CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

La cena en Los Pinos y la vulnerabilidad de la ley

Sujeta a escarnio, la flaca justicia mexicana
ƑY la PGR?

LA SENTENCIA salió del propio Vicente Fox: "Nadie por encima de la ley; el único límite al acuerdo y la negociación es la legalidad." Claro que no dijo si la chicanada es parte de la ley que pregona, pero con eso fue suficiente para señalar, unívocamente, al ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela, y a otros ministros con quienes se reunió durante el trámite que en la misma SCJN llevaba la demanda de controversia constitucional que la Asamblea Legislativa del DF interpuso contra el juicio de procedencia para desaforar al jefe de Gobierno de la ciudad de México.

ESTA VEZ no se trata de una reunión secreta que pueda ponerse en duda o de lo sucedido en la misma, que podría no violar ningún precepto legal. No se trata de la reunión de abril. Esta vez la cena, el convite al que Vicente Fox llevó a por lo menos seis ministros fue público, y está registrado en algunos periódicos, como La Jornada. No es posible esconderlo o dudar, es, simplemente, un hecho incontrovertible.

LA PROCURADURIA General de la República debió haber iniciado una investigación sobre ese encuentro, insistimos, público, a la mañana siguiente de la famosa cena y los ministros involucrados tendrían que haberse excusado de conocer el recurso interpuesto por la ALDF, por haber asistido.

LA LEY Orgánica del Poder Judicial Federal, en su artículo 146, fracción novena, establece que será causa de responsabilidad para los servidores públicos de esta instancia, entre otras cosas: "asistir, durante la tramitación del asunto, a convites que le diere o costeare alguno de los interesados, tener mucha familiaridad o vivir en familia con alguno de ellos".

DE LA misma manera, el Código Penal Federal dice en su artículo 225, fracción primera, que los servidores públicos, como los ministros de la SCJN, cometen un delito al "conocer de los negocios para los cuales tenga impedimento legal o abstenerse de conocer de los que les corresponda, sin tener impedimento legal para ello".

HAY QUE recordar, como lo dijimos ayer en este mismo espacio, que Vicente Fox invitó a por lo menos seis de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre ellos su presidente, el señor Azuela, a una cena el 11 de agosto de este año, a las 20 horas, en Los Pinos.

ESTO NO tendría nada de particular, pero el 15 de julio anterior, la ALDF ya había presentado un recurso de reclamación, porque ocho días antes se había desechado la petición de controversia 70/2004 que involucraba a Fox y que demandaba la ALDF para impedir el desafuero de Andrés Manuel López Obrador.

ESO ES lo que dice la ley, que no se negocia y que no permite que nadie esté por encima de ella, pero la ley no está vacunada contra las chicanadas, es decir, siempre ha sido vulnerable para los manejos legaloides, desde donde se tuerce lo legal para favorecer o complacer a quien ordena el poder o al poderoso.

ASI, FRENTE a este hecho real se levanta, mañosa, la verdad chicana que interpreta, supone, tuerce y desfigura los hechos por enormes y ciertos que sean. Por eso lo peor que pueda suceder a cualquier ciudadano normal, es decir, sin dinero y sin poder, es caer en manos de la ley y de sus jueces.

HOY YA no puede haber más duda. La cena o el convite de Fox para los ministros podría convertirse en un acto violatorio de la ley, y frente a eso ya no hay nada que argumentar, la PGR tendrá que actuar y pedir que la inmunidad que tienen los ministros aludidos en este asunto, principalmente Mariano Azuela, le sea retirada para que, como cualquier ciudadano, enfrente la responsabilidad de los hechos que cometió.

DE OTRA manera, la muy flaca justicia de este país será objeto de escarnio y este gobierno de la muerte de la institución que garantiza buena parte de la gobernabilidad en México.

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