La medida, consecuencia del plan para enfrentar la severa crisis eléctrica en la isla

Cierran temporalmente dos hoteles habaneros

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 30 de septiembre. Al menos dos hoteles de esta ciudad, el Riviera y el Neptuno, ce-rrarán sus puertas temporalmente como parte del riguroso plan de austeridad con el que Cuba enfrenta su severa crisis eléctrica, informaron hoy fuentes del sector.

La sorpresiva decisión fue la primera de magnitud que afecta a la industria turística, después de que el gobierno anunció la víspera un plan de ahorro de energía para sortear una caída en la generación. El conflicto sigue a una avería en una planta y a efectos combinados de la falta de inversiones y perjuicios por el empleo de petróleo nacional, de alto contenido sulfuroso.

El Riviera tenía baja ocupación y el Neptuno había cerrado en agosto, como parte de las medidas preventivas ante el paso de Charley, pero ya no fue reabierto después de la emergencia.

Las fuentes hicieron notar que la decisión ocurre en la franja más débil de la temporada baja turística y que era la salida más racional, para evitar gasto eléctrico en un hotel ya cerrado y en otro semivacío.

La reapertura está prevista en el Riviera para el primero de noviembre, pero aún no hay fecha para el Neptuno, una torre gemela de otro hotel, el Tritón, que absorbe la clientela de ambos.

El resto de la planta hotelera de la capital cubana seguía funcionando normalmente, pero con incertidumbre sobre los alcances de los apagones, que desde su reproducción en gran escala a partir de mayo han afectado a instalaciones de las zonas del Vedado (litoral norte) y Miramar (oeste).

El conglomerado hotelero de La Habana vieja, el casco histórico de la ciudad, se beneficia del régimen de cortes que ha sido reducido en un amplio sector de esa zona, debido a que sus tendidos eléctricos son subterráneos y, según expertos, ofrecen grado de mayor riesgo para el encendido frecuente.

Cuando un hotel queda sin servicio eléctrico y entra en funcionamiento su planta de emergencia, la operación promedio es de 60 por ciento del nivel normal, según un especialista consultado por La Jornada.

"Esto significa que funcionan los elevadores y la luz del baño y se puede ver la televisión, pero poco más. Todo lo tienes que considerar en 60 por ciento", dijo.

El Ministerio de Turismo no ha precisado aún el impacto que tendrá la crisis eléctrica en sus operaciones. Hasta antes del anuncio del plan, pero después del reciente paso de los huracanes Charley e Iván, el titular del ramo, Manuel Marrero, se manifestó optimista de que el país llegará este año a la meta de 2 millones de visitantes.

De acuerdo con fuentes de la industria, los riesgos de que los hoteles sufran también cortes prolongados de energía eléctrica surge del anuncio de que, a diferencia de lo ocurrido en los años 90, esta vez habrá menos circuitos priorizados.

Esta categoría fue establecida en el régimen de apagones adoptado en la década pasada, cuando la falta de combustible precipitó la crisis eléctrica precedente y las autoridades excluyeron de los cortes programados a zonas selectas, escogidas por la presencia de establecimientos de algún tipo de relevancia, como hospitales.

En esa etapa, de mil 183 circuitos eléctricos había 411 priorizados. Ahora esta categoría se ha reducido a 196, por lo cual habrá apagones en zonas en las que no se presentaron durante cortes en los años 90.

"Ya se ha conciliado entre provincias y ministerios" la selección de las zonas priorizadas, dijo en la televisión el vicepresidente Carlos Lage, al anunciar en la víspera el paquete de acciones.

Las actividades productivas y de servicios serán paralizadas en los horarios pico de demanda eléctrica, es decir, entre las 11 y las 13 horas, durante el día, y entre las 19 y las 23 por la noche. El comercio cesará su actividad a las 19 horas, con excepción de restaurantes y venta de alimentos.

El alumbrado de seguridad en las instalaciones públicas y fabriles será reducido a su mínimo imprescindible. Será eliminado en áreas exteriores de los edificios y sólo quedará en las zonas indispensables del interior, aunque podrá aumentar el personal voluntario que realiza rondines de vigilancia, ejercicio conocido como guardia obrera.

El plan ordenará también que en los lo-cales climatizados la temperatura sea de por lo menos 24 grados centígrados, pero el aire acondicionados se apagará íntegramente en los horarios pico.

De esa disposición quedan exceptuados los aires tecnológicos, es decir, los que forman parte de una cadena productiva, como frigoríficos de almacén de alimentos o los que protegen sistemas de cómputo.

En estos casos, siempre según el plan, y donde sea posible, deberán apagarse al menos dos horas diarias.

Cada provincia tendrá un programa se-manal de apagones "que se mantendrá vi-gente hasta en tanto se normalicen las condiciones de generación del sistema eléctrico nacional", indicó el plan.