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México D.F. Sábado 25 de septiembre de 2004 |
Un globo (con gas) de ensayo
La
consultoría estadunidense Mexico Energy Intelligence (MEI) redactó
un amplio informe sobre la industria del gas, según el cual los
inversionistas en plantas procesadoras de gas natural en el noroeste mexicano
estarían considerando abandonar el negocio en nuestro país
y volverse a California. Según la MEI el obstáculo principal
para los inversionistas estadunidenses sería político y consistiría
en las diferencias de opinión entre las autoridades federales mexicanas
y las locales. Además, siempre según la consultoría,
Estados Unidos no necesitaría con urgencia una mayor provisión
de gas natural.
El carácter de globo de ensayo (repleto de gas
natural) de este informe es evidente, ya que nadie puede creer que, después
de las facilidades obtenidas del gobierno federal, las compañías
que esperan explotar el gas natural del noroeste abandonen sus pretensiones.
Además, es sabido el extremo interés de Estados Unidos por
su abastecimiento de gas natural.
Es obvio, por consiguiente, que las empresas, no contentas
con lo ya obtenido, pretenden lograr nuevas y leoninas concesiones, chantajeando
a los gobiernos locales y al federal con su amenaza indirecta de retirarse
del país. Para colmo, para desmentir a la MEI, ayer viernes se firmó
en Houston un proyecto de asociación entre las compañías
estadunidenses El Paso Corp. y DKRW Energy para construir un gasoducto
de 565 kilómetros que llevará un millón 300 mil pies
cúbicos diarios de gas natural de los estados del noroeste mexicano
hasta Arizona y estados del sur de Estados Unidos.
La DKRW Energy construirá también en Puerto
Libertad, en el Golfo de California sonorense, una planta de gas natural
licuado. Si la lógica, las informaciones sobre el mercado energético
en el país del norte y los hechos contradicen así ese informe
alarmístico, ¿a qué puede responder el terrorismo
informativo? Evidentemente, entre los inversionistas en el sector energético
estadunidense predomina la sensación de que buena parte de las autoridades
mexicanas no sólo no oponen resistencia a sus pretensiones, sino
que desean tener el modo de convencer a la nación de que no hay
otra vía que las concesiones extremas al capital extranjero.
El informe tiene por eso una clara intención política
y no está dirigido a los especialistas, sino a la intoxicación
mediática del pueblo mexicano para favorecer las acciones de los
integrantes del lobby procompañías extranjeras que
pululan en las esferas gubernamentales.
Por consiguiente, ante esta maniobra, es necesario redoblar
la vigilancia sobre las dos partes involucradas -los gobiernos de México
y Estados Unidos y las procesadoras de gas- para exigir plena información
y transparencia y, al mismo tiempo, es urgente discutir el papel del gas
natural en un plan energético estratégico orientado hacia
el desarrollo del país.
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