Insuficiente, el operativo especial de la SSP; 193 detenidos y decenas de heridos

Estalla la violencia al término del partido de futbol americano en CU

Sujetos con el rostro cubierto y armados con palos detonaron petardos afuera del estadio

SUSANA GONZALEZ, JOSE ANTONIO LOPEZ Y JOSE GALAN

Pese al operativo especial que puso en marcha la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina para el partido de futbol americano entre los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y las Aguilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), los mil 358 policías preventivos asignados a la seguridad y vigilancia en el estadio México 68 no pudieron impedir enfrentamientos entre aficionados de ambos equipos, el estallamiento de cohetes y petardos, destrozos en autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), y que sufrieran lesiones decenas de asistentes y cuatro uniformados.

Al final de la jornada deportiva, las autoridades reportaron la detención de 193 personas, de las cuales unas cien fueron remitidas a la agencia de la Procuraduría General de la República (PGR) ubicada en la glorieta de Camarones, por posesión y uso de explosivos; otras 20 quedaron a disposición de las agencias del Ministerio Público local, por delitos como daño en propiedad ajena y lesiones, mientras el resto fueron enviadas ante juzgados cívicos por la comisión de faltas administrativas a la Ley de Cultura Cívica, como alteración del orden. Además fueron decomisados decenas de petardos, objetos punzocortantes y 20 kilogramos de pólvora.

La delegación Coyoacán informó que "varios seudoaficionados lograron introducir al estadio petardos, mariguana y pólvora, además de armas blancas, bates y fierros", mientras el subsecretario de Seguridad Pública, Gabriel Regino, afirmó que "80 por ciento de los asistentes tuvieron una conducta ejemplar, salvo esos grupúsculos irresponsables".

Los sucesos más graves ocurrieron al finalizar el partido, en Insurgentes Sur, frente al estadio universitario, cuando un grupo de estudiantes politécnicos se disponía a partir en un camión de la RTP y fueron apedreados por alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, y varios jóvenes resultaron lesionados, pero en la confusión fueron detenidos por la policía. Mientras, en avenida de la Paz, en San Angel, seguidores de ambos equipos se volvieron a enfrentar.

Ante los disturbios, José Enrique Villa Rivera, director del IPN, afirmó que buscará establecer medidas conjuntas con el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, para evitar que se repitan esos hechos. Ambos tenían planeado reunirse esta semana para examinar las políticas de financiamiento a la educación superior. Ahora la agenda deberá ampliarse, afirmó en conversación telefónica con este diario Fernando Fuentes, vocero del IPN, quien consideró que los actos vándalicos ocurridos tras el encuentro -en el que salió victorioso el equipo del IPN-, fueron cometidos "por seudoestudiantes que no pertenecen a ninguna de las dos instituciones".

El vocero informó que desde antes del partido se solicitó el apoyo de las autoridades capitalinas, para establecer un operativo especial, que "fue lo que permitió precisamente el arresto de esos individuos y el decomiso de petardos, martillos y objetos punzocortantes".

La delegación Coyoacán, a su vez, indicó que pedirá a las autoridades de la UNAM que en lo sucesivo esos partidos se realicen a puerta cerrada y sean transmitidos por televisión, o bien, se refuercen las medidas de seguridad.

Si bien durante el clásico encuentro deportivo el estadio estuvo semivacío, los primeros problemas ocurrieron apenas se inició el cotejo, a las 11 de la mañana, cuando en la explanada del estadio se presentaron unos 300 sujetos con el rostro cubierto y armados con palos, quienes detonaron varios petardos. Desde una camioneta con placas del estado de Michoacán, matrícula MZ80368, Juan Manuel Cuvillo Ochoa y un menor de edad se dieron a la tarea de repartir petardos, bates y varillas; tras las primeras detonaciones resultaron heridos varios estudiantes, dos uniformados y dos caballos de la Policía Montada.

Dentro del estadio, las porras de ambos equipos quedaron separadas por columnas de granaderos, e incluso el subsecretario Gabriel Regino habló con los líderes de cada bando para organizar su salida por separado, para evitar confrontaciones. Sin embargo, cuando el funcionario se encontraba con los aficionados del IPN, un petardo explotó en las gradas.