La provincia de Pinar del Río, sin servicio eléctrico; los daños, aún sin cuantificar

El ojo del huracán Iván no entró a Cuba

Sus vientos azotaron cabo San Antonio durante 10 horas; sigue su ruta por el mar Caribe

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 14 de septiembre. El ojo del huracán Iván pasó sobre el mar Caribe y nunca entró a territorio cubano, pero su primer círculo de vientos martirizó el cabo San Antonio unas 10 horas, con efecto "devastador" en el área, dijo el jefe del centro de pronósticos del Instituto de Meteorología, José Rubiera.

Sin víctimas, pero con daños todavía pendientes de cuantificar, Cuba volvía hoy a la normalidad tras el paso del poderoso meteoro entre la noche del lunes y el amanecer del martes.

Aún sin servicio eléctrico y agobiada por el impacto, la provincia de Pinar del Río registraba carreteras destruidas, postes de teléfono y tendido eléctrico y dos torres de televisión derrumbados, techos y viviendas destrozadas, inundaciones y cosechas de cítricos tumbadas en el lodazal.

El parque nacional de Guanacahabibes, de 39 mil hectáreas, y la reserva de la biosfera de la misma zona, de 101 mil hectá-reas, sufrieron un severo castigo, según los primeros reportes. "Parece que pasó un in-cendio", dijo Lázaro Márquez, director del conglomerado, citado por la televisión.

El vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión, Carlos Rafael Diegues, quien estuvo en el área, afirmó que encontró un "panorama desolador". Había "un árbol caído detrás de otro".

Informes preliminares indicaron que hasta esta tarde sólo era posible llegar al poblado La Bajada, punto de la bahía de Corrientes desde donde salen dos caminos: uno hacia el cabo y otro hacia el balneario y centro de submarinismo de María la Gorda.

Ninguna de las dos vías es accesible. La fuerza del mar levantó la carretera y la convirtió en pedazos de asfalto. Las poblaciones costeras de Cortés, Boca de Galafre y La Coloma están inundadas, y sus habitantes aún no pueden abandonar los albergues.

El meteoro lanzó su golpe principal desde la extensa península de Guanacahabibes hasta el municipio Sandino, el más occidental del país, en la zona de menor población de la isla, que estaba preparada con el repliegue de sus habitantes a lugares seguros.

En consecuencia, Cuba sólo recibió el impacto del flanco derecho del huracán, que de haber seguido su ruta original hacia la ciudad de La Habana, en la región más poblada, hubiera provocado una catástrofe.

"Si hubiéramos tenido además el ojo y la parte izquierda hubiera sido mucho peor", dijo Rubiera, quien explicó que las inflexiones de Iván hacia el sur de Jamaica y las Islas Caimán fueron decisivas para precipitar el giro definitivo en su paso por Cuba.

Iván es el quinto huracán más agresivo en el Caribe después de Gilbert (1988), el Huracán del día del Trabajo (1935), Camil (1989) y Mitch (1998), agregó. Indicó que según sus primeros datos, sin confirmar, los vientos alcanzaron en territorio cubano 200 kilómetros por hora de velocidad sostenida, con rachas de 260 kilómetros por hora.

La Isla de la Juventud, otro de los territorios castigados, seguía el martes sin servicio eléctrico ni de agua potable, mientras que un interminable aguacero se prolongaba por tercer día consecutivo. Sus mayores perjuicios serán las cosechas de cítricos, que fueron derribadas, así como las plantaciones de plátano.

Al sur de La Habana, en el poblado pesquero de Surgidero de Batabanó, también seguía lloviendo y una amplia franja costera estaba inundada. Los más de 10 mil evacuados aún esperaban en albergues la bajada de las aguas para volver a sus casas.

En Batabanó la Defensa Civil (DC) puso en práctica por primera vez un mecanismo para resguardar masivamente muebles y enseres domésticos, al habilitar trailers con contenedores que sirvieron de almacén du-rante la emergencia.

El teniente coronel Luis Angel Macareño, del estado mayor de la DC, informó que Iván provocó la evacuación de un millón 898 mil 396 personas, más de 15 por ciento de los 11.1 millones de habitantes del país.

La movilización se cumplió con fluidez y eficienciar, y mostró la capacidad del gobierno cubano para reaccionar ante un caso de urgencia nacional. Su dimensión se explica porque se inició cuando se creía posible el paso de Iván por la capital del país.

Se habilitaron 2 mil 492 albergues y fueron movilizados 206 mil 122 efectivos de la DC, informó Macareño, de los cuales 6 mil 103 eran de las fuerzas armadas.