México D.F. Sábado 25 de septiembre de 2004
La resistencia ha asesinado a 27 de más
de un centenar de extranjeros cautivos
Seis egipcios y cuatro iraquíes se suman a la
lista de secuestrados en Irak
Reporta la OMS 60 casos de hepatitis ligados al consumo
de agua contaminada en el país invadido
REUTERS, DPA, AFP Y THE INDEPENDENT
Bagdad, 24 de septiembre. Un grupo de hombres armados
capturó a seis egipcios y cuatro iraquíes empleados en una
empresa de telecomunicaciones de Egipto que opera en Irak, mientras que
el primer ministro británico, Tony Blair, comenzó a ser blanco
de ataques por la reacción pasiva ante el secuestro de un británico
que lleva una semana en cautiverio.
Ninguna organización se revindicó los secuestros,
que fueron perpetrados en Bagdad, en acciones separadas.
En el primer caso, al menos cuatro iraquíes armados
entraron la noche del jueves a la oficina de la firma Iraqna en la capital
y se llevaron a dos ingenieros egipicios; un solitario guardia no pudo
hacer nada en vista de la superioridad de los atacantes.
Los otros cuatro egipcios fueron secuestrados el miércoles,
junto con cuatro iraquíes, pero esto fue confirmado hasta este viernes
por la agencia de noticias de Egipto, Mena.
Estas ocho personas laboraban cerca de la frontera con
Siria.
La
firma para la cual trabajan los seis egipcios y los cuatro iraquíes
se encarga de administrar una red de teléfonos celulares en el centro
del país invadido y es una filial de la empresa egipcia Orascom.
Desde la invasión estadunidense a Irak la resistencia
iraquí ha secuestrado a más de un centenar de extranjeros,
de los cuales ha ejecutado a 27, algunos de ellos decapitados; varios de
los secuestrados, entre ellos dos estadunidenses y un australiano, están
desaparecidos. Los extranjeros ejecutados son de nacionalidad estadunidense,
coreana y jordana, entre otros.
Uno de los extranjeros en cautiverio es el británico
Kenneth Bigley, secuestrado el jueves de la semana pasada con dos estadunidenses
que ya fueron ejecutados. Otros cuatro europeos que permanecen en cautiverio
son las italianas Simona Pari y Simona Torretta, de la ONG Un Puente para
Bagdad, y los periodistas franceses Georges Malbrunot y Christian Chesnot.
Silencio de Blair
A pesar de haber apelado personalmente en un mensaje videograbado
al primer ministro británico, ni Blair ni su oficina respondieron
este viernes a la petición de Bigley. La organización Unificación
y Guerra Santa pide la liberación de todas las mujeres musulmanas
presas en dos cárceles de Irak, en las inmediaciones de Bagdad y
Basora.
A las quejas de los familiares de Bigley en Inglaterra,
se sumó un ex secretario de Transporte, Stephen Byers, quien -según
The Independent- dijo que la respuesta de Blair al caso Bigley es
una prueba a su fe religiosa.
En tanto, las fuerzas estadunidenses de ocupación
lanzaron un nuevo ataque para presionar sobre supuestas posiciones de los
rebeldes de Unificación y Guerra Santa en el triángulo sunita,
al oeste de Bagdad, que está fuera del control del ejército
invasor.
A 24 horas de un bombardeo aéreo sobre Samarra,
donde hay un rebrote rebelde después de que el comando invasor proclamó
su recuperación, la artillería estadunidense atacó
presuntos puestos de los seguidores de Abu Mussab Zarqawi en las regiones
norte, sur y este de Fallujah, 50 kilómetros al oeste de Bagdad.
Hasta el viernes en la noche no se pudo saber de bajas
entre los guerrilleros.
En Bagdad, cuatro personas que transitaban por el norte
de la ciudad murieron por el impacto de esquirlas de un misil que cayó
sin que se hubiese registrado antes un enfrentamiento.
la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó
hoy que se han registrado 60 casos de hepatitis E en un suburbio del sur
de Bagdad, y nueve de ellos afectan a mujeres embarazadas.
Los voceros de la OMS dijeron que este tipo de hepatitis
está particularmente relacionada con el consumo de agua contaminada
y malas condiciones sanitarias.
A su vez, el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn,
denunció hoy que la guerra en Irak y los temores por la seguridad
han relegado a un segundo plano la urgencia de combatir la pobreza en Africa.
"Es difícil interesar a la gente en estos asuntos cuando el mundo
está gastando 900 mil millones de dólares en Defensa", comentó.
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