El líder tibetano, doctor honoris causa de la Uia

La educación debe cultivar valores internos: Gyatso

JOSE GALAN

El Dalai Lama afirmó en la Universidad Iberoamericana (Uia) que si bien la educación ha tenido gran avance en el mundo, no es garantía para que la persona sea más feliz o viva en paz. Al contrario, en muchos casos provoca más deseos y sentimientos de cumplir con metas y objetivos, lo que genera ansiedades.

Luego de recibir del rector de la Uia, el jesuita José Morales Orozco, el doctorado honoris causa en humanidades que le otorgó el sistema de universidades Ibero-ITESO, de la Compañía de Jesús, el monje budista sostuvo que confiar exclusivamente en las cosas externas para tener felicidad, paz mental o satisfacción no es ninguna garantía, ya que físicamente se pueden sentir condiciones favorables, pero mentalmente no.

Una persona puede tener comodidades, sentirse bien físicamente, con mucha salud, e incluso buena educación y antecedentes familiares, pero su mente siente soledad y experimenta infelicidad. Por ello, sostuvo que se debe prestar atención al hecho de que la educación no sólo debe servir para obtener conocimientos que se aprovechan de manera material, con énfasis en lo externo, sino que el individuo se debe educar para desarrollar valores interiores, para que la mente tenga la verdadera felicidad.

En una ceremonia caracterizada por un impresionante despliegue de seguridad, en el que intervinieron más de 100 miembros del Estado Mayor Presidencial, que desde la madrugada cercaron el recinto universitario de Santa Fe donde tuvo lugar la ceremonia, Tensing Gyatso insistió en que la educación no sólo debe desarrollar conocimientos, sino también "un corazón cálido", es decir, la difusión y el aprendizaje de valores interiores alejados del materialismo.

''Es muy común oír que muchas personas hablan de la paz, de la justicia, incluyendo líderes políticos, y también es muy común encontrar una brecha entre lo que dicen y lo que hacen para lograr esos objetivos", agregó. "Se habla de paz, de justicia, de fraternidad y entendimiento y de palabras de ese tipo, pero no hacerlas efectivas provoca los problemas que enfrentamos hoy en el siglo XXI, y que son generados por el ser humano".