Los pocos avances producidos se debieron a luchas de las etnias, señalan

Fracasó del decenio de los pueblos indios, opinan líderes de 20 países americanos

Lamentan la aparición de trasnacionales como agente negociador con indígenas

ROSA ROJAS ENVIADA

Tepoztlan, Mor., 10 de octubre. A dos meses de que finalice la Década de los Pueblos Indios declarada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1994, una veintena de dirigentes de pueblos originarios de América la calificó de "fracaso". Los avances, limitados, que hubo se debieron sobre todo a las luchas de los propios pueblos, "nadie nos ha regalado nada"; los grandes incumplidores de sus objetivos y metas fueron los estados y los gobiernos por falta de voluntad política.

Se planteó la necesidad de que se proclame un nuevo decenio de los pueblos indios y que sea el Foro Permanente de Pueblos Indios de la ONU el encargado de dar seguimiento al cumplimiento de sus objetivos y metas, con una agenda que debe ser determinada por los propios pueblos originarios.

Convocados por el Programa México Nación Multicultural, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la Fundación Rigoberta Menchú Tum, en la reunión Después de la Década de Pueblos Indígenas: recuentos y horizontes, los asistentes advirtieron que en este lapso surgió un nuevo actor, las empresas trasnacionales, que están negociando directamente con los indígenas, lo que aumenta su vulnerabilidad, sobre todo por la inexistencia de un marco jurídico que proteja sus derechos, al estar trabada -por falta de consensos- la declaración de la ONU de los derechos de los pueblos indios.

Andrea Carmen, indígena yaqui de Arizona, quien ha participado cerca de dos décadas en las negociaciones del citado documento, advirtió -sin embargo- que es preferible no tener nada a aceptar que se emita una declaración en la que no se reconozcan cabalmente los derechos colectivos de los pueblos originarios, que les ponga límites, sobre todo el derecho a la autodeterminación y a sus territorios porque esos derechos ya han sido reconocidos en muchos estados.

En la reunión, cuyos trabajos se iniciaron hoy y concluirán el martes 12 con la entrega de las conclusiones al rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, se hará una valoración del cumplimiento de los objetivos de la década; del impacto de ésta en relación con la participación de los pueblos indígenas en el ámbito internacional; de la relación de los pueblos indígenas y los estados nacionales; del autogobierno y fortalecimiento de los pueblos indígenas y de los desafíos y tareas a futuro.

Asisten al encuentro representantes de pueblos indios de Canadá, Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Argentina, Panamá, México, Perú, Brasil, Bolivia, Belice, Honduras, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua. La premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, se incorporará este lunes a los trabajos.

Hubo consenso en que los avances que se produjeron durante el decenio se centraron en la institucionalización en el sistema de Naciones Unidas, como fue la instauración del relator de derechos humanos de los pueblos indios y del Foro Permanente, y que instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial ya tienen consejeros indios, si bien en el caso de esta última institución ha habido retrocesos en lo que se refiere a sus políticas respecto a los pueblos originarios.

Andrea Carmen pidió no olvidar que la ONU es al final de cuentas "la organización de los países que los han colonizado", señalando que en unos días más se cumplirán 512 años de lucha de los pueblos indígenas y, aunque en la declaración del decenio se hablaba de construir una nueva relación con los pueblos indios, un año y un decenio son sólo una gota en el mar para cambiar esas relaciones. "Ya estamos sentados a la misma mesa pero no comemos la misma cena", dijo.

Nina Pacari, ex canciller de Ecuador, planteó que incluso en el mismo contexto institucional de la ONU hay dispersión entre sus agencias, porque el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia no ha incorporado lo relativo a los derechos de la niñez indígena ni a las políticas que tengan que ver con el principio de la diversidad, aunque ya está incorporado en el discurso de la mayoría de los estados que se reconocen como multiculturales. Criticó que, sin embargo, hay educación intercultural bilingüe para los indígenas, pero no para la sociedad en general.

Tarcila Rivera, de Perú, advirtió que países como el suyo han utilizado el tema de los derechos de los pueblos indios y el decenio para adquirir deuda para la promoción del desarrollo, pero sin que esto haya beneficiado a los indígenas.

En la discusión se planteó también una autocrítica a la dispersión de los movimientos indígenas, señalando que se ha perdido la dimensión de discusión continental que se llegó a alcanzar y no les fue posible articularse para obtener más logros. Marta Sánchez, de la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía, de México, apuntó no obstante que se debe recordar que hay organizaciones que no consideran válida la participación en el sistema de Naciones Unidas, así como hay otras que sí la aceptan.

Marcos Matías, experto del Foro Permanente de los Pueblos Indios apuntó la necesidad de documentar el fracaso de la década, aunque en el propio informe del secretario general de la ONU están las evidencias, dijo, ya que solamente siete jefes de Estado y de gobierno y sólo 16 agencias de la ONU habían entregado sus informes de cumplimiento de las metas de la misma. Manifestó además su certeza de que habrá una declaratoria de un nuevo decenio para los pueblos indios en la ONU.