Necesario, un pacto social que incluya soluciones a los graves problemas nacionales, dice

Debe México pasar ya de la simple alternancia, señala López Obrador

Convoca a una transformación profunda del país Los verdaderos adversarios, quienes amasan fortunas en la ilegalidad y al amparo del erario Propone un Estado social y democrático

BERTHA TERESA RAMIREZ

Poco antes de inaugurar la Avenida de los Poetas y los puentes Carlos Pellicer, Octavio Paz y Jaime Sabines, en Santa Fe, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que hace falta un nuevo pacto social que permita buscar alternativas a los graves problemas nacionales y pasar, con la participación activa de la sociedad y los representantes de los sectores económicos, sociales y políticos, de la simple alternancia partidista en el gobierno a la transformación profunda que necesita México.

El Ejecutivo local, quien por vez primera evitó la improvisación y se apegó a un discurso, que demoró en llegar a sus manos, aseguró que es su convicción que todo aquel que quiera invertir en actividades económicas y genere empleos debe contar con el apoyo y la protección del gobierno. "No son adversarios quienes con esfuerzo y trabajo, y de acuerdo con la ley, crean riquezas y generan empleos, sino aquellos que amasan sus grandes fortunas en la ilegalidad o a la sombra del presupuesto público. Estamos a favor de una inicitaiva privada con cultura productiva, con responsabilidad cívica y dimensión social. Creemos en los empresarios que trabajan y apuestan por México", indicó.

Es posible la suma de voluntades

El mandatario dijo que está convencido de que es posible la suma de voluntades para detener el empobrecimiento del pueblo, para impulsar la economía y generar empleos, "para garantizar la seguridad y la tranquilidad de todos y para purificar la vida publica".

Un nuevo pacto social debe tener como propósito la superación de la pobreza, la cual, junto con la incierta impartición de justcia, la corrupción y la inseguridad se percibe como uno de los más graves problemas a nivel nacional, consideró.

Para alcanzar este propósito el Estado tendrá que asumir una función activa en la promoción del desarrollo y, a la vez, deberá favorecer la particpación de la sociedad civil en esa tarea.

Esto no quiere decir, agregó, que se trate de volver a etapas anteriores, "no se propone un Estado interventor omnipresente, rígido y verticalista, sino un Estado suficiente -activo pero no aplastante-, que renuncie a sus tendencias autoritarias y favorezca la iniciativa de la sociedad. Se trata, en suma, de un Estado social y democrático de derecho".

En este sentido, dijo que lo mejor es equilibrar, no excluir, y hacer posible la convergencia de los sectores públicos, privado y social para el desarrollo del país. "Esta cooperación estrecha es el principio básico para construir una economía fuerte y una sociedad más justa; todos somos indispensables en el esfuerzo del desarrollo con equidad que postulamos", indicó.

López Obrador indicó que de acuerdo con la experiencia de su administración éste es posible, y puso como ejemplo que en la ciudad de México toda la rehabilitación del corredor Reforma- Centro Histórico se ha realizado con la participación de la iniciativa privada, la sociedad civil, el gobierno federal y el gobierno de la ciudad.

Apuntó que en este programa el gobierno de la ciudad ha invertido 675 millones de pesos. Mientras la iniciativa privada está desarrollando 195 proyectos de construcción y remodelación de inmuebles, con una inversión comprometida de 16 mil millones de pesos, es decir, cada peso de inversión pública atrajo 23 pesos de inversión privada.

Señaló que estos resultados se deben a que se ha generado confianza simplificando trámites y otorgando estímulos fiscales. Añadió que al sumar voluntades y esfuerzos se está manejando la infraestructura y se dignifica la imagen urbana de la ciudad.

El jefe de Gobierno agregó que un ejemplo palpable de que es posible la convergencia entre los sectores público, privado y social es precisamente la obra pública que inauguró este domingo, ya que el gobierno poseía un predio de 38.7 hectáreas, sin servicios públicos ni vialidades, con una superficie aprovechable de 26.6 hectáreas, porque el resto son barrancas, áreas verdes y de preservación ambiental. "Este predio originalmente se iba a destinar a la construcción de un reclusorio, pero el proyecto fue dejando de ser viable ante el crecimiento urbano de Santa Fe y, dicho sea de paso, ya hemos edificado dos reclusorios en el oriente de la ciudad", añadió.

Además, como es sabido, esta zona padece un grave problema de tránsito en la vida cotidiana de los pueblos originarios de Santa Rosa, San Mateo y San Bartolo, "por eso tomamos la decisión de firmar un acuerdo con un grupo de empresarios para construir esta avenida y tres grandes puentes, a cambio de un predio que, en un principio, se utilizaría para la construcción del reclusorio", señaló el jefe de Gobierno.

López Obrador apuntó que el procedimiento en esta operación fue legal y transparente; explicó que esta semana se hizo el avaluó comercial del predio, el cual alcanzó la suma de 688 millones de pesos y el costo final de estas obras es de 843 millones 594 mil pesos, incluyendo la ampliación de la avenida Centenario, la restauración ambiental y el pago de las indemnizaciones. "Conviene agregar que la diferencia de 155 millones fue absorbida por las empresas participantes", indicó.

Señaló que el acuerdo incluye el compromiso de destinar un porcentaje de la venta de los lotes del nuevo desarrollo habitacional, para los tres pueblos mencionados, recursos que se destinarán a la educación, la cultura y el apoyo a la población de la tecera edad.

Las ventajas

En su oportunidad, la titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, Laura Itzel Castillo, refirió que la obra dará servicio a a un millón de personas, se reducirá el tiempo local de 60 a tres minutos en un recorrido de 2.1 kilometros.

Durante el corte del listón en cada uno de los puentes inaugurados se leyeron fragmentos de poemas de Carlos Pellicer, Octavio Paz y Jaime Sabines. Entre los invitados estuvieron los empresarios Gabriel Alarcón, Alberto Bailleres y Luis Berrondo; Josefina Rodríguez, Judith Sabines y Ana Isabel Arizmendi Sabines, viuda, hija y nieta del poeta tabasqueño, respectivamente.

También estuvieron Rosario Ibarra de Piedra, Federico Arreola, director general de Milenio; el diputado Manuel Camacho Solís; el escritor Lorenzo Meyer; José Gutiérrez Vivó, presidente de Infored; Tristán Canales Najjar; Juan Francisco Ealy Ortiz, director de El Universal; Carlos Enrique González, rector del Tecnológico de Monterrey; Miguel Angel Granados Chapa, Guadalupe Loaeza, Javier Moreno Valle, propietario de Canal 40, y Yeidckol Polevnsky, entre otros.