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México D.F. Viernes 15 de octubre de 2004
Incluye poemas y textos de Paz, Sabines, Poniatowska
y Pacheco, entre otros
Reúne un libro imágenes y gráfica,
muchas inéditas, alrededor del 68
Es un homenaje a las luchas por la democracia: Arnulfo
Aquino y Jorge Pérezvega, sus autores
Se recuperan los nombres de creadores de varias obras
consideradas hasta ahora ''anónimas''
ARTURO JIMENEZ
Arnulfo Aquino y Jorge Pérezvega, pintores, diseñadores
y ex dirigentes del movimiento estudiantil de 1968, pueden asumir que cumplieron
su objetivo: hacer un libro en el que las imágenes de ese doloroso
parteaguas histórico se pudieran apreciar no sólo en unas
250 fotografías y reproducciones gráficas, sino también
en una diversidad de textos y poemas.
Pero
además, con su nuevo libro Imágenes y símbolos
del 68. Fotografía y gráfica del movimiento estudiantil
(UNAM), han logrado recuperar los nombres de decenas de autores de obras
durante años consideradas ''anónimas", pero que han dado
a ese movimiento una identidad visual que, como dijo el también
ex dirigente Raúl Alvarez Garín, ''nos enorgullece".
Se trata de un libro que además de formar parte
de los esfuerzos contra el olvido es, según Aquino y Pérezvega,
participantes en la fundación en 1998 del Comité 68 pro Libertades
Democráticas, ''un testimonio y un homenaje a las luchas por la
democracia en México iniciadas en los años 60".
En el volumen, presentado ayer en la Casa Lamm por Alvarez
Garín, Félix Hernández Gamundi, Héctor García,
Gerardo Estrada, Hernán Lara Zavala y los autores, se intercalan
las imágenes con poemas de Octavio Paz, Jaime Sabines, Rosario Castellanos,
José Emilio Pacheco y Juan Bañuelos, y textos de Elena Poniatowska,
Carlos Monsiváis, José Revueltas, Heberto Castillo y Gilberto
Guevara Niebla, entre otros.
Para ser visto
Imágenes y símbolos del 68, dijeron
los presentadores, se suma a los esfuerzos que permean a libros como La
noche de Tlatelolco, de Poniatowska; La estela de Tlatelolco,
de Alvarez Garín; y Gráfica del 68/ Homenaje al movimiento
estudiantil (editado por el grupo Mira en 1982), en el que también
participaron Aquino y Pérezvega.
De hecho, el nuevo libro da continuidad a este último
con una reorganización del material ya conocido más el aportado
por ciudadanos o surgido de las investigaciones de Aquino y Pérezvega:
nuevas fotografías, consignas, caricaturas políticas, carteles
de denuncia, el perro-pancarta y fotomontajes hechos para el presente volumen.
Los capítulos de Imágenes y símbolos
del 68, con una introducción de Lara Zavala, dan idea de su
contenido, el cual abarca a detalle las etapas que van desde los meses
previos a la matanza de estudiantes por el gobierno priísta de Gustavo
Díaz Ordaz, en 1968, hasta las conmemoraciones de las tres décadas
posteriores. Y son: La rebelión juvenil y el México olímpico,
Provocación y represión, La defensa de la autonomía
universitaria, El Consejo Nacional de Huelga y el pliego petitorio, Brigadas
y propaganda, Las grandes movilizaciones, Otras expresiones del movimiento,
La intolerancia del poder, Tlatelolco-2 de octubre y Dos de octubre no
se olvida.
''Es un libro para ser visto y que se observa con gusto,
atención y sorpresa", comentó Alvarez Garín, y mencionó
que ahora, a diferencia de esfuerzos anteriores, el material se pudo reproducir
a partir de fotografías originales con las que no se contaba hasta
hace seis años.
Con el nuevo libro, los autores transmiten el ambiente
del 68 en calles y escuelas, la preparación, el desarrollo y la
represión del movimiento y la participación de diversos sectores
sociales en él, dijo Hernández Gamundi, ex dirigente estudiantil.
También, agregó, ''la emoción y la
fuerza" de hechos como la ''Marcha del silencio", las demandas de los seis
puntos del pliego petitorio y la etapa de encarcelamientos y juicios ''ilegales
e ilegítimos" contra los jóvenes. Hoy en cambio, dijo, existe
de posibilidad de ''asomarnos a la luz de la justicia".
Por eso, dijo Hernández Gamundi, el libro es una
invitación más a que este movimiento, que ha durado 36 años,
''no cese hasta que veamos, como dijo Rosario Castellanos, a la justicia
sentada a nuestro lado".
Hecho de luz
Gerardo Estrada, titular de Difusión Cultural de
la UNAM y también participante en aquellos hechos, destacó
la parte cultural y artística, un aspecto ''poco estudiado" del
movimiento, y agregó que también se observa la continuidad
histórica de las demandas sociales en la gráfica mexicana.
Hay, indicó, una continuidad de las reivindicaciones
nacionalistas por medio del arte, algo que desmiente las acusaciones gubernamentales
de la época de que se trataba de un movimiento ''extranjerizante".
Asimismo, para Estrada queda claro una vez que era una
protesta puramente estudiantil ''cruzada" por los valores de la sociedad
mexicana y ajeno a intenciones desestabilizadoras, otra de las acusaciones
oficiales.
Héctor García, de quien se incluyen varias
imágenes en el libro, recurrió a Balzac y dijo que con la
fotografía llegó el ''testigo irrefutable de la historia".
Este es un libro, comentó, sobre una ''epopeya mexicana" en la que
los estudiantes asesinados se convirtieron en los niños héroes
del siglo XX.
Se trata de un libro, agregó, hecho en gran parte
''de luz e imágenes" captadas por compañeros fotógrafos
que estuvieron ''en la primera línea", en el lugar de los hechos.
Aquino y Pérezvega agradecieron la colaboración
en este ''trabajo colectivo" de decenas de personas -y mencionaron a todas-,
y reconocieron el trabajo de fotógrafos y artistas plásticos
que ejercieron la libertad de expresión y contribuyeron a la construcción
de la democracia en México.
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