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México D.F. Miércoles 15 de septiembre de 2004
Arnoldo Kraus
Etica de la vergüenza
Hace algunos días, durante una reunión dedicada a la bioética, escuché una idea, que tanto a mí como a otros de los asistentes nos pareció muy interesante. A pesar de que nadie había escuchado anteriormente el concepto ética de la vergüenza, la mayoría comentamos que el término era original y atractivo. Escribo estas líneas partiendo de dos referentes independientes: ética y vergüenza. La interacción entre ambas, ética y vergüenza, podría, quizás, generar conductas sanas en una sociedad yerma de moral y de pudor.
Por ser la ética una filosofía neutral, humana, imperecedera y universal sería deseable que sus principios fungieran como rectores de la condición humana. Huelga decir que buena parte de los malos sucesos en muchas sociedades, y en el mundo, se dan porque los marcos morales se han roto o se han modificado. Desde hace mucho tiempo he pensado que las religiones deberían sustituirse por principios éticos, y por eso he escrito en más de una ocasión que la materia Etica debería ser parte integral de los currículos desde primer año de primaria.
Un "ser ético" conduce su vida de acuerdo con principios humanos que respetan a otros seres humanos, a la sociedad y al entorno. Ya que con las religiones, y sobre todo con quienes las interpretan y las mal ejercen, no sólo no sucede lo mismo, sino que han sido fuente constante de odio e intolerancia, sería maravilloso, repito, que la enseñanza de la ética supliese esos marcos anacrónicos.
La vergüenza es una sensación que evoca sentimientos encontrados. Según el Diccionario de la lengua española implica "turbación del ánimo... ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena". Significa, asimismo, y éste es el concepto que discuto, "pundonor, estimación de la propia honra". La vergüenza tiene que ver con el amor por uno mismo, por ende, debería considerarse como una de las mayores virtudes del ser humano.
La vergüenza se emparenta con la introspección, la sensibilidad y la conciencia. Su ejercicio permite mirar lo externo a partir de la mirada interna; al intentar comprender lo externo, abre las ventanas de lo propio, lo que incentiva la reflexión desde la culpa no religiosa, desde el sufrimiento y desde la pobreza. La vergüenza se construye a partir de lo que sucede con otras personas o en la sociedad, y es una cualidad que ofrece herramientas al individuo para enfrentarse, primero, a sí mismo, y, después, a la sociedad. Por ende, por medio de ese sentimiento es posible modificar algunas circunstancias que afecten negativamente a la comunidad. Lo opuesto, la falta de vergüenza, debe considerarse una enfermedad: se carece de autocrítica, de sensibilidad, de conciencia social.
Buena parte de "la cultura", de las expresiones y de la forma de ser de los políticos mexicanos nos permiten entender lo que sucede cuando se carece de ética y de vergüenza -el tercer escenario de este escrito. A pesar de que es lógico, humano e incluso moral no compartir ninguna de las visiones de Vicente Fox -no me refiero a lo que no logra ver por su estatura-, lo que sucedió en el cuarto Informe de gobierno ofrece un compendio de la insana falta de vergüenza y de ética de nuestra clase política.
Las interrupciones, las pueriles oraciones espetadas por los señores políticos, las fotografías que los muestran sonriendo, hablando, vulgares, desconcentrados, mostrando carpetas, mofándose o haciendo incontables ademanes y signos, así como los abucheos y el desorden que imperó en San Lázaro -templo de nuestros gobernantes- evidencian la ausencia de ética y de vergüenza. Utilizo el ejemplo de los políticos de nuestro país para demostrar cuán perversa y dañina puede ser la enferma combinación que resulta cuando se carece de ética y de vergüenza. Los utilizo, además, porque su quehacer es familiar y consuetudinario y porque sus actos permiten entender lo que pasa en tierras mexicanas cuando quienes gobiernan carecen de esas cualidades.
ƑQué es, entonces, la ética de la vergüenza? La ética de la vergüenza es una conducta que surge en los seres humanos "comprometidos" con la sociedad, es una forma de mirar que nace cuando la conciencia y la autocrítica demuestran que la la iniquidad, las desigualdades y la falta de valores dominan la realidad humana y social. La ética de la vergüenza es una forma de sopesar el mundo equiparando el honor propio con el honor del otro, los valores propios con los valores ajenos, el comportamiento propio con la conducta de otros.
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