México D.F. Sábado 9 de octubre de 2004
Sergio Raúl Arroyo, director del INAH,
habla del conflicto en Teotihuacán
Al autorizar el Wal-Mart, se soslayó una vertiente
''simbólico-política''
Convergen aspectos extrarqueológicos y extralegales
que se deben considerar, explica
Prepara el instituto un proyecto académico para
reforzar la protección del patrimonio
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Aunque insiste en que recurrió a todas sus atribuciones
legales en el caso del Wal-Mart en Teotihuacán, Sergio Raúl
Arroyo, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH), admite que hay una vertiente ''simbólico-política"
que se soslayó al autorizar la construcción de la tienda
en las inmediaciones de la zona arqueológica.
Se trata de una vertiente en la que confluyen aspectos
extrarqueológicos y extralegales que deben considerarse dado que
impactan el trabajo de protección del patrimonio arqueológico.
Al respecto, el INAH está elaborando para Teotihuacán
un proyecto de investigación académica que valore las cuestiones
sociales y políticas del conflicto.
De acuerdo con el funcionario -quien se manifiesta en
favor de la reubicación del Wal-Mart- se trata de un proyecto que
en el corto plazo se dará a conocer y en el que ''tendrán
cabida la sociedad civil, las comunidades y las distintas instancias de
gobierno relacionadas con la regulación de estas áreas".
Se busca de esa manera ''una cobertura integral a los
problemas que se nos presentan en una zona tan importante como Teotihuacán,
pero que no es privativo de ese sitio".
Problema antropológico
-¿Por
qué esperar a que estallara el problema para echar a andar un proyecto
así?
-No. Tiene que ver con que el INAH se ha abocado a lo
que es estrictamente el núcleo arqueológico y el programa
de protección del patrimonio. Queremos ampliar este trabajo de investigación.
No puede ser un trabajo de extensión de cobertura técnica,
sino que nos demos cuenta que la convivencia misma con las comunidades
nos plantea un problema antropológico.
-Usted ha dicho que el instituto actuó con total
apego a la ley, ¿entonces faltó esta visión, considerar
estos aspectos extrarqueológicos, estrajurídicos, ser sensible
a ellos?
-Creo que sí. Ese es un trabajo que necesita ser
cada vez más claro dentro de los procesos normales de la antropología.
Independientemente de los problemas que se han suscitado en la zona, tenemos
la obligación de responder de algún modo a estos intereses
o preocupaciones de la comunidad.
''Es un proceso que no pasa necesariamente por el aspecto
técnico y legal, sino que tiene que ver más bien con una
vertiente política de los problemas.''
-¿Y simbólica no?
-Y simbólica, por supuesto. Una vertiente simbólico-política
de estos procesos que están vinculados con cuestiones políticas,
tienen que estar respaldados en un trabajo de investigación pleno.
No es el trabajo estrictamente de la zona arqueológica o de la administración
de la arqueología, pero la influencia de estos problemas dentro
del ámbito de nuestra institución, es constante y es fuerte.''
-Cuando tuvo conocimiento del proyecto de Wal-Mart, ¿no
tomó en cuenta todas esas consideraciones?
-Consideramos muchos de estos factores y así lo
hicimos saber, no es algo que nos fuera ajeno, pero nos vimos restringidos
en las posibilidades legales. Tenemos muy claro que esas opciones se cubrían
de manera concreta, pero nos parece que vistas desde esa perspectiva siempre
habrá una visión fragmentaria.
-Al respecto, ¿la ley ha sido rebasada, no está
a la altura de la complejidad del problema?
-Creo que no tiene que ver esto con la ley federal. Me
parece que la ley cumple plenamente su cometido, tiene una visión
integral de los problemas relacionados con el patrimonio cultural.
''Donde veo el problema es en las regulaciones, en las
normas, que muchas no son directamente emitidas por el instituto, que no
son parte de nuestro trabajo.
''Por ejemplo, el plan parcial de desarrollo que es aprobado
por el Congreso local no tiene que ver con el INAH de manera directa. El
terreno se categoriza para uso de servicios y abasto, entre otras cosas.
