México D.F. Miércoles 13 de octubre de 2004
El poeta brasileño Ledo Ivo, en entrevista
con La Jornada
La figura del indio ha dejado de ser pintoresca y devino
incómoda
Participó anoche en el recital Las lenguas
de América efectuado en la UNAM
Hoy el individuo no existe, sólo las masas formadas
por la televisión, deplora
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Con humor negro, el poeta brasileño Ledo Ivo asegura
que es descendiente ''comprobado" de los indígenas antropófagos
que en el siglo XVI devoraron al primer obispo de Brasil.
Expresa
que ese ''vínculo remoto" justifica su presencia en el recital de
poesía Las lenguas de América, efectuado ayer en la
Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.
Ledo Ivo (1924), considerado por la crítica especializada
como la figura más destacada de la poesía brasileña
contemporánea, representó al idioma portugués en la
sesión.
La víspera, el poeta sostuvo una entrevista con
La
Jornada, durante la cual hizo un breve repaso de la cuestión
indígena en su país y en el continente.
La poesía como razón de la existencia
De entrada, Ivo estableció la diferencia que hay
entre los pueblos autóctonos brasileños y algunos de los
que se establecieron en otras partes del continente.
Cuando los invasores portugueses llegaron a las costas
de lo que hoy es Brasil, ''los indios eran antropófagos" y no habían
desarrollado ''la riqueza cultural ni la cosmogonía" de civilizaciones
como la azteca, la maya o la mapuche.
También narrador y ensayista, principal integrante
de la llamada generación del 45 que se oponía a ciertas manifestaciones
del modernismo, se asume antes que nada como poeta.
Entre su vasta obra lírica figuran títulos
como los siguientes: La ciudad y los días (1957), Linguajem
(1966), Estación Central (1968), Poesía Observada
(1967), Las islas inacabadas (1985), Crepúsculo civil
(1990), Curral de peixe (1995), Nocturno romano (1997).
Alguna vez, en una entrevista con una radiodifusora venezolana,
Ivo manifestó:
''La poesía representa en mi vida, mi propia vida,
mi razón de ser, mi razón de vivir, de estar, mi lenguaje
de comunicación con los hombres.
''Desde la infancia yo quería ser poeta, de modo
que la presencia de la poesía en mi vida es la justificación
de mi existencia, es como si mi sueño de infancia se hubiese convertido
en realidad."
Barbarie en nombre de la civilización, en Brasil
Por eso es comprensible que Ledo Ivo se exprese entusiasmado
con encuentros como Las lenguas de América, en los que es
posible apreciar ''la dimensión creativa del indio", representante
de la vertiente espiritual de la humanidad en un momento en que ''agoniza
la civilización", cuando el individuo ya no existe, sólo
las masas formadas por la televisión, ''la fábrica de ilusión"
que hoy gobierna al mundo.
Desde su perspectiva, la problemática de los indígenas
en Brasil tiene dos componentes centrales, uno histórico y otro
contemporáneo: la expansión territorial de los conquistadores,
basada en el genocidio en nombre de la civilización (''la barbarie
en nombre de la civilización"), y la independencia que los indígenas
contemporáneos reclaman sobre tierras en las que siempre han vivido,
pero que los gobernantes les niegan por temor a que ''ciertas naciones
imperialistas vengan a reconocer naciones independientes dentro de territorio
brasileño".
La corrupción ya alcanzó a los indígenas
Cuenta Ledo Ivo que en ese contexto, ''terriblemente"
complejo, la corrupción ''ya alcanzó a los indígenas".
Habla de caciques que se han enriquecido desmesuradamente con la tala de
madera en la selva amazónica para su venta en el exterior. Dimensiona
el poeta: ''Este es el problema del indio en Brasil, no sólo literario".
Pero no todo son malas noticias. A pesar de que ''no existe
realmente una política gubernamental orientada a su defensa", la
población indígena de ese país sudamericano ''está
ganando espacios dentro de la sociedad brasileña".
Hasta la década de los 50 y 60 había estudios
que, junto a las mujeres, los consideraban ''incapaces".
Ahora está cada vez más cerca de la universidad,
de los medios, del gobierno, de la opinión pública; varios
han sido elegidos para cargos populares:
''El indio ha dejado de ser una figura pintoresca para
ser, en el ámbito político, una figura incómoda, inclusive
indeseable".
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