México D.F. Miércoles 8 de septiembre de 2004
Severas críticas de PRI, PRD, PT, PVEM
y Convergencia al Informe presidencial
El sexenio podría culminar en una crisis económica,
advierten diputados
ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
Reproches, reprobación y advertencias de una posible
crisis económica al concluir la administración foxista fueron
ayer la réplica al cuarto Informe de gobierno del presidente Vicente
Fox en la Cámara de Diputados.
Antes
de iniciar la glosa del mensaje presidencial en el salón de plenos
del Palacio Legislativo de San Lázaro, los diputados del PRI repudiaron
a Miguel Angel Yunes por su cercanía y nueva amistad con los panistas.
Sus antiguos compañeros le gritaron de todo al ex coordinador jurídico
del PRI: "¡Fidel, Fidel, Fidel, a pesar de las chaquetas!", gritaba
Mario Zepahua.
Y es que Yunes, como la "estrella" de la mañana,
declaraba a los medios su repudio a Fidel Herrera. En respuesta, Hilaria
Domínguez vociferaba a unos metros del diputado independiente, que
tiene su curul en medio de los priístas: "¡A los traidores,
en mi tierra los capan! Son pura mierda... ¡Chaquetero!"
Así, en ese tono, comenzó la sesión
que se inclinó en favor de PRI, PRD, PVEM, PT y Convergencia, todos
contra el mensaje de Vicente Fox, mientras del lado contrario una tenue
defensa de los panistas no consiguió que el cuarto Informe fuera
objeto de los "reconocimientos" que ellos exigían.
Jesús Martínez Alvarez, coordinador de la
bancada de Convergencia, resumió el estado de crisis en que se encuentra
el país: "los hechos demuestran que México enfrenta las peores
desigualdades de su historia: la distribución del ingreso deteriorado,
la sociedad polarizada, el desempleo que sufre la población económicamente
activa no tiene precedente y la industria nacional es casi inexistente".
Oscar González, del PT, planteó: "es verdaderamente
lastimoso que sigamos apostando a una política económica
que privilegia el mercado externo al control y la austeridad de las variables
macroeconómicas a una política recesiva monetaria, a una
política fiscal que beneficia solamente al gran capital. La recuperación
de la economía mexicana está sujeta con alfileres, y sabemos
que el supuesto repunte es puramente circunstancial".
El tono de reproches no disminuyó. Dolores Padierna,
del PRD, conminó a Fox a "reorientar su política y evitar
un nuevo estallido de crisis económica a finales de sexenio. La
tragedia del modelo económico vigente es que apenas aparecen signos
de crecimiento, así sea moderado, inmediatamente se traduce en presiones
en la cuenta corriente".
Quien endureció la calificación reprobatoria
del informe fue la priísta María Esther Sherman, que lo consideró
"un mensaje desolador. La falta de esencia saltó a la vista. A todos
nos queda muy claro que en los próximos dos años no habrá
cambios sustantivos ni soluciones, ni mucho menos una estrategia de desarrollo.
No hay un ápice de esperanza, aunque el Presidente intente hacerlo
creer con frases huecas como '¡Lo mejor está por venir!' El
único que parece no estar en sintonía con la realidad es
el propio Presidente de la República".
La crítica de la diputada Sherman fue objeto de
una respuesta poco elegante del panista Miguel Angel Toscano, quien culpó
a los diputados -excluyendo a los panistas- y senadores de no aprobar las
reformas estructurales de la administración foxista y, por añadidura,
de colocar un freno al desarrollo. Desde la tribuna, señaló
a la legisladora del PRI:
"Mire usted, diputada Sherman, hay que decirle a los ciudadanos
que usted fue una de las organizadoras de los porros de su partido, que
conste que dije porros y no porras. Hay que decirle a la ciudadanía
que usted fue una de las que le dio la espalda al Presidente a su salida
¡Qué vergüenza, diputada! ¡Qué vergüenza
que lo haya hecho usted y algunos de su grupo parlamentario, un grupo de
barandilla, como usted bien señala!"
Resuelta, Sherman respondió a Toscano: "Qué
lástima que la inmadurez a veces propicie actitudes como las que
acabamos de ver". Y recordó un pasaje vivido en el salón
de plenos de San Lázaro, cuyo actor fue el entonces diputado Vicente
Fox Quesada, quien con orejas de burro se paseó frente al entonces
presidente Carlos Salinas e Gortari:
"No usamos, porque no queremos, no deseamos, porque no
es nuestro gusto en nuestra manifestación de rechazo, en pleno uso
de libertad, las orejas de burro ni ningún otro signo, porque respetamos
a nuestros pares. ¡Qué triste verlo tan joven, tan desargumentado!"
Al fondo, entre las curules priístas, se escucharon
gritos contra Vicente Fox: "¡Y no se las ha quitado! ¡No se
las ha quitado!"
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