México D.F. Viernes 15 de octubre de 2004
Simposio de escritores, poetas e investigadores
sobre ese atributo de la institución
La autonomía es un elemento esencial para la
difusión cultural en la UNAM: Margo Glantz
MERRY MAC MASTERS
Sin la autonomía sería imposible ejercer
la libertad de cátedra y de investigación, a la vez que se
trata de un elemento indispensable para que otro de los objetivos esenciales
de la universidad se cumpla: el de la difusión cultural, expresó
Margo Glantz.
La
escritora participó ayer en La autonomía universitaria
y su impacto en las artes y la cultura, simposio moderado por Gerardo
Estrada, director de Difusión Cultural de la UNAM.
Vista en retrospectiva, continuó Glantz, es imposible
concebir la cultura nacional sin tomar en cuenta lo que la Universidad
propició y en ella se produjo al grado de que ''puedo afirmar sin
exageración alguna que ningún acontecimiento cultural tuvo
importancia en México si no estaba ligado directa o indirectamente
con ella".
Luego se refirió a la época en que Jaime
García Terrés dirigió la Revista de la Universidad,
de la que falta hacer su historia.
Derrota a la censura
Para Hugo Gutiérrez Vega, la autonomía ha
permitido que la UNAM sea un territorio libre para la expresión
y experimentación artísticas. Al hablar del teatro universitario,
el escritor y poeta también abordó ''las aventuras con la
censura". Pero, para demostrar que ''si hay algún lugar donde la
censura no existe, o ha sido por fortuna derrotada, ése es la UNAM",
contó sus experiencias durante su gestión como titular de
Difusión Cultural. No obstante, todavía hay que ubicar el
teatro universitario en la historia del teatro mexicano, finalizó.
Con creatividad netamente universitaria, apuntó
Ignacio Solares, fueron creadas publicaciones, exposiciones y acervos.
Al mencionar la colección Voz Viva de México, el director
de Revista de la Universidad, anunció que próximamente
se reditará en disco compacto el material de Octavio Paz, que incluye
varios poemas cortos encontrados en las grabaciones, pero que no se conocían
leídos por el premio Nobel.
En la segunda mesa del simposio -Carlos Monsiváis
no asistió por motivos de salud-, el compositor e investigador Julio
Estrada se refirió al desarrollo que ha tenido la hoy Escuela Nacional
de Música, de la UNAM, que desde septiembre tiene un posgrado con
maestría y doctorado en música, y que ''pronto será
facultad".
Hoy día, anotó, existen varios posgrados
en arte en la UNAM, que permiten considerar a corto plazo la generación
de una nueva coordinación ''de las artes".
Julio Estrada también consideró al Sistema
Nacional de Investigadores un modelo ''mucho mejor" que el Sistema Nacional
de Creadores, porque mientras el primero recibe hoy a creadores-investigadores
en arte que van a influir en definitiva en la formación de futuras
generaciones, el segundo no exige la formación, sino simplemente
''el ejercicio y su disciplina artística en una desvinculación
enorme respecto de la sociedad".
Lejos del autoritarismo
La escultora Helen Escobedo, quien estuvo 17 años
al frente de los museos y galerías de la UNAM, dijo que allí
nunca sintió ese ''autoritarismo" que vivió después
en el Instituto Nacional de Bellas Artes, y que venía ''desde arriba".
Para el escritor José de la Colina la universidad
es una verdadera República Mexicana porque con sus buenas y sus
malas épocas, ha hecho una auténtica política al ser
una comunidad dedicada, no sólo al conocimiento, sino a la cultura
en su sentido más amplio.
Al reflexionar sobre la radio universitaria, el poeta
Eduardo Lizalde dijo que lo básico para la formación cultural
es la continuidad de la información, cosa que ha permitido la radio.
Pidió rescatar el trabajo hecho en materia de registros en cintas
magnetofónicas, que ''se exponen a perderse si no procedemos de
manera inmediata a su digitalización y conservación".
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