México D.F. Miércoles 13 de octubre de 2004
Romería en Zapopan
Insta Sandoval a no dejarse arrastrar por el hedonismo
JOSE A. ROMAN Y JOSE DIAZ B. ENVIADO Y CORRESPONSAL
Zapopan, Jal., 12 de octubre. Ante miles de peregrinos que colmaron la explanada de la basílica de Zapopan, el arzobispo de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval Iñiguez, llamó a los católicos a transformar las realidades temporales y hacer presente a Cristo en la sociedad, que vive hoy una creciente secularización y cuyo interés principal está en las cuestiones materiales.
En misa con la que la Virgen de Zapopan regresó a su santuario, tras cinco meses de un peregrinaje anual por las parroquias de la arquidiócesis de Guadalajara, el prelado expresó que el destino final del hombre está por encima de las "maquinaciones" de quienes pretenden apoderarse de las conciencias de jóvenes, niños y adultos para convertirlos en criaturas incapaces de discernir entre el bien y el mal.
Sandoval exhortó a los feligreses a no dejarse arrastrar por un mundo cada vez más secularizado y hedonista, basado sólo en cosas materiales, como el poder y el placer.
Así, la llamada romería -fiesta en la que la imagen mariana es acompañada por miles de peregrinos desde la catedral de Guadalajara a la basílica de Zapopan, en un recorrido de casi 10 kilómetros y más de cuatro horas por las principales calles de estos dos municipios conurbados- fue incorporada como actividad principal del segundo día de trabajos del 48 Congreso Eucarístico Internacional.
La romería inició la noche de este lunes alrededor de la catedral de Guadalajara, donde miles de feligreses participaron en una verbena popular, que se prolongó hasta las primeras horas del martes, cuando la imagen religiosa inició el retorno a su recinto. En esta ocasión, acompañada por peregrinos y jerarcas eclesiásticos de otros países, encabezados por el enviado pontificio, el cardenal Josef Tomko, con motivo del congreso religioso inaugurado la tarde del pasado domingo en Jalisco.
Miles de personas a lo largo del trayecto de la catedral a la basílica se apostaron en las calles para hacer valla a la imagen de tan sólo 35 centímetros de altura, alzada sobre cuatro pilares dorados y entre lirios blancos y rosados, hasta que cruzó Los Arcos de Zapopan hacia la Plaza de las Américas. El reloj marcaba las 10:27 horas y el repiqueteo de las campanas alcanzó su máxima intensidad; cientos de peregrinos la esperaban desde la noche anterior, así como el altar de casi 20 metros cuadrados, decorado con el logotipo del congreso y una imagen de las manos de Cristo consagrando el pan y el vino.
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