.. |
México D.F. Miércoles 8 de septiembre de 2004
BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
Detrás de Chechenia: el control de Daguestán y el mar Caspio
"LOS REBELDES DESEABAN desencadenar una guerra en todo el Cáucaso", refiere Anton La Guardia, editor diplomático del The Daily Telegraph (07/09/04) -periódico del Grupo Hollinger, vinculado a los neoconservadores straussianos y al general Sharon-, con base en las confesiones frente a la televisión estatal rusa de uno de los terroristas capturados, quien identificó a los chechenos Aslan Maskhadov, presidente en el exilio de la república separatista islámica de Chechenia, y Shamil Basayev (financiado por el oligarca Boris Berezovsky, quien huyó de la justicia rusa para obtener "asilo político" en Londres), como los cerebros del infanticidio de Beslán, una ciudad cercana a la frontera con la islámica república de Ingushetia. La Guardia agrega que Mijail Lapotnikov, investigador en jefe de la fiscalía del Cáucaso Norte, había reportado que los infanticidas participaron, tres meses atrás, en una serie de ataques contra puestos de policía en Ingushetia, vecina de Osetia del Norte. Los islámicos de Ingushetia son primos étnicos de los chechenos.
DESPUES DE INCULPAR al líder checheno Shamil Basayev del infanticidio masivo de Beslán, Itar-Tass (03/09/04) afirma que los islámicos suicidas fueron entrenados por Al-Qaeda, la trasnacional islámica del terror. Ante el repudio y la estupefacción a escala universal, en una entrevista para The Caucasus Times (02/09/04) -proclive a la balcanización y editado en la República Checa (Nota: esto huele a la esfera de influencia de George Soros)-, Akhmed Zakayev, representante de Aslan Maskhadov (presidente en el exilio de Chechenia), alega en forma sorprendente que "una tercera fuerza que trajo al presidente ruso Vladimir Putin al poder" se encuentra detrás los ataques terroristas contra Rusia en las pasadas dos semanas para "desestabilizar al Cáucaso Norte". Zakayev, exilado en Londres, se da el lujo de escribir un artículo en The Guardian (07/09/04) en el que denuncia la barbarie de Beslán "similar al reino del terror de Rusia en Chechenia".
SOBRE ESTA PRESUNTA "tercera fuerza", tampoco habría que soslayar que los atentados a dos aviones de pasajeros rusos fueron reivindicados por la extraña "brigada Islambuli", vinculada a Al-Qaeda y que lleva el apellido del magnicida del presidente egipcio Anuar El Sadat. Esa brigada también se adjudicó los recientes ataques contra las embajadas de Estados Unidos e Israel en Tashkent (Uzbekistán), así como el intento de asesinato del actual primer ministro de Pakistán, lo cual revela en su conjunto los vasos comunicantes de toda la incandescente "zona amortiguadora" que representa el Islam en las fronteras con Rusia, India y China.
EL POLEMICO GENERAL ruso Leonid Ivashov acusa a Gran Bretaña de "socavar a Rusia por medio de una red de terror organizada y coordinada desde Londres" (oag.ru 7 septiembre 04).
SIN MIRAMIENTOS, Leonid Ivashov denuncia que "el sistema neurálgico del terrorismo checheno y sus cuentas bancarias se encuentra en Londres", y enumera a las múltiples organizaciones islámicas que "operan bajo los servicios británicos que fomentan a los terroristas más radicales", y que han sido prohibidas en el mundo islámico.
CON ANTELACION AL huracán terrorista que se abatió sobre varias ciudades de Rusia y que culminó en el execrable infanticidio de Beslán, dos funcionarios del directorio antiterrorista del ministerio del Interior de Daguestán, la cual colinda con el mar Caspio, habían sido asesinados durante la visita de Alexander Yakolev, representante plenipotenciario de Putin (Mosnews.com 17/08/04)
LA REPUBLICA ISLAMICA autónoma de Daguestán forma parte de la Federación Rusa y tiene fronteras tanto con la sunita Chechenia como con la chiíta Azerbaiyán: constituye la más grande del Cáucaso Norte en territorio (50 mil 300 kilómetros cuadrados) como en población (2 millones 576 mil 531 habitantes). Lo más relevante se centra en los 400 kilómetros de litoral que tiene con el mar Caspio, la tercera reserva de petróleo del mundo y que, en caso de una secesión, afectaría considerablemente a Rusia, que vería mermada su litoral y su participación en el suculento pastel energético. Más allá de la ilusa liberación de las repúblicas islámicas autónomas, con legítimas e históricas aspiraciones libertarias, el control del litoral de Daguestán con el mar Caspio representa uno de los objetivos jerárquicos de las "fuerzas oscuras" que alimentan tras bambalinas la implosión del Cáucaso y retroalimentan sus rescoldos a partir de la disolución del imperio soviético. Daguestán, la república menos urbanizada del Cáucaso Norte, es una verdadera Torre de Babel, con una decena de etnias diversas de carácter tribal en el que destaca 80 por ciento de pueblos daguestanis (avars, dargins, lezgins, tabasarans, rutuls, aguls, tsakhurs), kumkyks, laks, nogays y azeris; 12 por ciento rusos y chechenos, y el restante 8 por ciento: tats, ucranianos, tátaros, osetianos y judíos montañeses, quienes hablan en su microuniverso un mínimo de 50 lenguajes. Las transferencias poblacionales no son de hoy, y aquellas que desplegó el georgiano Stalin, como solución final, cobran su venganza en plenitud en todo el Cáucaso.
