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México D.F. Miércoles 13 de octubre de 2004
"Se ha hecho del ombudsman mexicano una
institución verdaderamente fuerte"
Diálogo "a pedradas y de mentiras" con diversas
ONG, señala Soberanes
Derecho indígena, discriminación y transparencia,
grandes retos del país en la materia, dice
VICTOR BALLINAS
José
Luis Soberanes Fernández, presidente de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos (CNDH) y quien busca ser ratificado para un nuevo periodo
al frente de ese organismo, sostiene: "esta institución tiene ya
14 años, no podemos intentar inventarla", se han hecho cosas importantes
y valiosas, que hay que buscar consolidar.
El ombudsman nacional asevera que hay tres retos
en el país: el derecho indígena, el tema de la discriminación
y el de la transparencia.
En entrevista con este diario reconoce que la relación
con algunas organizaciones no gubernamentales (ONG) no ha sido fácil:
"ha sido un diálogo a pedradas y de mentiras. No soy monedita de
oro para caerle bien a todos, pero el trabajo con otras muchas organizaciones
ahí está, que la sociedad lo juzgue".
-¿Qué evaluación hace usted de estos
cinco años al frente de la CNDH?
-Han sido años estupendos. Ahí está
la CNDH de la autonomía, que coincidió prácticamente
con la transición democrática, donde después de 70
años entra otro partido al Poder Ejecutivo, lo que nos permitió
ampliar en muchos sentidos nuestra acción. Vicios, lastres y compromisos
que se traían del pasado quedaron en ese momento superados. Nuestro
campo de acción y el trato con las ONG se ha ampliado muchísimo.
-¿Cuál es la agenda pendiente para la comisión?
-Ya no podemos intentar inventar a la CNDH, tenemos 14
años atrás y se han hecho cosas importantes y valiosas. La
persona que venga o yo mismo, si me quedo, tiene que consolidar programas;
un ejemplo es el tema de las recomendaciones generales, que es una forma
de ir sentando criterios en la interpretación de los derechos humanos.
Por lo que se refiere al desarrollo mismo de los derechos humanos en el
país, se tienen tres grandes retos: el derecho indígena,
el tema de la discriminación y el de la transparencia. Son esos
tres renglones en los que, como país, tenemos que madurar. Y hay
cinco grupos vulnerables que requieren mayor atención: indígenas,
migrantes, reclusos, mujeres y víctimas del delito.
-Está en busca de la ratificación al frente
de la CNDH, ¿que lo llevó a tomar esa decisión?
-Tres motivos: en primer lugar, mis colegas, los presidentes
de las comisiones estatales de derechos humanos, en todo momento me animaron,
me entusiasmaron, me sugirieron y hemos contado con el apoyo de ellos y
eso, pues, para mí, es muy valioso. Tengo entendido que hace unos
días en el Senado, de 32 comisiones estatales, 27 se pronunciaron
por mi ratificación. En segundo, las organizaciones de la sociedad
civil, en su mayoría, no todas, desde hace tiempo me lo están
insistiendo. En tercer lugar, algo que podría parecer pretencioso
de mi parte o poco humilde, pero haciendo la evaluación de estos
cinco años, hemos visto que sí hemos progresado, que sí
se han tratado cosas que ahí están, y que esto nos puede
permitir consolidarla y hacer del ombudsman mexicano una institución
verdaderamente fuerte.
-Diversas ONG de defensa y promoción de los derechos
humanos se oponen a su ratificación y lo acusan de no dialogar con
ellas, ¿qué opina de ello?
-Habría que ver de quiénes se trata. Hay
un conjunto de ONG a las que no les soy simpático, y como dice el
dicho, "no soy monedita de oro, para caerle bien a todos". Ellos habían
tomado un papel muy preponderante en la defensa de los derechos humanos,
y cuando llegué aquí, pues los busqué personalmente,
los fui a ver, les ofrecí un diálogo, les propuse un programa
conjunto, les hablaba yo de una alianza estratégica. La respuesta
que tuve de ellos fue de críticas, pero no fundadas, sino muchas
veces mañosas o mentirosas. Ante una situación de éstas,
el diálogo se hizo más difícil. Lógicamente
no se pudo hacer un trabajo conjunto. Este diálogo no se ha podido
concretar porque, bueno, es un diálogo a pedradas y de mentiras.
Pero hay un trabajo que ahí está con otras 600 ONG. Yo creo
que la sociedad lo tiene que valorar en su conjunto.
-Usted es el primer ombudsman que concluye su periodo.
¿Se siente satisfecho?
-Claro que me satisface mucho, porque esto habla de la
autonomía y la madurez que adquiere la institución y eso
es lo que se necesita. Por diversas circunstancias, mis predecesores no
concluyeron su periodo y ahora sí se pudo.
-¿La autonomía de la CNDH fue lo que le
permitió avanzar en temas pendientes como la guerra sucia?
-Sí, creo que el presidente Vicente Fox es un hombre
de buena fe, pero a veces sus colabores no colaboran. El ha tenido y tiene
un interés positivo en materia de derechos humanos, lo que ha permitido
ampliar algunas de las libertades, porque si hubiese sido otro el jefe
del Ejecutivo federal, difícilmente, por no decir que imposible,
se hubiera podido avanzar.
"En ocasiones hemos sido críticos con el Presidente
de la República, y hay por ahí heraldos que se sienten que
son los defensores de la causa presidencial y que se molestan porque se
han hecho críticas. El mandatario sabe que eso es lo normal en una
democracia, en una sociedad plural y abierta. El a mí nunca me ha
reclamado ni me ha mandado línea, por eso a mí me llama la
atención que haya por ahí testaferros que quieran asumir
actitudes que Fox Quesada, estoy seguro, reprobaría, como la de
reprimir la labor del ombudsman."
-¿Qué opinión le merece el documento
que circuló la fracción del PAN en el Senado de la República,
donde se pronuncian por votar contra su ratificación, porque sostiene
que usted le ha faltado el respeto al Presidente?
-Pues a mí me parecería una pobreza de criterio
el que se evalúe la labor de un ombudsman por la vehemencia
con que en algún momento determinado formula sus críticas.
O sea, si uno en un momento determinado utiliza palabras fuertes, bueno
pues qué pena, ¿no? Ahora sí que no fue mi intención
ofender a nadie, pero si la evaluación se basa simple y sencillamente
en dichos y no en hechos, pues a mí me parece una evaluación
pobre. Creo que aquí lo importante es el trabajo de fondo, es el
avanzar en materia de derechos humanos, y todo lo demás no pasa
de ser anecdótico y, a mi modo de ver, una crítica pobre.
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