Desde que se hizo el primer levantamiento de la zona en los años
60, se encontró que ahí no había vestigios importantes,
carecía de potencial arqueológico directo. Entonces el plan
parcial está regulado por la poligonal que se aprobó y trazó
en 1988, pero aquí no están incluidos todos los impactos
en el orden social y político de una comunidad.''
Episodio vistoso
-En otras instancias de gobierno relacionadas con el conflicto,
¿no hay la sensibilidad, el conocimiento?, ¿qué está
ocurriendo?
-No quiero de ninguna manera afirmar eso. El INAH va a
tomar la responsabilidad de hacer una propuesta institucional para algo
fundamental: proteger el patrimonio.
-Se tienen que admitir los imperativos económicos
de un mundo globalizado, al que representa WalMart. ¿No le preocupa
que a raíz de eso surjan conflictos que son más bien de orden
simbólico?
-Muchísimo y pienso que por las tendencias del
mercado internacional estos episodios se pueden repetir. Debemos aprovisionarnos
de mejores elementos para atenderlos, pero la ley no faculta al instituto
a cancelar una obra por el sello de una empresa. Esto nos rebasa. Nos es
facultad del INAH regular los mercados.
-En cierto sector de la sociedad queda la idea de que
el INAH, en este caso como en el del Casino de la Selva, falló.
¿Qué dice al respecto?
-No creo que ésta sea una visión. Tiene
que ver con el grado de información de quien piense así.
La gente advierte que el INAH ha defendido el patrimonio cultural. Un episodio
como éste es muy vistoso y no quisiéramos que se repita.
Pero hay otros en los que cancelamos estacionamientos subterráneos,
o defensas de orden político como el caso de las piezas que querían
sacar del Arzobispado. Son ejemplos en los que el INAH ha defendido el
patrimonio cultural. En muchos sentidos ha sido una labor ejemplar.
Activistas del Frente Cívico cumplieron nueve días de ayuno
Diputados del PRD propondrán punto de acuerdo para reubicar la tienda
JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSAL
Teotihuacan, Mex., 8 de octubre. Diputados locales del Partido de la Revolución Democrática (PRD) propondrán ante el pleno del Congreso del estado de México un punto de acuerdo para llamar al gobierno mexiquense, al ayuntamiento de Teotihuacán y al Instituto Nacional de Antropología e Historia a reubicar fuera de toda zona protegida la tienda comercial que construye la trsnacional Wal-Mart en el perímetro C de restricción de la zona arqueológica.
El diputado local del sol azteca, Felipe Rodríguez Aguirre, acudió hoy al campamento donde se mantienen en huelga de hambre los tres activistas del Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán, Emmanuel D'Herrera Arizcorreta, Emma Ortega Moreno y Lorenzo Trujillo.
Débiles, los tres ayunantes
Ahí, además de sumarse al movimiento, Ramírez Aguirre les informó sobre la elaboración del punto de acuerdo que, aseguró, lo presentará en el pleno del Congreso mexiquense el próximo jueves.
''Se trata de intervenir en el conflicto suscitado por el Wal-Mart. En el punto de acuerdo que elaboro se propone que se llame al gobernador mexiquense Arturo Montiel, al ayuntamiento y al INAH para que se reubique la tienda fuera de todo perímetro protegido.
''El punto de acuerdo se plan-teará que se vote en el pleno, bajo el artículo de dicta de urgencia y obvia resolución. Vamos a cabil-dear con los fracciones de todos los partidos para que sea aprobado", manifestó.
Justo cuando el legislador dialogaba con los activistas en huelga, Emmanuel D'Herrera sufrió otro desvanecimiento. Los huelguistas, en su noveno día de ayuno, se encuentran visiblemente débiles y no cuentan con supervisión médica permanente.
Una comisión de integrantes del Frente Teotihuacano también participó en uno de dos foros, uno desarrollado en la Universidad Nacional Autónoma de México y otro en la Universidad Autónoma Chapingo para exponer la problemática. Alumnos de esta última universidad también se solidarizaron con el movimiento del frente cívico.
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