HACE CINCO AÑOS los fundamentalistas islámicos wahabitas, encabezados por el ubicuo Shamil Basayev, intentaron separar a Daguestán de Rusia para vincularla con Ingushetia/Chechenia -lo que orilló un año después a la "segunda guerra de Chechenia", esta vez a cargo de Vladimir Putin- para crear una confederación caucásica de pueblos islámicos que se hubiera interpuesto entre dos países cristianos ortodoxos hoy enemigos acérrimos: Rusia y Georgia. Lo que menos le importa a los "oligarcas" neoliberales, quienes desde Londres controlan presuntamente a Basayev, es el bienestar y la prosperidad de los pueblos paupérrimos del Cáucaso, ya que su objetivo primordial se concentra en capturar a Daguestán, lo cual les daría acceso directo al mar Caspio y a su correspondiente reparto de petróleo y gas. Lo que perdieron los "oligarcas" en Yukos, la empresa petrolera con la mayor reserva del mundo, ahora intentan recuperarlo mediante la guerrilla islámica transcaucásica. En Daguestán les falló el plan debido a la diversidad étnica intraislámica y, sobre todo, a la colisión de los wahabitas fundamentalistas de la estirpe de Shamil Basayev con los sufis nativos (la mayoría) mucho más apacibles.
HACE DOS AÑOS, Ariel Cohen intentaba amarrar navajas sobre el reparto del mar Caspio entre Rusia e Irán (The Heritage Foundation 05/0902) "la cuenca del Caspio, un mar cerrado de agua salada rodeado por Irán, Azerbaiyán, Rusia, Kazajstán y Turkmenistán, alberga miles de millones de barriles de reservas probadas de petróleo y más de 200 mil millones de reservas potenciales. Según estimaciones, el valor total de su petróleo podría exceder $5 billones de dólares (trillones en anglosajón). También pudiera poseer hasta 325 millones de billones de pies cúbicos de gas natural. Combinada con los recursos energéticos de Rusia, la región pudiera abastecer en el año 2010 hasta la mitad de los recursos energéticos ahora proveídos por el Medio Oriente". Ariel Cohen, vinculado a los intereses petroleros e israelíes, fue quien realizó el diseño de la "privatización del petróleo de Irak", que coincidió en forma notable con el proyecto de "privatización del petróleo mexicano".
ANDREW JACK, DEL Financial Times, (06/09/04) señala los riegos de balcanización del Cáucaso que se ha intensificado en los tres meses recientes, y concluye en la necesidad de un diálogo del presidente Putin con los rebeldes chechenos. El reportero británico (la nacionalidad es relevante) Neal Ascherson (IHT 06/0904) apunta que en Abjazia, una república caucásica híbrida de cristianos e islámicos, bulle una explosión en la transfrontera entre Georgia y Rusia y "solamente un acuerdo global entre Rusia y Estados Unidos sobre el futuro del Cáucaso concluirá con el aislamiento de Abjazia y atraerá a Georgia y a Abjazia a una paz duradera".
DESPUES DE BURLARSE del grueso de pensadores "euroasiáticos" de Moscú, el iraní americanófilo Kaveh Afrasiabi ("Rusia obligada a repensar los lazos con EU"; Asia Times 08/09/04) considera que Putin, "cuya conducta recuerda a la de Bush después del 11 de septiembre", no tiene más opción que adherirse a la guerra contra el terrorismo global que apadrina el presidente estadunidense, si no desea empantanarse más en el Cáucaso, "pese al malestar de los "euroasiáticos" (en especial los militares)" el choque de Beslán (...) puede cerrar la brecha mental entre Washington y Moscú". Afrasiabi se encuentra a un paso de promover un "condominio energético" -que de hecho se estaba fraguando después del 11 de septiembre y que fue desplegado por la colaboración de Estados Unidos y Rusia en la guerra contra los talibanes de Afganistán, pero que luego el unilateralismo neoimperial de la "permanente guerra preventiva" del bushismo fracturó en Irak.
LE MONDE (07/09/04), muy cercano a la cancillería francesa, exuda un profundo malestar: "Ƒpor qué las capitales occidentales apoyan con tanto ardor a Vladimir Putin? ƑPor qué las preguntas simples sobre la política rusa en el Cáucaso son relegadas en beneficio de una muda solidaridad? (...) La realpolitik que dicta a Occidente abstenerse de toda crítica al jefe del Kremlin, descansa en la convicción de que Rusia sigue siendo 'un grande' (...) En el juego geopolítico Rusia juega todavía". Como segundo factor del atractivo ruso radican su gas y petróleo, que tanto necesitan Europa, China, India, Japón y Estados Unidos: "Putin lo sabe y está reponiendo en manos del Estado el sector energético estratégico, por lo que desarrolla proyectos de oleoductos" hacia Europa, Asia y Estados Unidos.
EN SIMILITUD AL "11 de septiembre neoyorkino", que benefició más que a nadie a Sharon (quien habla perfectamente ruso), una vez más, el primer ministro insraelí sale estupendamente regalado con su equivalente: el "11 de septiembre ruso"; el gobierno del presidente Putin ha declarado su interés en colaborar con Estados Unidos e Israel para combatir al "terrorismo global", que de paso, apuntala el entorno electoral del presidente Bush.
|