Diputados oficialistas niegan que sea insatisfactorio el desempeño del gobierno en seguridad

Revisará el Congreso ruso más de 40 leyes para combatir el "terrorismo"

Aceptan legisladores mantener la moratoria a la inserción de Rusia al Consejo de Europa

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscú, 22 de septiembre. Para combatir el "terrorismo internacional" que, según el Kremlin, "declaró la guerra a Rusia", los diputados de la Duma se disponen a revisar más de 40 leyes, pero rechazaron hoy la propuesta de la minoría opositora de calificar de "insatisfactorio" el desempeño del gobierno en materia de seguridad.

La Duma o Cámara baja del Parlamento reanudó sesiones este miércoles, tras el receso estival, con una amplia agenda marcada por la reciente ola de atentados terroristas y, sobre todo, por la tragedia de Beslán, que el presidente Vladimir Putin utiliza como pretexto -denuncia la oposición rusa- para impulsar una drástica reforma del sistema federativo y de la legislación electoral que busca concentrar todo el poder en el Ejecutivo.

Aunque algunos diputados plantearon restablecer la pena de muerte, la mayoría atendió la recomendación del Kremlin de mantener la moratoria que Rusia adoptó para facilitar su inserción en el Consejo de Europa.

Rusia, en permanente estira y afloja con su aliados nominales, reclama como asunto de su exclusiva incumbencia cuanta medida aplica para combatir el "terrorismo internacional" en su territorio y, a la vez, quiere que se le reconozca como país que respeta los criterios de democracia fijados por el Consejo de Europa, erigido en referente político y guardián de los derechos humanos para el espacio post-soviético.

En este juego de valores entendidos, la Duma también acordó delegar 11 diputados -siete del partido oficialista y uno por cada bancada de las cuatro restantes- a la comisión que integró el Consejo de la Federación, dominado por senadores designados por el Kremlin, para investigar la tragedia de Beslán.

Formalmente, la comisión busca establecer la verdad, aunque las apariencias no pueden ocultar su verdadero cometido: ratificar la versión oficial ya conocida y eximir de toda responsabilidad a las autoridades federales.

Por eso, la mayoría oficialista de la Duma no aceptó incluir a ningún diputado independiente, de los pocos que hay, y tampoco cuestionó la decisión -ordenada desde el Kremlin- de que la comisión trabaje a puerta cerrada, con lo cual sus conclusiones no se podrán confrontar con ningún hecho ni testimonio.

Poco es lo que puede aportar esta comisión a esclarecer la confusa versión oficial de la tragedia de Beslán, mientras los rusos siguen sin saber todavía cuántos rehenes había en la escuela, cuántos murieron en realidad y cuántos miembros tenía el comando de secuestradores, entre muchas otras preguntas que la procuraduría no ha podido o no ha querido responder.

Es evidente, al mismo tiempo, que las conclusiones de la comisión parlamentaria servirán para apuntalar los argumentos que maneja el Kremlin para restringir importantes derechos de los ciudadanos como el de elegir a sus gobernantes en las 89 entidades federativas, por poner un ejemplo.

En tanto, de unos días para acá, el FSB (antiguo KGB) no para de reportar nuevos éxitos en su combate al "terrorismo internacional".

Así, el servicio secreto ruso previno, hace poco, un atentado con varios coches bomba en Moscú y dijo que el único detenido, tras confesar, falleció de un infarto. Sólo un sector de la prensa local reveló, con base en entrevistas a los médicos que trataron de salvarle la vida, que el sospechoso, un ex oficial de la marina de guerra rusa que residía en San Petersburgo, Aleksandr Pumane, murió a consecuencia de la brutal golpiza que le propinaron durante el interrogatorio.

Se acaba de anunciar el cierre de "un canal de financiamiento foráneo" de los separatistas chechenos y se presentó como detenida a Natalia Jalkayeva, una peluquera de 31 años con residencia en Grozny, que también "estaba encargada de seleccionar a mujeres para llevar a cabo atentados suicidas".

Los noticiarios de la televisión local mostraron esta noche imágenes de un cateo en la vivienda de Jalkayeva, donde se encontró como prueba concluyente "un teléfono satelital" desde el cual "hacía llamadas a Arabia Saudita, Alemania, República Checa, Polonia, Austria y Turquía", explicó el general Ilia Shabalkin, vocero del ejército federal en Chechenia, y añadió: "Por teléfono trataba detalles de las transferencias de los recursos financieros recabados por los agentes de las organizaciones terroristas internacionales para realizar atentados y reclutar a mujeres atacantes suicidas".

Asimismo, se atribuye a Jalkayeva, hermana de famoso militante separatista, haber escondido un "cinturón de explosivos", aunque -al parecer por las prisas en editar el video- se alcanza a escuchar su voz negando que el artefacto estuviera en su casa.

Y para rematar, el FSB aseguró que esta noche "unos terroristas", al bajarse en una concurrida calle de Moscú, olvidaron una bomba en un taxi.