México D.F. Jueves 2 de septiembre de 2004
Pidiregas y pensiones ponen en riesgo la estabilidad financiera, advierte BBVA Bancomer
En el gobierno foxista se ha triplicado la inversión privada en el sector energético
Por esas obligaciones el monto se elevará a 14.6% del PIB en 2007, prevé el banco
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
En el transcurso del gobierno del presidente Vicente Fox Quesada la inversión privada en las empresas estatales del sector energético se multiplicó por 3.2 hasta representar un monto equivalente a 8.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), unos 320 mil millones de pesos, el nivel más alto en la historia, de acuerdo con datos oficiales.
Desde el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las dos empresas estatales de la energía, han empleado un mecanismo para la realización de obras de infraestructura conocido como proyectos de inversión de impacto diferido en el registro del gasto (Pidiregas) consistente en encargar a particulares nacionales o extranjeros la realización de los trabajos y los recursos gastados por los empresarios constituyen deuda avalada por el sector público.
La creciente contratación de deuda para atraer inversiones a las empresas estatales de la energía mediante el esquema de Pidiregas, junto con la carga representada por los fondos de pensiones, "ha generado presiones para las finanzas públicas que actualmente ponen en riesgo la estabilidad financiera a mediano y largo plazos", consideró el grupo financiero BBVA Bancomer, en un reporte divulgado este miércoles.
Al inicio del actual gobierno, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la participación privada en inversiones en el sector energético nacional a través de los Pidiregas era equivalente a 2.6 puntos del PIB, mientras que en 2004 llegó a 8.5 por ciento del producto. Pero dada la magnitud de estas obligaciones su monto se elevará a 14.6 por ciento del producto interno bruto en el 2007, según estimó BBVA Bancomer.
La intervención del Estado en diferentes épocas ha generado presiones para las finanzas públicas que actualmente ponen en riesgo la estabilidad financiera a mediano y largo plazos, indicó. "Es el caso de los pasivos contingentes creado a mediados del siglo pasado y de los Pidiregas en años recientes", añadió.
El grupo financiero estimó que el valor presente del pasivo por concepto del sistema público de pensiones -que incluye a los trabajadores de la banca de desarrollo, para trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, las paraestatales, así como en los estados y municipios--representa una deuda equivalente a tres cuartas partes del producto interno bruto registrado en 2003, que fue de unos 670 mil millones de dólares.
"Asimismo, la inversión en el sector energético financiada con Pidiregas causa fuertes presiones sobre las erogaciones corrientes" del gobierno federal, añadió.
Ambos elementos, señaló, actúan en contra de la productividad de la economía mexicana. La ineficiencia en el gasto crea desperdicios y absorbe recursos del sector privado que podrían emplearse de manera más productiva, consideró.
"A su vez, las deficiencias en el sistema tributario crean distorsiones adicionales que desalientan el esfuerzo laboral, la acumulación de capital físico y humano, el desarrollo tecnológico, el ahorro y la inversión en perjuicio de la productividad laboral y de la productividad factorial total".
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