México D.F. Jueves 2 de septiembre de 2004
Activistas y poetas se mantienen en las calles
de NY
Sindicalistas nombran a Bush "el peor enemigo de los
trabajadores"
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva
York, 1º de septiembre. Miles de sindicalistas se manifestaron
hoy frente al Madison Square Garden para expresar su repudio al gobierno
de George W. Bush, a quien llaman el "peor enemigo de los trabajadores",
en una de varias acciones de protesta que continuaron en esta ciudad por
cuarto día consecutivo.
Unos 10 mil sindicalistas del sector hotelero, transportistas,
electricistas, trabajadores de la confección, de salud, de teatro
y cine, maquinistas, de la industria de alimentos, choferes y de servicios,
entre otros, corearon: "Bush se tiene que ir" y "Basta ya".
Peter Gorman, de los bomberos, recordó: "somos
el corazón y el alma de este país y de esta ciudad, es hora
de ponernos de pie y enviar a Bush de regreso a Texas". Diferentes líderes
sindicales, incluido John Sweeney, presidente de la central obrera nacional
AFL-CIO, señalaron que la lucha ahora es para defender el derecho
de asociación, de una jornada de 8 horas (conquista del movimiento
laboral estadunidense de hace más de 120 años, lo cual se
celebra en todo el mundo cada primero de mayo), por seguros de salud y
de empleo. Esta es una lucha, dijo un dirigente de la central obrera de
Nueva York, contra "las políticas antilaborales de Bush, y es hora
de retomar Estados Unidos"
Hubo invitados especiales como Tom Morello de Rage Against
the Machine y otros músicos, pero los trabajadores respondieron
con mayor entusiasmo a un apasionado discurso del actor Danny Glover que
instó a los asistentes a participar en la lucha constante por empleos
dignos, vivienda, salud y derechos básicos, incluyendo los de los
inmigrantes, ya que "los trabajadores siempre han encabezado estas luchas,
y ahora tenemos que cambiar este país, lo tenemos que rescatar y
sólo los trabajadores pueden hacerlo".
Esta pugna, insistió, va más allá
de las elecciones de noviembre, ya que "tenemos que luchar por el pueblo
aquí, pero también por los países que han sido desposeídos
por nuestra política en diversas partes del mundo". Concluyó:
"ustedes son los héroes de acción reales, no los Schwarzenneger,
ni yo, sino ustedes".
Por la mañana, miles de manifestantes formaron
una "línea de desempleo" simbólica que se extendió
desde Wall Street hasta cerca de la sede de la convención -más
de 40 cuadras-, y en Unión Square se colocaron mil pares de botas
militares para recordar a los soldados y los civiles muertos en la guerra
en Irak. Ambos actos pacíficos ocurrieron un día después
de que la policía correteó por varios puntos de la ciudad
a miles de activistas, y finalmente detuvo a unos mil a lo largo de la
jornada de "acción directa" contra la "ocupación republicana"
de Nueva York.
En la arena del Madison Square Garden esta mañana
miembros del grupo Act Up lograron infiltrarse en una reunión de
jóvenes republicanos que escuchaban al jefe del gabinete de la Casa
Blanca Andrew Card y sorprendieron a todos con una enorme manta en la que
se leía: "El sida mata" y gritos de "Bush mata". Fueron arrestados
y expulsados de la arena.
En otra acción en el sur de esta ciudad unas 40
mujeres se levantaron la falda para exhibir sus calzones con consignas
antiBush. Las consignas jugaban con varias versiones de la palabra "bush"
que en el caló de los estadunidenses se usa para el área
genital de una mujer. Otros activistas se manifestaron ante el club Copacabana
donde la Coca Cola invitó a delegados latinos a una fiesta, y portaron
pancartas con frases como: "La coca mata". En la iglesia de Saint Marks,
en el East Village, un grupo de poetas y escritores conocidos como Sonia
Sánchez, Vijay Sheshadri, Bob Holman y Katha Pollit seleccionaron
poemas para declamar como acto de protesta contra la presencia de Bush
y su partido en esta ciudad y por una "cultura de paz".
También prosiguieron las vigilias por la paz e
"intervenciones" artísticas. La policía mantuvo su enorme
operativo alrededor del Madison Square Garden y el centro de Manhattan,
así como en varios puntos estratégicos de esta ciudad. El
estado de sitio continuó frente a los intentos de libre expresión
en las calles.
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