México D.F. Domingo 29 de agosto de 2004
Restos de explosivos, en el segundo aparato:
Moscú
Atentados terroristas en la caída de los dos
aviones
La confirmación, justo en la víspera de
comicios chechenos
Son viudas negras las suicidas que derribaron
las aeronaves
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 28 de agosto. Acorde
con su práctica de informar con cuentagotas, las autoridades rusas
admitieron este sábado que también se encontraron restos
de explosivos en el segundo avión, que se precipitó a tierra
el martes anterior, en lo que ya se puede calificar de doble atentado terrorista
que cau- só 90 muertos.
La noticia se difundió justo la víspera
de que en la república norcaucásica de Chechenia, desgarrada
por 10 años de guerra, se celebren comicios manipulados desde Moscú
para "legitimar" al general Alu Aljanov como nuevo gobernante pro ruso,
en lugar del controvertido Ahmad Kadyrov, asesinado por la guerrilla chechena
en un atentado el 9 de mayo de este año.
A
pesar de que todos los indicios -y hasta las evidencias, unos y otras conocidos
por filtraciones interesadas de los propios encargados de la investigación-
hacen cada vez más verosímil la llamada pista chechena, el
FSB, como se conoce por sus siglas en ruso al Servicio Federal de Seguridad,
aún no quiso imputar la autoría del doble atentado a los
separatistas de Chechenia.
El portavoz del FSB, Serguei Ignatchenko, se limitó
a corroborar el hallazgo de restos de explosivos en el segundo avión,
de igual manera que lo hizo ayer respecto de la primera aeronave.
Ignatchenko añadió que el presidente Vladimir
Putin ordenó al FSB "analizar la experiencia internacional de lucha
contra el terrorismo aéreo" y, al respecto, "se prevé aprovechar
el sistema de verificación y control de seguridad de vuelos que
aplica Israel, considerado el más efectivo del mundo".
Mientras tanto, pero siempre de mane- ra extraoficial,
se van conociendo detalles que indican que los aviones se fueron a pique
al detonar mujeres suicidas de origen checheno cargas de ciclonita, potente
ex-plosivo de tipo hexógeno usado en ambos casos, que todavía
habrá que determinar de qué modo lograron introducir a bordo,
burlando los sistemas de seguridad del aeropuerto Domodiedovo.
Nada nuevo ha trascendido acerca de "S. Dzhebirjanova",
como se identifica a la suicida que iba en el TU-154 de Moscú
a Sochi, a diferencia de Amanta Nagayeva, mujer chechena de 27 años
que abordó en la capital rusa el vuelo del TU-134 hacia Volgogrado.
Nagayeva responde al perfil de viuda negra, como
se conoce aquí a las chechenas dispuestas a inmolarse en un atentado
terrorista como forma de vengar la pérdida de sus esposos, padres
o hermanos.
Al amparo de la noche, un grupo de hombres fuertemente
armados irrumpió en su casa en el poblado checheno de Kirov-Yurt
y se llevó a uno de sus hermanos. Desde entonces, hace tres años,
el hermano de Nagayeva está desaparecido.
Los grupos separatistas chechenos más radicales
convierten en instrumento letal contra los rusos a estas mujeres, que reciben
entrenamiento especial para acometer misiones suicidas.
Las viudas negras chechenas son parte del círculo
vicioso de la violencia recíproca que genera una década de
confrontación armada en Chechenia.
Siembran la muerte en atentados terroristas por venganza
y no por dinero de "patrocinadores foráneos", como sostienen voceros
de las fuerzas federales que combaten a los secesionistas.
Muertas ellas mismas no necesitan el supuesto dinero ni
podrían beneficiar a familiares suyos, ya que apenas se les identifica
como atacantes suicidas los parientes sufren brutal represión a
manos de escuadrones de la muerte al servicio de Moscú.
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