LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO

José Agustín Ortiz Pinchetti

Hacia la gobernabilidad: autorreforma del Congreso

EN MEXICO HAY GOBERNABILIDAD. El viejo sistema heredó a la incipiente democracia mexicana un Ejecutivo fuerte, instituciones sólidas y una cultura de disciplina social admirable. Es cierto que no se ha podido llegar a grandes reformas. Esto se debe, principalmente, a la fragmentación de las fuerzas políticas y a que el primer gobierno de la alternancia no ha querido y no ha podido lograr los consensos.

POR LO QUE TOCA al futuro inmediato me siento francamente escéptico. Es una constante en la historia política de México que la sucesión presidencial es portadora de grandes tensiones. La excepción fue el último ciclo sexenal, en el que se dio una competencia libre y (relativamente) justa. En la víspera de la nueva sucesión presidencial, se han producido hechos que pudieran augurar otra crisis en 2006: la autoridad electoral, pieza clave en el proceso de democratización, no cuenta con las certezas de imparcialidad que tuvo su antecesor; están en curso iniciativas perversas destinadas a impedir una competencia leal. La organización por las agencias del gobierno de un ataque para desacreditar al jefe de Gobierno del Distrito Federal es un signo de grave parcialidad. El absurdo del proceso de desafuero puede provocar una convulsión social y dificultar o impedir el carácter pacífico y legal de los comicios de 2006. Hay otro intento irresponsable de recortar recursos multimillonarios al Distrito Federal, alegando que no se ha hecho cargo de la educación básica, cuando todos sabemos que es el gobierno federal el que ha impedido la descentralización. También sabemos que el Distrito Federal hace una aportación sustancial al resto de la Federación que rebasa en dos por uno lo que recibe de ella.

CABRIA PREGUNTARNOS: ƑCUAL es la posible aportación del Congreso de la Unión para garantizar que la disputa por el poder se dé en las urnas y no en las calles? Habría varias omisiones. La Cámara de Diputados no puede dejar prosperar el desafuero. El constituyente permanente no puede autorizar una reforma del 122 que implica un embargo de fondos federales contra el gobierno de la capital. Las cámaras no pueden seguir procesando leyes que actúan como proyectiles en contra de determinados gobiernos.

POR LO QUE TOCA A iniciativas constructivas, existe un conjunto de reformas útiles para garantizar la gobernabilidad. La más importante de todas es una reforma electoral profunda que controle los recursos que emplean los partidos en las elecciones y asegure que todos expresen sus posiciones en forma ordenada y justa. No niego la dificultad de esta reforma, en particular por lo complicado de los consensos necesarios, porque los partidos que finalmente decidan aceptarla no estarían dispuestos a ceder en materia de recursos ni en restringir el acceso a los medios.

PERCIBO MAS VIABLE UNA autorreforma del Congreso, capaz de reforzar el órgano legislativo y garantizar la separación y el equilibrio entre poderes. La autorreforma sería un legado importante de la 59 Legislatura. Se está trabajando en ello y saludo estas iniciativas. Es necesario abrogar la Ley Orgánica de 1979 para crear una ley del Congreso que desarrolle tanto los aspectos orgánicos como el funcionamiento y la funcionalidad de éste. Precisamente en esos ámbitos se pervierte le esencia democrática de las prácticas del Poder Legislativo.

ES IMPOSIBLE HACER UNA exposición detallada de los contenidos de una nueva ley en este espacio. Apenas voy a mencionar algunos de los rubros que debería incluir una agenda en este sentido: 1. Reformar los órganos constitutivos de las cámaras, comenzando por la mesa de decanos. 2. Revisar lo concerniente a los órganos directivos y de gobierno camaral (presidente, mesa, junta). Se requiere cambiar la concepción y el estatuto de las bancadas. 3. Urge reforzar las normas de funcionamiento en comisiones, incluyendo garantías de legalidad para dicho funcionamiento. 4. Definir el régimen normativo de la Comisión Permanente y las competencias secuenciadas del Congreso. 5. Crear el estatuto personal del diputado y del senador; sistematizar sus obligaciones y derechos. Crear un régimen de transparencia y responsabilidad que elimine el tráfico de influencias. 6. Asegurar los derechos de las minorías parlamentarias. 7. Disponer de un régimen que sujete a ciudadanos y corporaciones privadas a investigaciones y comparecencias cuando así lo solicite el Congreso.