México D.F. Viernes 15 de octubre de 2004
Corrupción gubernamental y falta de opciones
económicas, entre las causas del alza
Se expande la trata de personas, "forma de esclavitud
de este siglo"
Deja ganancias anuales por 9 mil 500 millones de dólares;
ONG y autoridades analizan el tema
ALONSO URRUTIA
Definida como "forma de esclavitud del siglo XXI", la
trata de mujeres y menores es un negocio en expansión en Latinoamérica,
ligado a pornografía, pederastia, turismo sexual e incluso a narcotráfico;
sus ganancias también son crecientes, pues alcanzan 9 mil 500 millones
de dólares al año, según se dio a conocer durante
la presentación del proyecto Combate a la Trata de Mujeres, Adolescentes,
Niños y Niñas en México.
La expansión del fenómeno en el país,
afirmó la comisionada del Instituto Nacional de Migración,
Magdalena Carral, involucra a 15 grandes bandas y 120 ramificaciones, que
han hecho más complejo el fenómeno en territorio nacional.
"Tenemos
ya un problema de turismo sexual infantil en nuestra frontera norte y en
algunos destinos turísticos, además de explotación
sexual de corrientes migratorias de América del sur y Europa del
este, que utilizan a México como puente hacia Estados Unidos."
De acuerdo con la responsable del diagnóstico sobre
las dimensiones de la trata de personas en México, Laura Lomberg,
de la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización
de Estados Americanos, la explotación sexual se ha incrementado
en la medida en que se han tejido redes criminales internacionales. Su
esencia en la captación de víctimas es la coacción
y el engaño, principalmente.
Subrayó que en la región se ha intensificado
el comercio de personas en países de Centroamérica, así
como en Brasil y Argentina, entre otros.
En el caso mexicano, si bien se considera principalmente
país de tránsito, también ya es de destino, que se
concentra en zonas fronterizas y turísticas. Algunos cálculos
estiman en 95 por ciento la presencia de extranjeras en los lugares de
prostitución de Tapachula, la mitad de las cuales son menores.
Al presentarse ayer el proyecto, que pretende establecer
un diagnóstico sobre la situación en México y favorecer
reformas legales al Protocolo Internacional sobre la Trata de Personas,
especialmente mujeres, niños y adolescentes, el subsecretario de
Población, Migración y Asuntos Religiosos, Armando Salinas
Torre, deploró la existencia y crecimiento de "esta forma de esclavitud
del siglo XXI, que refleja una violación de los derechos humanos
básicos e incluye no sólo la explotación sexual, sino
también laboral y la servidumbre doméstica".
Ofreció cifras: cada año, entre uno y 2
millones de mujeres y niños en el mundo son objeto de trabajo forzado,
principalmente sexual, lo cual genera ganancias de 9 mil 500 millones de
dólares, y sus vínculos con el narcotráfico y el lavado
de dinero hacen más complejo su combate.
La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Patricia
Espinosa, lamentó la existencia de esas formas de esclavitud. "En
todo el mundo millones de mujeres son objeto de tráfico con distintos
fines", afirmó. Naciones Unidas estima entre 5 mil y 7 mil millones
de dólares las ganancias que reditúa el negocio.
"La venta de mujeres y menores se ha convertido
en un negocio redituable porque las ofrecen a las redes de prostitución
del mercado estadunidense, especialmente cuando se trata de mujeres en
condiciones de vulnerabilidad, de escasos recursos, que son las primeras
en ser explotadas. Su naturaleza clandestina alienta el silencio y la impunidad."
Sobre las causas que han favorecido ese fenómeno,
Laura Lomberg refirió que la diferencia con el tráfico de
personas es el carácter de explotación y el uso de la fuerza.
"Los tratantes comienzan su negocio cuando colocan a las
personas en los centros de trabajo, generalmente de orden sexual; ahí
comienzan a cobrar una deuda y a explotar a las víctimas."
Destacó que la trata de personas es posible en
función de las condiciones de pobreza, analfabetismo, disolución
familiar, uso de drogas y falta de alternativas económicas. Paralelamente
influyen la corrupción entre autoridades, la existencia de redes
de traficantes y una creciente demanda de prostitución y turismo
sexual.
Lomberg señaló que el proyecto presentado
tiene por meta central definir exactamente las dimensiones del problema
en México para que se correspondan políticas públicas
tendientes a erradicarlo; asimismo, asistir a organizaciones no gubernamentales
y capacitar a funcionarios para enfrentar el problema y promover reformas
legales que mejoren la eficiencia en su combate.
|