México D.F. Viernes 3 de septiembre de 2004
Jaime Martínez Veloz
Informe e incertidumbre
Fox está agotado, no sólo en el sentido de estar visiblemente cansado por buscar, sin encontrar, la punta de la madeja nacional que se le ha hecho bolas y no sabe cómo desenredar; Fox está agotado, y eso es mucho más grave que lo anterior, porque ya no es un Presidente con iniciativa que despierte expectativas y entusiasmos populares, como hacía en 2000.
Durante su cuarto informe tuvo un gesto de autenticidad, por cierto involuntaria: se mostró atónito y pasmado ante el espectáculo que ofrecía el Congreso de la Unión, convertido en verdulería de mercado público por la falta de solvencia propia y presidencial. Parece ser que hay sectores de legisladores que no entienden que los que no saben escuchar nada tienen que hacer en la política.
No obstante, Fox está agotado porque ya es evidente que ni él ni su gabinete presidencial saben hacer política ni administrar los bienes públicos; sencillamente no saben gobernar: Fox ya no quiere más queso, quiere salir de la ratonera en que se convirtió este sexenio.
La estabilidad nacional está en peligro, el principal responsable es el Gran Proveedor de Chambo-nerías: el Presidente de la República, cuyas ocurrencias ya dejaron de provocar confianza y entusiasmo a ingenuos esperanzados y hoy despiertan desilusión entre sus electores y profunda preocupación en todos; los asuntos del gobierno no están en buenas manos, en gente de confiar.
Los últimos hilachos de la escenografía de la mentira se cayeron el día del informe; en el tinglado ya no se escenifica la obra El maravilloso país de las chiquillas y los chiquillos porque el público nacional ya se hartó de triquiñuelas, incumplimiento de compromisos, incompetencias y demagogia.
Al inicio y al término de su cuarto informe, Fox provoca náuseas de tanto repetir que ahora, o sea, a partir de que cobra como Presidente, la democracia se ha instalado y se desarrolla en México. Sería ocioso y aburrido hacer un análisis puntual, párrafo a párrafo, de sus frases ampulosas y pedantes; amén de que esta columna no tiene espacio libre, es hepáticamente más saludable esperar a que un estricto puntilloso lo haga; no ha de tardar mucho en publicarse.
Fox sabe que "no hay más cera que la que arde"; el que hoy exista autonomía en los poderes de la Unión, efectividad del sufragio y transparencia en los comicios, respeto a las garantías individuales y a las libertades de prensa y manifestación, luego de 70 años de estar conculcado el ejercicio cabal de ésos y otros preceptos fundacionales, no es mérito suyo: que deje de "saludar con sombrero ajeno". Los muertos, asesinados y perseguidos han estado principalmente en la izquierda.
El desarrollo político y el grado de ejercicio de la democracia de hoy ya existían en 2000; fueron resultado de múltiples luchas populares que costaron persecución, exilio, cárcel, dolor y muerte a cientos de luchadores contra el autoritarismo, y del compromiso, lealtad democrática, trabajo, entrega, congruencia y dignidad de académicos, políticos y legisladores que lo combatían desde sus propias trincheras.
No se puede reprochar a Fox que haya aprovechado esas condiciones de la democracia electoral para desarrollar la campaña que lo llevaría a la Presidencia; era su derecho hacerlo y lo hizo tan bien que ganó, pero ésa es una cosa y otra muy distinta es que ahora pretenda hacer aparecer al 1Ɔ de diciembre de 2000 como el inicio de la Era Luminosa de la Libertad y la Democracia y a él mismo como El Gran Benefactor que Desencadenó a las Familias y a los Familios.
Esta argumentación tramposa la usa para disimular el incumplimiento de sus promesas, así como el pánico que le produce no saber qué hacer en el último tercio de su gobierno y la anemia de sus resultados. Fox ya perdió hasta el modito de andar, y la incompetencia con que gobierna es el mayor peligro que México enfrenta hoy.
En los informes que rindió en 2002 y 2003, al igual que antenoche, habló de los fines superiores de la política, de la responsabilidad de los políticos y de la urgencia de llegar a acuerdos; también hay registro de las artimañas que ha usado para tratar de someter al Poder Legislativo, inclusive estimulando su fractura. Entonces, Ƒqué es lo que hace distinto el llamado del cuarto Informe a una tregua para "remprender el diálogo" (sic)?
Pues precisamente eso: que es el cuarto informe; que en el quinto el tema central será la sucesión presidencial, y el sexto... Bueno, el sexto seguramente será para el recuento de los daños.
Fox está desesperado, ojalá que su desesperación no contagie a quienes, en lugar de vociferar insultos y tonterías, deberían denunciar responsablemente el creciente peligro de inestabilidad y descomposición y perfilar la gran alianza nacional que asuma la necesidad de corregir este desorden. [email protected]
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