Jornadas sobre globalización y derechos humanos

La falta de justicia social, valladar para una democracia plena en AL

KARINA AVILES

América Latina se encuentra lejos del estado social de derecho, y las transiciones a la democracia en la región "o no han sido tal o se han agotado", expresó Luis Díaz Müller, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Al participar en la inauguración de las terceras Jornadas sobre Globalización y Derechos Humanos, El mito del desarrollo y las transiciones a la democracia, el investigador dijo que pareciera que Latinoamérica se encuentra en un callejón sin salida por la caída de los ritmos de crecimiento y el incremento de la pobreza.

Por ello, consideró necesario enriquecer el pensamiento del siglo XXI en torno a temas como la justicia social, los derechos humanos, el estado de derecho, las transiciones, los desafíos del neoliberalismo, los modelos políticos y sociales, y los retos del medio ambiente.

En el auditorio Héctor Fix-Zamudio del IIJ, indicó que no fueron suficientes Auschwitz y los demás campos de concentración, el tribunal de Nuremberg ni la creación de la Corte Penal Internacional. ''El mundo, como un barco a la deriva, se complicó la vida en una compleja trama de conflictos desiguales, de intereses contradictorios en la oscura caverna de la globalización.''

Por su parte, Carlos de la Torre, integrante del mismo instituto, destacó que no es posible una auténtica democracia sin justicia social, pero tampoco una verdadera justicia social sin democracia.

Señaló que más allá de la desconfianza que los latinoamericanos sienten hacia la democracia, para hacer realidad los derechos civiles y políticos plasmados en las constituciones y en los tratados internacionales, el "talón de Aquiles" de su consolidación en la región lo constituye el rezago que hoy enfrentan los derechos sociales, lo cual se refleja en la situación económica y social de estas naciones.

Después de más de tres décadas de lucha y sacrificio de muchos latinoamericanos, la población de la zona tiene administraciones más o menos democráticas: "pese a las particularidades de cada proceso, por primera vez en su historia, por lo menos en su dimensión estrictamente electoral, la región vive bajo estructuras participativas", apuntó.