbito de las letras: escritores, poetas, lingüistas y filólogos, y son los más visibles, los más conocidos, porque generalmente su obra es publicada.

''Pero la Academia de la Lengua es incluyente; hay desde abogados, médicos, historiadores hasta sacerdotes, porque la idea es que un idioma se va construyendo con los diferentes saberes.

''Por eso, también ha contado con científicos entre sus miembros, como es ahora mi caso, al heredar la silla 25, que fue de Porfirio Martínez Peñaloza, médico de profesión, aunque además filósofo y escritor.

''Creo que mi inclusión se debió a un doble motivo: primero, que la ciencia se mueve rápido, igual que la tecnología, y se deben incluir las palabras de uso del español que provengan de esos campos del conocimiento.

''En México la Academia de la Lengua se ocupa más bien de los mexicanismos, porque en España palabras como chip entran directamente sin necesidad de pasar por nuestra instancia, aunque podemos sugerir palabras.

''Pero la idea sería incluir mexicanismos de palabras de ciencia. Además, de participar en ese aspecto, ¡claro que puedo colaborar en las discusiones de los otros campos!

''La otra razón, y quizá la más importantes, es que la academia necesita divulgación y eso es lo que sé hacer: divulgar el conocimiento en general. Y, una vez que sea académica en forma, estoy segura que podría promover las cosas que hacen los académicos de la lengua".

Terminan diccionario

-¿Eso significa que es una institución que vive en el ostracismo o alejada de la sociedad?

-Pues, no sé. En realidad, lo primero que hice al llegar fue declararme ignorante, pero tengo toda la disposición de aprender. Y una vez que lo haga, voy a poder trabajar mejor para la academia. Lo que he visto es que dentro se hacen infinidad de cosas que no son difundidas ni publicitadas y que pueden resultar de gran interés público.

''Por ejemplo, acabamos de terminar un diccionario de la Academia Mexicana de la Lengua, hecho con mucho cuidado, que es barato y espero se venda en las tiendas de autoservicio.

''Lo que puedo hacer también es intervenir en cuestiones de gestión, en casos como el de la reforma a los programas y planes de estudio de secundaria. La academia tiene la responsabilidad de revisar los planes de español y observar si están cumpliendo el propósito de formar a las personas para que piensen, tengan criterio, sean competentes, vean los beneficios de acercarse a las letras, y que además cumplan con requisitos de cultura general."

Glosarios, gran ayuda

-¿Para el ámbito científico nacional tiene alguna implicación especial que usted se incorpore a ese cuerpo colegiado?

-No lo sé, pero espero que estén contentos, porque tendrán mayor certeza de que las palabras de ciencia serán incorporadas.

''El papel que juega la ciencia en el desarrollo de un lenguaje es determinante, sobre todo en esta época en la que los adelantos tecnológicos han empapado todos los ámbitos de la vida cotidiana. Nomás es cuestión de voltear a vernos y a nuestro derredor y no hay cosa donde no aparezca la tecnología: la ropa, la comida, los utensilios, la medicina.

''Mi opinión, como persona, es que un idioma está vivo y cambia continuamente, y yo trataría de que la parte moderna incorpore las voces en glosarios más que en diccionarios y precisar cuál es el significado de las palabras en determinado contexto y tiempo.

''La palabra güey que usan los jóvenes ahora, por ejemplo, probablemente dentro de 40 años significará algo diferente o nada, y sería muy enriquecedor contar con un registro de ese vocablo en este momento que es de uso común. Esos glosarios serían de gran ayuda en el futuro para entender nuestra época."

-¿Encuentra alguna semejanza o coincidencia entre el estudio del cosmos y del idioma?

-Gracias a que existen palabras es que el cerebro humano tiene capacidad de pensar si el universo es infinito, si tuvo origen y cómo fue éste.

''Al hablar, recreamos parte de ese universo. Tal es el poder de la palabra y la mente. Creo que una cosa no está separada de la otra.

''El conocimiento es uno, lo que pasa es que lo hemos fragmentado para poderlo estudiar. El poder de la palabra es en verdad impresionante.''

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