México D.F. Domingo 29 de agosto de 2004
El butaquerío de la Sala Nezahualcóyotl
se animará hoy con el redoble de ese ritmo
La sensualidad ''es el motor de mis danzones'': Arturo
Márquez
Por primera vez se escucharán en el DF todas
sus piezas del género, entre ellas un estreno
Auspician la UNAM y el gobierno de Sonora el proyecto,
que incluye la grabación de un cd
PABLO ESPINOSA
¡Heeey familiaaa! ¡Danzooón dedicadooo-a-todas-las
melómanas-y-melómanos-que-las-acompañannn!
Esta tarde de domingo es de danzón. En punto de
las seis el redoble del danzón animará el butaquerío
de la mejor sala de conciertos de América Latina, la Nezahualcóyotl,
donde por primera vez en la capital mexicana se escucharán todos
los danzones de Arturo Márquez en concierto.
Más que un concierto, anuncian a coro el director
de la Orquesta Mexicana de las Artes, Eduardo García Barrios, y
el productor y violista Gabriel Castorena, será una fiesta.
Lujo para todo compositor
Un concierto-fiesta que significa, dice a La Jornada
en entrevista el compositor Arturo Márquez, ''un momento muy especial.
Es un lujo para cualquier compositor que se reúnan tantos músicos
de excelencia para analizar el trabajo que he venido haciendo alrededor
del danzón. Hemos laborado juntos en todos los detalles de la interpretación
musical y de la preparación de este concierto".
Para
lograr esta fiesta del danzón en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl,
anotan en trío García Barrios, Castorena y Márquez,
''ha sido fundamental el apoyo de la Dirección de Música
de la UNAM y del gobierno de Sonora, ya que después del concierto
lo que sigue es, en la próxima semana, la grabación que realizaremos,
en esta misma sala, de un disco compacto con el contenido de este programa".
Este proyecto conjunta la excelencia musical y humana
de un equipo creciente, encabezado por Gabriel Castorena, Eduardo García
Barrios, Arturo Márquez, Mauricio Náder y Salvador Torre,
entre otros grandes músicos mexicanos aglutinados en torno de la
Orquesta Mexicana de las Artes y de la Productora Plan Maestro.
El primer paso lo dan con el pie derecho y los danzones
del maestro Arturo Márquez:
-Cómo se observa a usted mismo en esta retrospectiva:
¿como un autor de música contemporánea que escribe
danzones o como un compositor popular?
-Se me identificó mucho como compositor de música
contemporánea durante los años 80. En 1988 empecé
a cambiar hacia un estilo en el que se reunían el pensamiento musical
acerca de la música popular y de la música académica
al mismo tiempo.
''La mía es, efectivamente, música contemporánea,
no la que se conoce habitualmente como una música experimental,
que busca nuevos recursos expresivos en los instrumentos, aunque sí
mezclo esas técnicas e infundo una participación de ambos
mundos.
''El trabajo que he realizado en los 16 años anteriores
no es ajeno a la música contemporánea, pero sí es
otra cosa. A veces
le han denominado a este trabajo neonacionalismo, lo cual
es totalmente incorrecto. Yo diría que es simplemente una manera
natural de expresar el sentido de que se fundan los dos mundos que han
sido parte de mi vida: el mundo de la música popular y el mundo
de la música académica, que es con lo que me formé.
-¿Cuál es el motor de la seducción
que ha producido ya casi una docena de danzones?
-Básicamente es la sensualidad. Siempre me interesó
la parte sensual, que por otra parte en la música contemporánea
se ha dejado muy de lado.
''Este elemento de la sensualidad lo encontré de
una manera muy afortunada en el danzón y ha sido el elemento básico,
junto con el ritmo. En este momento, que por primera vez escucho todos
mis danzones juntos, confirmo esa inquietud por la sensualidad.''
-¿Es una respuesta crítica también
a la falta de carnalidad de gran parte de la música contemporánea?
-La música contemporánea no tiene que buscar
forzosamente eso. Son otras cosas las que ha encontrado. Dentro de la música
latinoamericana y en especial la que es parte de nosotros, la música
urbana, la música del Caribe, la música de Veracruz, es un
elemento que podemos sentir de manera muy intensa todos.
Vena abierta
-La tarde de este domingo estrenará usted su Danzón
número 8. ¿Quedará la vena del danzón abierta?
-Efectivamente. Había dejado de componer danzones
durante algunos años. El primero lo escribí en 1992; los
números 2 y 3 los hice en 1994 y el número 7 hace un par
de años y de repente nace el Danzón número 8
y, sí, la idea es encontrar distintas maneras de enfocar este género.
''El Danzón número 8 tiene que ver
con un montuno que se hace en el danzón tradicional, que es el afro,
la danza que se explora en ciertos danzones tradicionales como El teléfono
a larga distancia, o en Mi destino fue quererte. Y sí,
hay otros muchos elementos como ese que voy a seguir explotando en el danzón.
''De repente se me puede ocurrir meterme al danzón
tradicional y sacar temas de ahí y entremezclarlos. He estado escuchando
danzón tanto tiempo que las ideas fluyen. He estado asistiendo a
los salones de baile, con excepción ahora del Salón Colonia,
que era mi favorito y que por desgracia lo cerraron. Y también he
estado aprendiendo a bailar el danzón.
''Entonces el Danzón número 8 tiene
que ver con ese aprendizaje de la danza. Hay un paso en el danzón
que le llaman el cubano y que queda perfecto para mi Danzón número
8, que incluye temas exóticos, españoles inclusive y
por eso lo subtitulé Homenaje a Maurice, porque tiene que
ver con la idea de El bolero (de Maurice Ravel).''
Carmela Burundanga, ¿nuevo danzón?
La entrevista con Arturo Márquez transcurre en
los camerinos de la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, luego del
ensayo general del programa completo de danzones que ejecutarán
la tarde de este domingo.
Allí, el director de orquesta Eduardo García
Barrios y el violista Gabriel Castorena juguetean con el título
de uno de los danzones que acaban de ensayar: La Pasión según
San Juan de Letrán, y en parodia de la celebérrima Carmina
Burana, imaginan, a manera de broma, un posible nuevo danzón
de Arturo Márquez, que se titularía Carmela Burundanga.
Por lo pronto, esta tarde es de danzón en la Sala
de Conciertos Nezahualcóyotl:
¡Heeey familiaaa...!
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