México D.F. Miércoles 13 de octubre de 2004
Víctor M. Quintana S.
Congresos locales: Ƒcontrapeso o sobrepeso?
En buen lenguaje republicano el Congreso debe operar como un contrapeso del Poder Ejecutivo. Pero algunos congresos de las entidades federativas operan, más bien, como un sobrepeso para la sociedad. Esto queda claro luego del informe sobre el trabajo de la 60 Legislatura del estado de Chihuahua elaborado por la Red Ciudadana, en la que participan organizaciones sociales además de ciudadanos de esta entidad norteña.
La conclusión del análisis concienzudo de la labor del Congreso del estado no puede ser más contundente: la democracia en Chihuahua estuvo secuestrada durante este último trienio. El Legislativo estuvo secuestrado por la mayoría priísta. Y esta a su vez estuvo sometida, secuestrada, por el Ejecutivo.
El trabajo de la Red Ciudadana es pionero. Desde principios de 2001 emprendió la tarea de realizar un seguimiento sistemático al Poder Legislativo en sus funciones sustantivas: legislar, fiscalizar, representar, promover la participación ciudadana. Su primer informe lo rindió en junio de ese año y ahora acaba de terminar su primer reporte sobre el trabajo integral de la Legislatura, que terminó sus labores el 30 de septiembre.
La antidemocracia que privó en el Congreso chihuahuense se deriva de varios factores. En primer lugar, la Junta de Coordinación Parlamentaria usurpó las labores del pleno en repetidas ocasiones. En ella se decidieron cuestiones muy importantes antes de llevarlas al pleno. La red se pregunta: "si al contribuyente chihuahuense cada diputado le cuesta más de 13 mil pesos diarios, Ƒpor qué entonces no se decide todo entre los cuatro coordinadores de fracción y nos ahorramos una buena cantidad?" Otro organismo de control del Congreso es el Comité de Administración, en el cual sólo participan dos diputados del PRI y uno del PAN. No se les da acceso a otras fracciones ni se rinden cuentas claras del manejo de recursos financieros, materiales y humanos del Legislativo. Eso a pesar de que la red ya ganó un amparo ante la negativa del Congreso a proporcionarle información al respecto.
La labor legislativa durante estos tres años se realizó en gran parte de espaldas a la ciudadanía, y fue controlada por la mayoría priísta. Las comisiones dictaminadoras fueron encabezadas por los tricolores. El fomento a la participación ciudadana en el proceso legislativo brilló por su ausencia. Sólo se dio cuando los ciudadanos se organizaron y exigieron la modificación de leyes y proyectos de ley, como fue el caso de las reformas al Código Penal. La comisión respectiva nunca operó de verdad. Iniciativas importantes como la Ley de Transparencia y Acceso a la Información y la de la creación del Tribunal Estatal de Cuentas fueron bloqueadas por el Ejecutivo y su fracción.
La fiscalización de cuentas públicas de ayuntamientos y gobierno del estado fue inconsistente y partidista. No hubo nunca criterios claros que orientaran la labor fiscalizadora. No hubo seguimiento alguno a las 95 cuentas que públicas con observaciones mayores.
Por otra parte, la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor del Congreso también estuvo férreamente controlada: la integraron tres diputados solamente: dos del PRI y uno del PAN.
La opacidad en la rendición de cuentas fue la constante, tanto en el manejo de recursos de todo tipo como en el desempeño de las y los legisladores. Ahora está de moda que los diputados rindan informes en su distrito, pero cuando la red les requirió que informaran sobre sus dietas, los viáticos e ingresos adicionales que recibían, así como el equipo que se les entregó, sólo cuatro de 33 legisladores respondieron.
La Red Ciudadana no se ha quedado en la labor de crítica al Congreso del estado de Chihuahua. Hace propuestas sencillas pero muy necesarias para democratizarlo, para ponerlo a trabajar con y por la ciudadanía. Las más importantes: que en todas las comisiones dictaminadoras estén presentes representantes de todos los partidos.
Que antes de iniciar cada periodo de sesiones se informe, se consulte a la ciudadanía y con ella se forme la agenda legislativa. Que la Comisión de Vigilancia de la Contaduría del Congreso esté presidida por un diputado de oposición. Que haya total transparencia sobre el manejo de todo tipo de recursos que tiene el Congreso. Servicio civil de carrera para los empleados del Congreso. La Junta de Coordinación Parlamentaria debe ser sólo operativa y nunca usurpar las labores del pleno.
Trabajos como el de la Red Ciudadana de Chihuahua son muy necesarios actualmente. La consolidación de la democracia en este país; la operación verdaderamente democrática de las instituciones no se dará si no hay ciudadanas y ciudadanos vigilantes, exigentes, propositivos. Bien por este esfuerzo de la red.
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