México D.F. Miércoles 13 de octubre de 2004
En los bestsellers más recientes
hay 15 títulos que hacen referencia a los candidatos
Videos, libros, conciertos; la cultura en EU entra
al campo de batalla electoral
Dramaturgos, actores, cineastas y cantantes echan mano
de cualquier foro para expresarse
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 12 de octubre. La coyuntura
político-electoral en Estados Unidos se expresa de manera intensa
en el ámbito cultural, y a la par que muchos conciertos, los esfuerzos
del mundo de la música, la literatura, el cine, el teatro y los
videos están involucrados en esta gran disputa por el liderazgo
de esta nación.
Uno de los autores más conocidos del país
escribe una novela, una fábula en la cual Estados Unidos se ha convertido
en una nación fascista; un premio Nobel participa en una obra de
teatro sobre los prisioneros en Guantánamo, y un video sobre la
fe de George W. Bush sale a la venta como respuesta conservadora a Fahrenheit
9/11.
Un
vistazo a las listas de bestseller ofrece un panorama de esta batalla.
De los 15 libros hardback (los más nuevos) de no-ficción,
durante una semana de septiembre el número uno fue el escandaloso
libro sobre la dinastía Bush (donde se afirma que el actual mandatario
usó cocaína en Campo David durante la presidencia de su padre),
escrito por la biógrafa de celebridades Kitty Kelley, seguido por
uno que ataca el servicio militar de John Kerry.
El número cuatro es la autobiografía del
general Tommy Franks, seguido por el libro devastador sobre la guerra contra
el terrorismo de Bush escrito por el gran periodista Seymour Hersh. En
el octavo lugar está la autobiografía de Bill Clinton y en
el noveno sitio está otro libro crítico contra Bush de la
columnista del New York Times Maureen Dowd. Luego está el
del caricaturista Art Spiegelman sobre el fin de las Torres Gemelas. El
número 13 es de un periodista derechista que acusa a amigos y aliados
de Estados Unidos de armar a sus enemigos, seguido por una crítica
a Bush por traicionar a los conservadores de Pat Buchanan.
En la lista de bestsellers en paperback
(segunda edición después de la pasta dura) están el
Informe de la Comisión 11-S, el libro del satírico
liberal Al Franken, el del comentarista conservador Bill O'Reilly y el
más reciente de Michael Moore.
(Vale señalar que en esta lista también
está la autobiografía de Paris Hilton sobre su vida como
heredera de la fortuna de los hoteles Hilton y de cómo es la vida
cuando se es joven, rica y hermosa. También hay Cómo hacer
el amor como una estrella porno, de la actriz de porno Jenna Jameson,
pero eso es tema de otra nota).
Situación polarizada
No cabe duda que el país está polarizado,
como se manifiesta en los libros preferidos del momento. Lo mismo se puede
evidenciar en las artes audiovisuales. Desde videos, películas y
documentales hasta el Internet, hay una bonanza de materiales. Claro, el
más obvio es Fahrenheit 9/11 que está rompiendo récords
para un documental no sólo en taquilla sino en ventas en formato
DVD, junto con otro libro más de Moore para acompañar el
video.
Pero hay otros documentales dedicados a esta coyuntura.
El cerebro de Bush que habla sobre su estratega Karl Rove, Going
Upriver que documenta la sorprendente historia moral de la juventud
de John Kerry como un soldado que regresa de Vietnam y se enfrenta con
la cúpula política del país en oposición pública
a esa guerra, son dos ejemplos.
Otra es Hijacking Catastrophe donde todo un elenco
desde Norman Mailer a Noam Chomsky ofrecen sus perspectivas de lo que es
el plan maestro del grupo neoconservador que ha asumido el poder en Washington.
Después de la guerra fría, dice Mailer, estos republicanos
"vieron una oportunidad de oro para tomar control del mundo", y el autor
Chalmers Johnson comenta que querían crear "una nueva Roma, más
allá del bien y el mal". Otra más es Uncovered: the War
on Irak que investiga paso por paso el inicio de la guerra.
