Lanzamiento judicial arrasa con 133 años de historia de la fábrica de chocolates

En la calle, personal y equipo de La Cubana

JOSEFINA QUINTERO M.

Hace cinco días fue desalojada una de las empresas con más antigüedad en la ciudad: la chocolatera La Cubana, SA, fundada en 1872 con capital nacional.

Así quedaron atrás 133 años de historia de esa compañía, ubicada en las calles de Nogal y Cedro, colonia Santa María la Ribera, en la delegación Cuauhtémoc.

Trabajadores, maquinaria, productos de repostería, chocolates y artículos personales conforman el escenario afuera del inmueble. El edificio, propiedad de la Fundación Merced, dedicada a la filantropía, fue recuperado por un grupo de 200 personas la madrugada del pasado viernes 10. Desalojaron el inmueble para cumplir con un mandamiento judicial, promovido por dicha fundación, debido al adeudo de rentas que tenía la chocolatera.

Los más de 220 trabajadores de La Cubana se quedaron sin empleo desde ese día, pero continúan en la calle, reguardando la maquinaria con la que se producía el chocolate. Tienen la esperanza de que la fábrica pueda ser trasladada a otro sitio y ellos se reincorporen a sus labores.

Narraron que el pasado viernes, al presentarse a trabajar, se encontraron con el desalojo; lo realizaban "jóvenes vestidos con playera naranja, que sin importarles nada sacaron todo a la calle. Forzaron las cerraduras de los casilleros, rompieron nuestras pertenencias y golpearon a algunas personas. Se portaron de forma cobarde".

Por la tarde de ese día empezó a llegar gente que "busca qué llevarse". Entonces, los trabajadores decidieron resguardar la maquinaria y otras pertenencias, "para evitar que se perdieran". Por grupos, vigilan las 24 horas. Mujeres y hombres, sostén de sus familias, expresaron que guardan mucho cariño a su trabajo y esperan mantenerlo. A pesar de que nadie les informó sobre la situación económica de la empresa, dijeron estar enterados de que la chocolatera pasaba tiempos difíciles, pero nunca imaginaron que la Fundación Merced actuara en su contra, "pues según se dedica a ayudar a los pobres".

Circulan rumores entre ellos, pero nadie sabe quién es el dueño, o dicen no saber. Mencionan un nombre: Roman Ferret, como el propietario, pero sospechan que es el "prestanombres de alguien importante". A los únicos representantes de la chocolatera que conocen son Edgar Cárdenas, gerente general; Esther León, responsable de recursos humanos, y Mayra Domínguez, jefa de producción.

La Cubana fue fundada en 1872 por la familia Munguía, refiere Enriqueta Enríquez, una de las trabajadoras más antiguas, quien recuerda que ingresó en 1975, como eventual: "me dieron contrato por un mes y después obtuve la planta". Entonces había gente "con muchos años" en la fábrica, "era un trabajo que se heredaba de padres a hijos; sin embargo, yo tuve suerte, porque como requisito sólo me pidieron tener ganas de trabajar. Aquí se trabajaba muy bien, muy a gusto. Yo hacía enjambres de nuez, de pasas, de cacahuate, chocolate relleno de cereza y licor, y con bombón".