México D.F. Lunes 11 de octubre de 2004
La dependencia a su cargo fue laxa en acatar
el Código Financiero, señala
Detecta CMH irregularidades en la gestión de
Ponce durante 2003
Informe previo de la cuenta pública de ese año
revela que aprobó los contratos multianuales que favorecieron a
Quart en Tláhuac Avaló compromisos con cargo al gasto de
años subsiguientes
RAUL LLANOS SAMANIEGO
La Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal reveló que en 2003 la Secretaría
de Finanzas, entonces a cargo de Gustavo Ponce Meléndez, aprobó
los contratos multianuales en la delegación de Tláhuac, mismos
que en diciembre de ese año debieron cancelarse por las anomalías
detectadas.
De
acuerdo con el informe previo sobre la cuenta pública del Gobierno
del Distrito Federal de 2003, el órgano fiscalizador destaca que
junto con esos contratos también aprobó a esa demarcación
contrajera "compromisos" que implicaban obligaciones con cargo a presupuestos
de años subsiguientes.
Inclusive, en el reporte se puntualiza que las autoridades
de esa demarcación "describieron" el documento con el que la Secretaría
de Finanzas les otorgó la autorización respectiva.
En respuesta a esta situación, la Secretaría
de Finanzas manifestó a la Contaduría Mayor de Hacienda que
"sólo autorizó como excepción las solicitudes que
justificaron su planteamiento para establecer contratos y compromisos que
comprendieran más de un ejercicio fiscal y presupuestal".
Sin embargo, el órgano fiscalizador dejó
en claro que esa dependencia del Gobierno del Distrito Federal "no precisó
los documentos con los que otorgó" ese aval, "por lo que no fue
posible efectuar la evaluación de cumplimiento de ese precepto".
El caso Tláhuac
Cabe mencionar que el ex jefe delegacional de Tláhuac,
Francisco Martínez Rojo, otorgó a las empresas del Grupo
Quart, cuyo propietario es Carlos Ahumada Kurtz, contratos multianuales,
los que a la postre, se corroboró, fueron para obras que nunca se
realizaron o bien fueron mal hechas o nunca realizadas, por lo que debieron
suspenderse en 2003, ante las evidencias de las irregularidades.
El amplio documento de la Contaduría Mayor de Hacienda,
entregado en días recientes a la Asamblea Legislativa, refiere las
anomalías que detectó en la operación administrativa
y contable de las instancias de gobierno de esta capital, tanto del sector
central como paraestatales y órganos autónomos, y una de
las que incurrieron en deficiencias fue la Secretaría de Finanzas.
Al respecto, se precisa en un apartado que esa dependencia
fue laxa en acatar la disposición contenida en el Código
Financiero, de que todas las entidades públicas de esta ciudad debían
entregar sus informes trimestrales -cuatro en total- durante 2003.
Dentro de esta situación se encuentran, precisamente,
las delegaciones Gustavo A. Madero y Tláhuac, pero cabe señalar
que en la primera se cometió un fraude por 31 millones de pesos
en favor de las empresas del empresario Carlos Ahumada.
En este contexto, los diputados José María
Rivera Cabello y Obdulio Avila Mayo, secretarios de las comisiones de Hacienda
y de Administración Pública Local, respectivamente, de la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, realizaron un análisis
del documento mencionado y destacaron que la Secretaría de Finanzas
"padeció deficiencias de control de las obligaciones y trámites
de dependencias, órganos desconcentrados y delegaciones".
Irregularidades
Así
por ejemplo, resaltaron que según el reporte de la Contaduría
Mayor, la Secretaría de Finanzas no cuenta con registros de las
entidades que le informaron de la contratación de obra pública
sin licitación, tal como lo dispone la Ley de Obras Públicas.
Añadieron que también careció de registros eficientes
sobre el control de las solicitudes que otorgó a las instancias
de gobierno para realizar adecuaciones en sus calendarios financieros y
de metas, que implicaron en el ejercicio fiscal señalado traspasos
de recursos entre programas, con lo cual desacató lo establecido
en el Código Financiero del Distrito Federal.
Cita el análisis de los legisladores que "entre
las fallas de carácter general de la Secretaría de Finanzas
que fueron detectadas por la Contaduría Mayor están que no
mencionó los mecanismos de control establecidos para corroborar
que los ingresos se hubieran clasificado de acuerdo con su naturaleza presupuestal
y económica; tampoco proporcionó los controles internos para
supervisar el cumplimiento de los compromisos fiscales del gobierno local".
Toda la información contenida en el informe previo
de la Contaduría Mayor de Haciendahabrá de ser tomada en
cuenta por los legisladores para que una vez analizada detalladamente definan
en este periodo de sesiones el número de auditorías que habrán
de solicitar para la Cuenta Pública de 2003.
El proyecto de las auditorías a realizar deberá
ser aprobado por el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
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