El documental Stolen Honor: Wounds that Never Heal,
contra Kerry, será difundido a través de 62 estaciones de
televisión de Sinclair Broadcasting por todo el país antes
de la elección. La película ofrece entrevistas con veteranos
y sus familias criticando a Kerry por su oposición a la guerra de
Vietnam, y cómo sus esfuerzos prolongaron el sufrimiento de prisioneros
de guerra estadunidenses y fueron percibidos como traición por sus
compañeros militares. Peor, infiere que se sumó al bando
de Jane Fonda, odiada por algunos veteranos por atreverse a visitar Vietnam
del Norte durante el conflicto.
Como
intento de respuesta contra Fahrenheit 9/II, se acaba de presentar
George W. Bush: La fe dentro de la Casa Blanca, documental que se
estrenó en agosto en la Convención Republicana y está
a la venta, aunque los productores tienen la intención de distribuir
300 mil copias en iglesias por todo el país.
Por otro lado, hay varias películas de ficción
que se dedican a ver esta coyuntura política desde varias ópticas.
La nueva versión del Candidato Manchuriano del director Jonathan
Demme moderniza la historia del complot de una empresa para tomar el control
de la Casa Blanca.
Silver City, de John Sayles, es una obra sobre
la corrupción y los lazos entre el poder político y el empresarial
con obvias referencias a un político muy parecido a Bush. Ahora
está por estrenarse la película satírica animada Team
América: Policía Mundial, donde un grupo de títeres
patrióticos se encargan de derrotar al terrorismo (elaborada por
los creadores de la serie animada para adultos en televisión South
Park).
Hay toda una gama de videos por Internet, algunos de pura
propaganda para los candidatos presidenciales, otros contra ambos, y unos
cuantos emplean el humor. El sitio www.jibjab.com acaba de estrenar
otra obra satírica sobre la elección por Internet.
También hay obras de teatro, como la recién
estrenada del dramaturgo y actor Sam Shepard llamada El Dios del Infierno,
elaborada rápidamente para que se estrenara antes del día
de elecciones. Shepard dijo que es una comedia sobre "el fascismo republicano".
Hay otras como Guantánamo basada en las experiencias de los
detenidos en esa base militar estadunidense completamente aislados, y a
quienes se les ha negado todo derecho. Durante un par de noches, el arzobispo
sudafricano Desmond Tutu actuó en uno de los papeles de la obra,
provocando que los medios comentaran que seguramente era el único
Premio Nobel de la Paz en los teatros de Nueva York durante ese tiempo.
Estas son sólo dos de tal vez decenas de obras teatrales alrededor
del país que buscan incidir en esta coyuntura.
En el ámbito literario hay un fenómeno notable
donde libros de ficción -desde los de suspenso a los satíricos-
ofrecen escenarios que parecen profundizar el temor provocado en esta era
post 11-S, pero que en verdad resultan ser una combinación
de advertencia, crítica política y con el alivio de alguien
que voluntariamente se somete a pasar por una de esas películas
de horror.
"Exorcismos temporales"
Como señala él crítico literario
del New York Times, Caryn James, funcionan como "exorcismos temporales:
los lectores surgen con el alivio de despertarse de un sueño malo
y raro" y decir, bueno, no es real. Ocurren cosas terribles, bombardean
la estatua de la Libertad, hay un terrorista con armas biológicas
escondido en un refrigerador en Kansas, mueren héroes, hay un complot
de asesinatos dentro del gobierno, y más, mucho elaborado sobre
la realidad cotidiana de estos últimos tres años.
También está la ya muy comentada y apenas
presentada novela de Philip Roth, Complot contra América,
la cual según la reseña de Paul Berman en el New York
Times, ofrece una visión del "fascismo en rojo, blanco y azul.
Ese fue el temor de Sinclair Lewis, y de Nathanael West en los 30. Y es
el temor de Roth". Agrega que "la novela es siniestra, viva, de sueño,
descabellada y, al mismo tiempo, inquietantemente plausible".
Esto no es todo: hay libros recién presentados
dedicados a elogiar y/o criticar a los candidatos, o promoviendo posiciones
políticas que favorecen a uno u otro. Y todos los días los
autores y productores de estas aportaciones culturales se presentan en
foros, cines, librerías, iglesias y universidades o incluso junto
con los candidatos. La cultura es campo de batalla en esta elección,
o tal vez sea al revés.
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