México D.F. Domingo 29 de agosto de 2004
Si entreno a los boxeadores amateurs, los hago campeones, dice Chávez
Es urgente enmendar el nivel de la marcha: Miguel Angel Rodríguez
ABRIL DEL RIO
Lejos de excusas por el fracaso en los Juegos Olímpicos, el marchista Miguel Angel Rodríguez y el entrenador Pedro Aroche coincidieron en que el nivel de la marcha mexicana reflejado en Atenas 2004 es "el real", y que es urgente enmendar el camino.
Rodríguez, quien terminó los 50 kilómetros en el puesto número 15, señaló que haber concluido la prueba era lo menos que podía hacer para poner fin a su carrera, pero lo que más le aportó la justa veraniega es la conciencia de que la marcha mexicana "ya no es potencia mundial y debemos trabajar mucho con los jóvenes para recomponer la técnica y los sistemas de entrenamiento desde las bases.
"Yo quiero colaborar y aportar lo que la experiencia me ha dado", afirmó Rodríguez, medallista de atletismo en el Mundial de Atenas 1997.
Para el ex andarín Pedro Aroche, "la actuación de la marcha fue mala respecto a la de la delegación que en general fue buena. Mala porque no hubo medallas".
El técnico no tuvo nada que reprochar a las autoridades del deporte mexicano, aunque señaló que si los viera el lunes, "a él (Felipe) Tibio Muñoz -titular del Comité Olímpico Mexicano- no, porque él no tiene los apoyos. En este caso, tiene que ser a Nelson Vargas -al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte-, pero es un problema verlo, porque si uno no triunfa no puedes acercarte por ahí.
"No hay comunicación, sólo cuando triunfas, ahí sí, generalmente te abrazan y todas esas cosas.
"Hay que apoyar al deportista desde que sale de la Olimpiada Juvenil, pero todos sabemos que este proceso está rezagado desde los Juegos Olímpicos de (México) 68, en que dejamos caer las disciplinas que llegaron a desarrollarse", anotó Aroche.
Por el contrario, el joven Mario Iván Flores, quien abandonó lesionado casi al iniciar la prueba de largo aliento, confió en que no sólo él tiene un camino por delante, y que "la marcha mexicana no está decaída; hay muchos jóvenes que vienen empujando en el proceso", sostuvo el andarín convencido de que cumplirá otro ciclo olímpico en Pekín 2008.
En el mismo vuelo retornó Julio César Chávez, quien comentó con cierta indiferencia acerca del desastre de los púgiles en estos juegos. "Sinceramente, nos faltó un sistema de pelea, o no sé si fue la distancia o qué, pero fueron la decepción, porque la verdad no opusieron resistencia. Aparte, que los demás iban como toritos, no los cachaban, y aparte las puntuaciones allá (el boxeo olímpico) son muy raras".
El ex campeón mundial -más para librarse de cámaras y micrófonos que por convicción- expresó que la solución para mejorar la representación amateur sería que "cambiaran de entrenador, que me pongan a mí y los hago campeones a todos", dijo, para luego soltar una carcajada y huir con un séquito de amigos que fueron a rescatarlo al término de su aventura como comentarista televisivo.
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