México D.F. Viernes 8 de octubre de 2004
Elude comentar si enviará nota diplomática
a México
Molestan a China dichos del Dalai Lama en San Lázaro
GEORGINA SALDIERNA
El embajador de China en México, Ren Jingyu, lamentó
que, en su visita a la Cámara de Diputados, el Dalai Lama haya utilizado
ese recinto para llevar a cabo, sin tapujo alguno, actividades políticas
encaminadas a la separación del Tíbet.
Le
han permitido convertir la sede legislativa en tribuna para sus operaciones
políticas, insistió el diplomático en conferencia
de prensa.
Cuando se le preguntó si la misma observación
se podría hacer respecto al encuentro del líder religioso
con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López
Obrador, el diplomático manifestó que algunos periódicos
han calificado a los políticos que se reunieron con el tibetano
de oportunistas. ''Yo no sé si son oportunistas o no'', pero muchos
de quienes lo han recibido lo han hecho debido a la ignorancia que tienen
sobre el tema.
El jefe de la legación china enfatizó que
el gobierno mexicano ha reafirmado la posición de reconocer una
sola China, incluyendo al Tíbet, y ''desearíamos que todas
las instituciones acaten eso''.
Ren Jingyu agregó que durante su visita a México,
el líder religioso ha tratado de engañar a la gente bajo
el manto de la religión y el lema de la paz.
"Se ha aprovechado de todo tipo de ocasiones y oportunidades
posibles para fomentar propagandas negativas y divulgar informaciones sin
fundamento sobre el Tíbet, llevando a cabo sin tapujo alguno actividades
políticas encaminadas a la separación de la patria.
''Prueba de ello han sido las declaraciones en la Cámara
de Diputados'', donde ratificó que busca la autonomía de
la región tibetana.
Según el diplomático chino, la propia conducta
del Dalai Lama ha demostrado una vez más que él no es simplemente
una personalidad religiosa, sino un exiliado político que se dedica
a actividades orientadas a la escisión de su país.
En su declaración de prensa, destacó que
el obsoleto régimen teocrático de servidumbre feudal del
Tíbet fue sustituido por uno democrático fundado por los
propios tibetanos. El destino y el porvenir de esa región ya no
pueden ser decididos por el Dalai Lama y su grupo, sino por todo el pueblo
chino, incluida la comunidad tibetana.
También refirió que la política de
su gobierno hacia el Dalai Lama ha sido siempre consecuente y transparente.
El líder religioso debe ver con claridad la situación, afrontar
la realidad, abandonar su planteamiento sobre la independencia del Tíbet
y procurar hacer, en los años restantes de su vida, algo beneficioso
para el desarrollo y el progreso de la patria.
Pese a este señalamiento, consideró luego
que el líder budista debería quedarse en su casa a orar como
religioso que es, y no andar viajando por todo el mundo para engañar
a la gente.
Por último, resaltó que la cuestión
del Tíbet concierne a la soberanía y la integridad territorial
de China, y resulta sensible para los sentimientos nacionales. La soberanía
y la integridad territorial del país deben ser respetadas por todas
las naciones del mundo.
Ante lo sensible del tema, el embajador evitó dar
a conocer si enviará una nota diplomática al gobierno mexicano
por lo ocurrido con el Dalai Lama en San Lázaro.
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