México D.F. Viernes 22 de octubre de 2004
El mandatario, con la rótula izquierda
partida en ocho pedazos y fisura en el húmero derecho
"Desde la caída no he dejado de atender mis
tareas": Fidel Castro
Médicos y paciente "decidimos la operación",
relata el comandante en mensaje televisado
Explica que no vio un escalón y "no se puede
culpar a nadie"; se recupera en La Habana
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 21 de octubre. Desde su lecho de accidentado,
el presidente Fidel Castro informó hoy que se ha mantenido con el
control del poder en todo momento, después de caer en un acto público
el miércoles, donde sufrió la fisura del húmero derecho
y la fractura de la rodilla izquierda, que resultó partida en ocho
pedazos y fue operada exitosamente.
Primero en un parte ordenado la madrugada del jueves y
luego en un extenso mensaje que fue leído esta noche en la televisión,
Castro reveló que no ha perdido la conciencia y sólo recibió
anestesia parcial.
En
su largo mensaje el líder cubano, de 78 años, relató
detalles desde su caída la noche anterior en la Plaza de la Revolución
Ernesto Che Guevara de la ciudad de Santa Clara, unos 300 kilómetros
al este de aquí, donde encabezó la graduación de más
de 3 mil bachilleres de arte.
A los médicos, dijo Castro hablando en tercera
persona, "les explicó que, dadas las circunstancias actuales era
necesario evitar la anestesia general para estar en condiciones de atender
numerosos asuntos importantes".
"Por ello, durante las horas mencionadas que duró
el proceso, mantuvo el contacto con su jefe de despacho, también
en las proximidades del salón de operaciones y vestido con la ropa
estéril de los cirujanos. Así, todo el tiempo continuó
recibiendo informaciones, dando instrucciones sobre el manejo de la situación
creada con el imprevisto accidente".
"Desde el mismo instante de la caída, no he dejado
de atender las tareas más importantes que me corresponden, en coordinación
con todos los demás compañeros", dijo Castro en su relato.
"Deseaba transmitirles en la noche de hoy estas noticias".
En esa forma el mandatario confirmó su control
de la situación política en el país, incluso en esta
emergencia, y lo hizo notar a la población a través de su
propio relato.
Castro narró que su accidente ocurrió cuando
regresaba de la tribuna, en la parte central de la plaza, a su sitio en
la primera fila de la sillería. Explicó que no se percató
de un escalón al inicio de la explanada y dio un paso en falso.
"Por puro instinto mis brazos se adelantaron para amortiguar
el golpe", contó Castro. "De lo contrario mi rostro y mi cabeza
habrían chocado fuertemente contra el piso. No se podía culpar
a nadie. Era absolutamente mía la responsabilidad".
El mandatario relató que luego de hablar a la multitud
y a la cadena nacional de radio y televisión, sentado en su silla
y convencido de que tenía por lo menos una fractura, fue llevado
al asiento trasero de un automóvil.
Fue trasladado a una casa en Santa Clara para realizar
una primera observación y en camilla y en una ambulancia fue traído
luego a La Habana. "Evidentemente los dolores, los síntomas, indicaban
la necesidad de análisis profundos y posibles intervenciones quirúrgicas
de modo inmediato".
Castro relató que a bordo de la ambulancia iba
su secretario particular, Carlos Valenciaga y otras personas. Que unos
analgésicos le aliviaron los "agudos dolores". Hizo contactos telefónicos,
habló con algunos de los graduados que estaban en la ceremonia y
recibió una llamada del presidente venezolano Hugo Chávez.
Luego contó que entró al Palacio de la Revolución
en la capital en camilla y en hombros de sus ayudantes. Pasó de
inmediato a una pequeña clínica habilitada en el edificio,
el puesto de mando nacional.
La rótula estaba partida en ocho pedazos, reseñó
Castro. "Yo podía observar cada una de las imágenes y los
exámenes".
Siempre denotando el control de la situación, Castro
siguió contando que "de común acuerdo, los especialistas
y el paciente decidimos proceder a la inmediata operación de la
rodilla e inmovilizar el brazo derecho con un sencillo cabestrillo".
La operación duró tres horas y 15 minutos.
"Los ortopédicos se dedicaron a reunir y a ubicar cada uno de los
fragmentos en los sitios que les correspondían a cada uno de ellos
y como tejedores proceder a unirlos sólidamente, cosiéndolos
con fino hilo de acero inoxidable unos y otros. Un trabajo de orfebrería".
Castro agregó que pidió a los médicos
que no le aplicaran ningún sedante, que emplearan anestesia por
vía raquídea, la cual "adormece la parte inferior del cuerpo
y mantiene intacto el resto del organismo".
Tras la operación, enyesaron la pierna izquierda
y se inmovilizó el brazo derecho.
"Realmente, compatriotas, ha sido una experiencia inolvidable.
Los especialistas y el paciente analizaron y coordinaron perfectamente
bien lo que debía hacerse en las circunstancias concretas que está
viviendo el país y sin perder un solo minuto".
Castro agregó que evoluciona bien y agradeció
mensajes de apoyo. Como es su costumbre, el mandatario firmó el
mensaje con fecha y hora: octubre 21 del 2004, 7:35 pm. El parte precedente
se había emitido a las 3:14 de la madrugada.
|