México D.F. Lunes 4 de octubre de 2004
Me iré cuando me tenga que ir, no cuando me echen; salvar el Consejo, mi triunfo más grande, afirma
Presidir el CMB fue algo que Dios me dio: Sulaimán
NOTIMEX
Phuket, tai., 3 octubre. La salvación del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) fue el triunfo más grande de mi vida cuando el organismo ya estaba desahuciado, y esa es una motivación para seguir dirigiéndolo, comentó José Sulaimán, quien preside al organismo desde 1975.
A unas horas de la inauguración de la 42 convención anual del CMB en el hotel Arcade Hilton de Phuket, el dirigente dio a conocer sus puntos de vista y su posible relección al frente del organismo de mayor prestigio y reconocimiento en el boxeo.
"El Consejo Mundial ya no tenía salvación, por la demanda millonaria, y ahora que se aseguró su permanencia salí más fortalecido que nunca. No pudieron acabar con el CMB y estoy decidido a seguir si los integrantes de la junta de gobierno deciden votar por mí", agregó.
Hospedado en una suite del hotel sede de la convención, Sulaimán Chagnon revisó la agenda de trabajo y las actividades que realizarán durante la reunión anual que incluye el martes 5 las elecciones del Comité Ejecutivo y la presidencia para el periodo 2004-08.
"Yo me iré cuando me tenga que ir, no cuando me echen. Ser presidente del CMB fue algo que Dios me dio, la razón de vivir, de servir a la gente y a los boxeadores de todo el mundo. Me olvidé de vivir por estar al servicio de los demás", comentó el dirigente tamaulipeco.
Sostuvo que llegó a esta convención con pleno convencimiento de dejar la presidencia que ocupa desde la reunión en Túnez 75, "pensé que era mi última página, pero me han pedido que siga al frente y lo haré con una votación unánime, que no sea rutinaria, ni burocrática, de otra forma me voy".
El ex boxeador alemán Graciano Rocchigiani ganó una demanda por 31 millones de dólares al CMB en una corte de Nueva York, lo que obligó al organismo con sede en la ciudad de México a declararse en bancarrota por lo que estuvo a punto de desaparecer ante la falta de recursos para pagar esa cantidad.
"El CMB es inocente, nunca le hicimos nada a Rocchigiani, fue una injusticia, pero finalmente el consejo salió más fortalecido. En esta lucha nos dimos cuenta quiénes son leales al organismo y quiénes los enemigos y por esa la convención es llamada de "la lealtad", indicó.
Después de llegar a un arreglo con el demandante, "salí con la frente el alto, con mucha gente en mi esquina y más fuerte que nunca", finalizó.
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