México D.F. Domingo 26 de septiembre de 2004
La cinta narra los horrores de la guerra civil
salvadoreña, basada en la vida de un infante
Voces inocentes muestra lo que nunca se ha visto
en tv o documentales: Mandoki
Nos abre los ojos ante una realidad atroz: el reclutamiento
de niños para los ejércitos en el mundo: Gabo
Lamenta el director falta de apoyo al cine mexicano;
el fallo de la Suprema Corte es un crimen, dice
ARTURO CRUZ BARCENAS
La película Voces inocentes, que narra los
horrores de la guerra civil en El Salvador de los años 80, centrada
en la experiencia de un niño, "muestra lo que nunca hemos visto
ni en cine, ni en televisión, ni en documentales, ni en otras películas:
¿qué sucede cuando potencias como Estados Unidos o Inglaterra
deciden ir a las guerras y lo que ocurre dentro de las casas? ¿Qué
sucede dentro de las paredes de una escuela, en la vida de los niños?",
expresó el director Luis Mandoki.
En
entrevista, Mandoki añadió: "El presidente estadunidense
George Bush acaba de pasar una ley que indica que se volvería obligatorio,
para hombres y mujeres que cumplan los 18 años, ser llamados al
ejército. Mis hijos nacieron allá... si eso pasa... yo no
regreso a EU, ni a Hollywood", precisó.
Galardonado con el mayor premio de cortometraje en el
Festival de Cine de Cannes en 1976, con el Ariel, en 1979, por su corto
El secreto, y postulado al Oscar por su opera prima Gaby: una historia
verdadera, informó que Voces inocentes se estrenará
en México a finales de este año o en enero de 2005.
Voces inocentes, que originalmente se llamaría
Casas de cartón, tiene como historicidad el periodo de mayor
crudeza de la guerra civil en El Salvador de los años 80. La historia
se basa en el guión escrito por Mandoki y el salvadoreño
Oscar Torres, quien vivió el proceso en la vida real cuando tenía
12 años.
El impacto de Gabo
La cinta ha suscitado comentarios elogiosos y profundos.
Ya la vio Gabriel García Márquez, quien le escribió
al director una misiva en la que le dice: "Las guerras civiles son el principal
flagelo de la humanidad. Ningún conflicto puede compararse en intensidad
al horror experimentado por las víctimas de estas guerras. En especial
los niños.
"Esta película relata la historia de un niño
atrapado en la Guerra Civil de El Salvador, una de las más cruentas
para su población civil. A partir de la mirada inocente de la infancia,
Chava describe el horror de la guerra, en la cual hay cabida para
el amor y la ternura. Su mirada nos conduce por el laberinto de emociones
que contrastan el horror de la muerte, con la ternura del primer beso,
la desolación del mundo circundante con la ilusión infantil
de un mundo mejor.
"La película nos remite no solamente a la guerra
en El Salvador, sino a tantas otras guerras civiles que ocurren actualmente
en todo el mundo y nos abre los ojos ante una realidad atroz que es el
reclutamiento de niños por los ejércitos en el mundo". Así
cierra Gabo su carta.
Mandoki: "Para mí fue un honor que Gabo
viera la película. Su reacción cuando acabó de ver
la proyección fue: 'Cuando veo una película la destrozo y
tengo miles de comentarios; en esta estoy muy impactado. Corrí para
arriba y para abajo con esos niños. Se me olvidó que era
una película'''.
Esta producción se presentó en el Festival
de Cine de Toronto, el pasado 16 de septiembre. Mandoki: "Para mí
fue sorprendente la reacción. Se exhibió en un cine ante
mil 200 espectadores. Lleno. Al final anunciaron que iba a haber una sesión
de preguntas y respuestas. Nadie se movió; me presentaron en el
escenario y hubo una ovación impresionante.
"Presenté a Chava, el niño, que es
Oscar Torres, que ahora tiene 33 años. Toda la gente se puso de
pie. Luego, en las preguntas, muchas personas estaban todavía sollozando,
y los comentarios eran de gracias, porque la película, consideraron,
es muy importante hoy día, aunque sucedió en los años
80. Es contemporánea porque está sucediendo hoy; toca el
corazón y mueve muchas cosas.
"Al otro día hubo otra proyección y tuvimos
el cine abarrotado, y la respuesta fue igual de emotiva y candente. Para
mí, esta cinta es para los niños que están padeciendo
situaciones parecidas y para todos nuestros niños que no las están
viviendo. Para que no tengan que vivirlas nunca".
En Toronto había algunos salvadoreños. Uno
de ellos le dijo: "Lloramos, mi hija y yo, porque lo que vimos en la pantalla
es lo que vivimos nosotros. Esa fue nuestra historia".
-¿Se ha sentido perseguido en sueños o pesadillas
por un soldado?
-No, no en sueños, pero sí al estar filmando
la película. Percibí el impacto.
-Chiapas vive situaciones similares, históricas,
geográficas...
-La presencia de Ofelia Medina como actriz en la película
-la abuela del protagonista, el niño Chava- es importante.
Nos contó lo que ella conoce de Chiapas, donde nuestros niños
están muriéndose de hambre.
-¿Cuántos Chavas habrá en
Chiapas?
-Desgraciadamente miles. Los tenemos aquí, en nuestro
propio país.
Rumbo al Oscar
La producción ya fue sometida a consideración
de la Academia Mexicana para participar por el Oscar, "lo cual es para
mí un gran honor. Uno hace su trabajo y ellos decidirán qué
es lo mejor para representar a México", agregó.
-¿Puede ganar su película el Oscar, dado
el tema?
-Pienso que a la Academia de EU sí le llama la
atención este tipo de temas. Definitivamente sí hay posibilidad.
No hice la película con la intención de ganar premios, sino
para contar la historia.
-Ahora los creadores de cine se apoyan en productores
privados, ¿es ese el camino ante la falta de apoyos del gobierno
mexicano?
-El apoyo del gobierno mexicano sería importante.
En Argentina su cine tiene un boom muy trascendente. En México
hay mucho talento que se está perdiendo, por falta de oportunidades.
"Para mí, esta película marca un regreso
a un cine más comprometido -vuelve a filmar tras 15 años
de ausencia en México-; cuando yo me fui de aquí, después
de Gaby... no existían ni los Altavista Films -una de las
empresas productoras de Voces inocentes-, ni otras que hoy sí.
"Me fui allá no por Hollywood, sino porque me abrieron
las puertas; ahora, gracias a Altavista, hallé una historia que
estaba buscando, que me dejara volver a mis raíces".
-¿Qué piensa de que el pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación declarara inconstitucional el cobro
de un peso en la taquilla por cada boleto vendido en los cines del país,
que se destinaría a apoyar al cine mexicano?
-¡Es un crimen! Es obvio que hubiera dado posibilidades
al cine. Que fueran 50 centavos, lo que fuera, pero no hay nada. La última
vez que el Estado apoyo a la industria cinematográfica mexicana
fue en el sexenio de Luis Echeverría.
Los productores de la cinta son Lawrence Bender y Alejandro
Soberón; productores ejecutivos: Federico González Compeán,
Mónica Lozano, Francisco González Compeán, Miguel
Negoechea y Ana Roth; director de fotografía: Juan Ruiz Anchía.
Actúan Carlos Padilla, Leonor Varela, Gustavo Muñoz,
José María Yázpik, Ofelia Medina, Daniel Giménez
Cacho y Jesús Ochoa. Dura 111 minutos.
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