México D.F. Lunes 30 de agosto de 2004
Hay todos los elementos para hacerla repuntar,
salvo voluntad empresarial, afirma
Promover una fiesta de toros al margen del duopolio,
propone Sánchez de Icaza
Sabido es que ha sido negocio dar espectáculo
con toros y toreros interesantes, señala
LEONARDO PAEZ
La única salida es empezar a hacer una fiesta de
toros al margen del duopolio taurino que hace años se adueñó
del espectáculo en nuestro país, pues lo que ofrecen la Plaza
México y los 10 cosos de Espectáculos Taurinos de México
(ETMSA) hace tiempo que sacó a la gente de esos escenarios, sostiene
Rafael Sánchez de Icaza, uno de los mejores pintores taurinos del
mundo, nieto del inolvidable maestro de la crónica Alfonso de Icaza
Ojo y desde hace años colaborador semanal de La Jornada.
"Desde luego ofende a la inteligencia pedirle a un aficionado
serio que 'sea propositivo' al hablar de la añeja crisis deliberada
que agobia al espectáculo de los toros en México. Aquí
hay todos los elementos para que la fiesta repunte, lo que está
haciendo falta son plazas de primera categoría donde concurran empresarios
sensibles capaces de montar carteles con toros de verdad y toreros que
se arrimen para protagonizar con ellos funciones que apasionen", prosigue
un Sánchez de Icaza harto de este estado de cosas, como tantos miles
de aficionados a lo largo y ancho de la República.
"En
México sobran plazas de primera -abunda-, pero sin empresarios eficaces
al frente, y hay empresarios de primera que carecen de escenarios donde
ofrecer espectáculo taurino verdaderamente atractivo."
-¿Qué atractivo?
-Ofrecer carteles con toros de verdad, no su remedo, y
con toreros que tengan algo importante qué decirle al público,
no con figuras de bien ganado tedio. Ahora, cada vez que una empresa o
un patrocinador nuevo se anima a apoyar espectáculos taurinos, muy
pronto se desengaña, o porque en materia taurina no sabe aplicar
los mismos criterios empresariales o porque los llamados taurinos abusan
de su buena fe. De allí que el duopolio sea un embudo por donde
se va el escaso profesionalismo que va quedando.
-¿Por qué la escasez de profesionalismo?
-Porque los empresarios no hacen dinero, o no quieren
hacerlo, dando espectáculo; los ganaderos no viven de criar toros;
los toreros no viven o malviven de ser toreros; los periodistas no viven
de decir la verdad, y las autoridades no se comprometen con la aplicación
del reglamento. Todo lo anterior acarrea un amateurismo taurino generalizado.
-¿Los pintores taurinos sí viven de...
-Paradójicamente -se repone Rafael precavido- sale
más barata una corrida de toros auténtica, porque no la quieren
torear los que figuran, que una novillada engordada de un hierro dizque
de prestigio. En vez de pensar que no hay más fiesta que la que
hay, pensar que no hay más salida que la que hay.
-¿Qué salida?
-La única que se conoce. Empresarios profesionales
que no estén peleados con las utilidades transparentes y que contraten
toros y toreros interesantes para el gran público. El espectáculo
lo da primero el toro y luego el torero. Me refiero al espectáculo
que emociona, no al que divierte, que siempre será una expresión
menor de la tauromaquia. No se trata sólo de echar corridas muy
serias para toreros modestos, como se viene haciendo, sino corridas muy
serias para un diestro consolidado en el gusto mayoritario, uno en vías
de serlo y otro con verdaderas ganas de darse a conocer. Ni la México
ni las otras 10 principales plazas del país tienen la disposición
de montar estos carteles apoyados en una publicidad imaginativa y agresiva.
Es obvio que a los dueños de esas plazas no les interesa ganar dinero
con la fiesta.
"Mira -remata el también ilustrador de una docena
de libros y expositor internacional-, con y sin reglamentos, si sabes dar
espectáculo la fiesta de toros es negocio, si no, no. Pero no se
puede reducir el arte del toreo a los caballos y al rejoneo. Me emociona
que algunos ganaderos mexicanos hayan refrescado sus encastes con sangre
española, lo que se ha traducido en ganaderías diferentes
e interesantes para una diversidad de tauromaquias en afortunados mestizajes
ganaderos. Cierto que algún empresario ha invertido fuerte en otras
opciones taurinas, pero han sido inversiones de oropel en encuentros mundiales
de novilleros cuando en México carecemos de una fiesta sana, fueron
esfuerzos económicos grandilocuentes que debieron concentrarse aquí
para obtener resultados."
|