México D.F. Viernes 10 de septiembre de 2004
Advierte "focos amarillos, quizá rojos" por la falta de equidad en las elecciones
Luis Carlos Ugalde apremia a bajar los costos de las campañas políticas
JOSE ANTONIO ROMAN
El gasto excesivo de las campañas políticas -que rebasan los topes establecidos por la ley-, la creciente dependencia de los partidos del financiamiento privado, la compra y coacción del voto y el desvío de recursos públicos se han constituido en "focos amarrillos, quizá rojos" de la desigualdad en las elecciones, aseguró el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde.
"Estas prácticas, que han sido denunciadas por todos los partidos en diversas regiones del país, podrían sentar un precedente nocivo para la elección presidencial de 2006", dijo durante su participación en el seminario internacional La democracia en América Latina.
Agregó que la política más cara, las campañas más onerosas han empezado a hacer a los partidos cada vez más dependientes del financiamiento adicional del que provee ya, de manera cuantiosa, el Estado mexicano. Además, consideró que estas campañas están sembrando la semilla de la desigualdad, lo cual se torna grave y digno de una reflexión a tiempo, pues en las elecciones locales de los últimos 18 meses se han presentado múltiples denuncias por todos los partidos.
Consideró la falta de equidad en la contienda electoral como el riesgo principal para la democracia electoral, y lamentó que cuestiones que se creían ya superadas en lo federal se presenten nuevamente a nivel local y estatal. Incluso recordó que en las reformas constitucionales que dieron origen al IFE autónomo se diseñó también un modelo de financiamiento público con el propósito de mejorar las condiciones de equidad, garantía que ahora está en peligro.
En entrevista posterior, el presidente del IFE señaló que desde su perspectiva este fenómeno se da porque las elecciones son más competidas y las campañas necesitan mayores recursos para anunciarse en los medios electrónicos, esencialmente la televisión, y a una mayor movilización.
Consideró que la solución de fondo es moderar y reducir los costos de las campañas, debido a que si la política se vuelve cada vez más cara, los partidos serán cada vez más dependientes del financiamiento externo. "El tema -insistió- es cómo protegemos a los partidos políticos del financiamiento externo legal o ilegal que pueda hacerlos vulnerables a intereses privados; ése es el asunto fundamental de la democracia mexicana, que pasa necesariamente por reducir el costo de las campañas electorales."
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