Autoridades y pobladores de la localidad se imponen al acoso político y militar

San Juan de la Libertad se refrenda como municipio autónomo incombustible

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

San Juan de la Libertad, Chis., 23 de septiembre. Los pueblos de San Juan de la Libertad nacieron de una lejana diáspora de chamulas a raíz de la rebelión de Cuscat en la segunda mitad del siglo XIX. Expulsados hacia el norte, más allá de las muy antiguas tierras de San Andrés, con el tiempo y otras ''expulsiones'' chamulas se convirtieron en el municipio El Bosque, y la Iglesia católica les puso también su San Juan (como lo tenían ya Chamula y Cancuc). Luego, en la era del partido único, El Bosque formó parte de la generosa reserva de ''voto verde'', que tantas sufragios falsos o inducidos proporcionó al PRI.

También fue escenario de las luchas independientes de la Cioac histórica y la Unión de Uniones. Durante el salinismo fue tierra ''pródiga'' para pronasoles y manipulaciones, y también fermento de la rebelión indígena. Ya antes del levantamiento de enero de 1994, un buen número de pobladores de El Bosque eran, secretamente, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Hoy, militarizado, bombardeado por los programas del gobierno y por los partidos políticos que se esfuerzan en probar que todavía existen, es lugar de un municipio autónomo incombustible: San Juan de la Libertad.

Comunidades como San Pedro Nixtalucum, Unión Progreso, Chavajeval y San Antonio el Brillante han sido escenario de graves agresiones de la fuerza pública, las fuerzas armadas y los paramilitares. El crucero de Caté, que une los Altos y la zona norte con Tuxtla Gutiérrez, sigue siendo un punto de intensa actividad del Ejército Mexicano y la Policía Judicial, como vértice de los patrullajes diarios. La vigilancia militar sobre San Juan de la Libertad sólo es comparable con el riguroso cerco castrense al municipio autónomo de Polhó.

Las imágenes de una multitudinaria protesta contra el Ejército Mexicano en San Cayetano dieron la vuelta al mundo. El concejo autónomo ha sido perseguido y proscrito, pero nunca dejó de funcionar. Actualmente el municipio participa en la junta de buen gobierno (JBG) Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo (Ta olol yoon zapatista tas tuk'il sat yelob sjunul balumil, en idioma tzotzil).

Para entender la dinámica de cooperativas indígenas como las que trabajan en este municipio rebelde, cabe recordar que en julio de 2003, en la Treceava estela que anunciaba los caracoles y las JBG, el subcomandante Marcos notificó: ''Sólo se reconocerán como zapatistas a las personas, comunidades, cooperativas y sociedades de producción que estén registradas en una JBG. Así se evitará que se hagan pasar por zapatistas personas que no sólo no lo son, sino que incluso son antizapatistas (tal es el caso de algunas cooperativas de producción y comercialización de café orgánico)''.

Desde su resistencia, las bases zapatistas se las han arreglado para convivir con "lo oficial". Por ejemplo, la escuela primaria de San Antonio el Brillante tiene maestros del gobierno ("todavía", me dice, transitivamente, un indígena), pero sus dos edificios están cubiertos con hermosos murales rebeldes, donde los caracoles y las figuras humanas se cubren el rostro con paliacates y Emiliano Zapata parece brotar de unas mazorcas.

Bajo las ventanas de las aulas se lee en grandes letras: "Nadie educa a nadie, nadie se educa solo, sino que la educación la daremos entre todos y será en colectivo".

El dinosaurio y el teléfono que no

En el caracol de Oventic, dentro del vecino municipio autónomo de San Andrés Sakamch'en de los Pobres, las bordadoras y costureras de San Juan de la Libertad han instalado una tienda para sus productos. Se trata de una pequeña construcción de madera en la calzada del que fue Aguascalientes II. Junto a la entrada un letrero anuncia ''Cooperativa Xulum Chon''. Un grupo de mujeres está a cargo.

-ƑQué significa Xulum Chon? -pregunto.

-Quiere decir ''dinosaurio'' -responde una de las mujeres.

-Más exactamente, "rinoceronte" -agrega otra, antes de darme tiempo de inquirir si acaso ellas conocen los dinosaurios. No sólo; también conocen los rinocerontes, y les gana la risa a todas al ver mi sorpresa. Nuevamente se adelantan a mi pregunta y explican por qué el nombre.

-Es una historia antigua, de un pueblo que estaba cerca de donde ora es Los Plátanos y que ya no existe. Allí había un río que sale al mar, pero un día se tapó, y el agua no podía llegar al mar. Entonces llegó un rinoceronte, que nosotros decimos dinosaurio, y abrió el paso del agua.

Otras fuentes de la leyenda atribuyen al rinoceronte el bloqueo del río, que sólo se habría destapado al retirarse la bestia.

Mientras medito en la relación bordadoras-dinosaurios, veo sobre el mostrador un teléfono celular. ƑA poco estamos en ''territorio Telcel''?, me pregunto, y pregunto a las mujeres, rubicundas y rientes, si llega hasta allí la señal de su celular. Ahora las risas se vuelven carcajadas. Una de ellas me ofrece el telefonito, tipo Nokia, aprieta el botón on/off y me dice, verdaderamente divertida:

-Es calculadora nomás. Teléfono de mentiras. Lo sirve cuando sacamos cuentas.

La pantalla, en efecto, sirve para sumas, restas, multiplicaciones, divisiones. Sobre la mesa del mostrador se esparcen un bolígrafo, papeles y cuadernos abiertos con el registro de sus ventas, que incluye, en cada caso, el nombre de la comunidad de procedencia de cada prenda que es vendida. Regreso cuidadosamente a su lugar la calculadora-teléfono, sospecho que de fabricación china. Quién me manda.