México D.F. Lunes 30 de agosto de 2004
Nuestro acervo, tan grande
que sólo podrá mantenerse si lo recupera la colectividad,
indica
Carmen Parra insta a la sociedad a proteger el patrimonio
cultural
La artista plástica prepara ocho esculturas de
arcángeles que figurarán en el acceso sur de la ciudad de
Puebla; son imágenes que remiten a la infancia, lo que motiva a
preservar los legados, explica
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
En
la defensa y protección del patrimonio cultural debe involucrarse
la sociedad civil, ''porque son los habitantes de un pueblo o de una ciudad
quienes tienen que recuperar su historia y no dejar todo en manos del Estado'',
expresa la artista plástica Carmen Parra.
La pintora y escultora (ciudad de México, 1944)
participa en un proyecto de arquitectura urbana en la ciudad de Puebla,
con ocho esculturas de arcángeles que coronarán igual número
de columnas en la entrada sur de esa localidad.
Estos proyectos, señala, tienen la intención
de acercar a la gente a la protección del patrimonio cultural, porque
''son imágenes que los conectan directamente con sus imágenes
de la infancia. Eso los motiva más a conocer y cuidar'' el patrimonio
que los rodea.
En México el trabajo de conservación del
patrimonio cultural ''es muy pobre. El país tiene el patrimonio
más importante de toda América Latina, es lo mismo que Italia
a Europa. El patrimonio nacional es tan grande que sólo podrá
cuidarse si es recuperado por la sociedad civil. Hay pocos recursos, no
hay un catálogo nacional, se roban las cosas. Sólo si la
sociedad se ve como dueña de ese patrimonio y se encarga de él
es como vamos a poder recuperarlo y hacerlo nuestro''.
Los ocho arcángeles, que serán realizados
por la artista plástica con láminas de acero, forman parte
del proyecto cultural urbano encabezado por los arquitectos José
Luis Ezquerra y Francisco Treviño.
El
primer arcángel, Uriel, está listo y será enviado
a esa ciudad la semana próxima. Se prevé que todo el conjunto
esté terminado en febrero del próximo año.
La escultura de Uriel ''se basó en un dibujo en
dos dimensiones de Carmen Parra, cuyo objetivo es trabajar la tercera dimensión
y a partir de placas laminadas encontrar la forma de crear esa tercera
dimensión'', explica Juan Alvarez, uno de los responsables de llevar
el dibujo de la creadora a la figura tridimensional.
La intención de Carmen ''fue trabajar como si fuera
el aire: los ángeles son aire, siempre están volando, tienen
movimiento. A partir de ese dibujo de dos dimensiones creamos la silueta,
que es la estructura principal y la vestimenta, mientras que los adornos
fueron dibujados por ella con gis y después un soldador realizó
la línea'', en un proceso que tomó dos meses de trabajo diario,
añade Alvarez, en cuyo taller se realizan trabajos escultóricos
de autores como Vicente Rojo, Fernando González Gortázar
o Manuel Felguérez, entre otros.
Lo que me interesa en este proyecto escultórico
''es conectar el mundo contemporáneo con la historia de México.
Ese arcángel remite a todos los ángeles barrocos y forma
parte de todo este trabajo de reconstrucción histórica que
he realizado durante ya varios años'', refiere la artista.
Los ángeles como símbolo, señala,
''son los conductores, los que nos llevan a otro mundo, el del mito, de
los sueños, de los dioses''. En el caso de Puebla, se llama Puebla
de los Angeles; de acuerdo con la tradición, la ciudad fue trazada
por estos seres y por ello el simbolismo de crear ocho esculturas de arcángeles.
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