México D.F. Lunes 11 de octubre de 2004
En el penal de La Palma, se reserva derecho
a declarar
"Soy un chivo expiatorio", dice el ex secretario de
Finanzas
ISRAEL DAVILA CORRESPONSAL
Almoloya
de Juarez, Mex. 10 de octubre. Luego de considerarse "un chivo expiatorio
de las autoridades" y negar las imputaciones que hay en su contra, Gustavo
Ponce Meléndez, ex secretario de Finanzas del gobierno capitalino,
se reservó el derecho a rendir su declaración preparatoria
ante el juez primero de distrito en materia penal federal del estado de
México, José Alberto Montes Fernández, quien el pasado
6 de octubre concedió una orden de aprehensión en su contra
por su presunta responsabilidad en el delito de lavado de dinero.
Su abogado, José Enrique Soto Fernández,
solicitó de inmediato la duplicidad del término constitucional
de 72 a 144 horas, para así tener oportunidad de reunir los elementos
suficientes que puedan desvirtuar la acusación que existe por el
delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. De esta
forma, el juez determinará la situación jurídica del
indiciado el próximo viernes, a más tardar.
Acompañado sólo por su abogado y vestido
con el uniforme beige de este centro penitenciario, Ponce Meléndez
lucía demacrado tras la rejilla de prácticas del penal federal
de Almoloya de Juárez. Por conducto de su abogado pidió atención
médica especializada para "sobrellevar" la diabetes, enfermedad
que padece desde hace unos meses.
Soto Fernández señaló que, en caso
de no obtener el auto de libertad en los próximos días, solicitará
de inmediato el traslado del ex funcionario del GDF a un reclusorio de
la ciudad de México, no sólo por la enfermedad que aqueja
a su cliente, sino porque Ponce Meléndez "no es un sujeto considerado
de alta peligrosidad".
Tras ser detenido en Tepoztlán, Morelos, y ser
ingresado la noche del sábado al penal de máxima seguridad
de La Palma, Ponce Meléndez fue recluido en una celda del área
de observación y clasificación, donde es monitoreado las
24 horas del día por una cámara de video.
El abogado de Ponce Meléndez comentó que,
hasta el momento, la Procuraduría General de la República
no ha aclarado la razón para recluir a su cliente en un penal de
máxima seguridad, donde "está expuesto a una luz blanca todo
el día, lo que representa tortura sicológica".
Luego de desayunar, Gustavo Ponce fue notificado que en
punto de las 13 horas tendría que presentarse a la rejilla de prácticas
para rendir su declaración preparatoria ante el juez primero de
distrito en materia penal federal del estado de México. Minutos
antes de iniciar la diligencia se encontró con su abogado, a quien
le pidió sacarlo de ese lugar.
"Mi cliente se encuentra temeroso -dijo Soto Fernández-,
tiene mucho miedo, porque es sabedor de que no ha cometido falta alguna
y que no tomó un peso de las arcas públicas. De repente le
dicen que por un video, donde lo muestran jugando en Las Vegas, tiene que
ir a la cárcel. Siente que es una cuestión política
y que es un chivo expiatorio de las autoridades".
Este domingo sólo fue requerido por el juez Montes
Fernández por la causa penal 40-2004, por lavado de dinero,
en la que se acusa a Ponce Meléndez de transportar recursos del
aeropuerto de Toluca a la ciudad de Las Vegas, Nevada, en Estados Unidos,
y viceversa.
El expediente consta de 11 tomos que fueron leídos
durante cinco horas al ex secretario de Finanzas, quien fue sorprendido
jugando en el casino del hotel Bellagio, según un video difundido
el pasado primero de marzo. La acusación, sostuvo el abogado, se
sustenta en los informes que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos
entregó a la Secretaría de Hacienda sobre los supuestos viajes
que realizó Ponce Meléndez en unas 17 ocasiones.
"No hay elementos para sostener la acusación, no
se da el nexo causal ni se refiere dónde está lo ilícito
de los recursos. Tan no hay elementos que no se acompañó
la acusación por otro delito, como delincuencia organizada", argumentó
Soto Fernández.
Se espera que este lunes Ponce Meléndez sea notificado
de la acusación que realizó la Procuraduría General
de Justicia del Distrito Federal por fraude genérico por 31 millones
de pesos contra la delegación Gustavo A. Madero, donde también
se involucra al empresario Carlos Ahumada Kurtz.
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