México D.F. Viernes 22 de octubre de 2004
En asambleas democráticas, electricistas
deciden relevar a dirigentes corruptos
Se consolida rebelión contra líderes
del SUTERM en Oaxaca y Acapulco
Rey Leyva se mantuvo 11 años al frente de la
sección 82 En Guerrero, Mario Ramírez Manzanares es acusado
de acoso sexual Rodríguez Alcaine guarda silencio
MISAEL HABANA Y FABIOLA MARTINEZ CORRESPONSAL Y
REPORTERA
Integrantes de dos secciones del Sindicato Unico de Trabajadores
Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), ubicadas en la
capital de Oaxaca y Acapulco, Guerrero, destituyeron a sus respectivas
dirigencias locales, a partir de asambleas democráticas, y exigieron
al líder de este gremio, Leonardo Rodríguez Alcaine, haga
respetar la decisión de la mayoría de los trabajadores en
las ciudades referidas.
En
Oaxaca, luego de un proceso realizado ante un notario público y
el coordinador regional del sureste del SUTERM, se logró expulsar
de su cargo a José Luis Rey Leyva, quien en 11 años al frente
de la sección 82 incurrió en violaciones a los estatutos
y al contrato colectivo, así como "enriquecimiento inexplicable
y nepotismo".
Ante ello, el enviado de Rodríguez Alcaine, el
titular de la cartera de Trabajo, Víctor Fuentes del Villar, se
comprometió a emitir en máximo dos meses la convocatoria
para la asamblea de elecciones. Por lo pronto, ayer inició el traspaso
de las instalaciones del depuesto Rey Leyva a un comité interino.
"La directiva nacional de nuestro sindicato se ha descontrolado,
no esperaban que en un proceso democrático los trabajadores decidiéramos
poner fin a gestiones corruptas", señaló un trabajador de
la sección 82.
El sábado pasado fue difundida la decisión
de los electricistas oaxaqueños, al tiempo que los trabajadores
de Acapulco exigieron a Rodríguez Alcaine ser recibidos en su oficina,
a donde -afirman- acudimos sin resultado favorable alguno: "hemos buscado
en la ciudad de México a Rodríguez Alcaine; siempre que vamos
nos dicen que no está, que se encuentra fuera. Así es que
nunca ha podido recibirnos".
El también líder de la Confederación
de Trabajadores de México no acudió ayer a su despacho en
la central obrera, donde se informó que el dirigente se encuentra
en los preparativos del consejo nacional del SUTERM, a realizarse en la
capital del país el próximo viernes 5 de noviembre, día
en que habrá de rendir un informe de su gestión al frente
de este gremio, misma que concluirá en 2006.
Algunos de los colaboradores del cetemista comentaron
que el dirigente habría respondido que "en el caso Oaxaca se trata
de un pequeño grupúsculo de no más de 30 personas
manipuladas abiertamente por el PRD". Los aludidos rechazaron el comentario
al precisar que de 480 afiliados acudieron a la asamblea 440; de ellos,
218 ratificaron la destitución de Rey Leyva.
"No hay de otra, habrá cambio; queremos que esto
sea democrático. No somos partidarios de ningún partido ni
agitadores, la base trabajadora decidió expulsar a ese grupo de
corruptos", señalaron.
En Acapulco, los empleados cumplieron dos meses de haber
tomado el edificio sindical de la sección 2, y de haber desconocido
en una asamblea legal a su líder Mario Ramírez Manzanares,
acusado de corrupción y hostigamiento sexual.
Un poco más de 100 trabajadores de base de un total
de 205 tomaron el pasado 20 de agosto el edificio sindical y el
salón de fiestas propiedad del gremio para exigir la salida del
secretario general de la sección 2, quien se dice protegido por
el presidente del PRI de Guerrero, Héctor Vicario Castrejón,
y por el candidato de este partido al gobierno del estado, Héctor
Astudillo Flores.
Incluso, una de las casas de campaña de Astudillo
Flores, ubicada en avenida Constituyentes número 70, ha sido utilizada
por Ramírez Manzanares para sabotear el movimiento de los disidentes
que lo responsabilizan de vender plazas, otorgar ascensos escalafonarios
a sus seguidores en prejuicio de los trabajadores de base, hostigar sexual
a mujeres empleadas o aspirantes a ocupar una plaza, perseguir y castigar
a disidentes, entre otras irregularidades.
Amparado en el influyentismo para aterrorizar a los trabajadores
de base, el destituido líder amedrenta a sus opositores y para ello
utiliza como brazo armado a su hermano, jefe de grupo de la Policía
Ministerial del Estado en el sector Mozimba, Jaime Ramírez Manzanares.
Dicho agente ha ordenado perseguir y detener a disidentes,
como a Diego Velásquez Pedroza, a quien, se afirma, se "le sembró"
droga, y sin más pruebas que la presentada por el policía,
fue enviado a la cárcel de Acapulco.
Otro recurso utilizado para no aceptar el mandato de la
asamblea mayoritaria que lo destituyó el pasado 7 de septiembre
en presencia del enviado del Comité Ejecutivo Nacional del SUTERM,
Héctor Jarquín Hernández, quien dio cumplimiento a
todos los puntos señalados en la convocatoria en presencia de la
notaria pública Bella Hernández Felizardo, es la presión
moral que ejerce su primo el procurador de Conciliación y Arbitraje,
Fausto Ramírez Melo.
Presentando una acta de asamblea notariada, Mario Soza
Meza, vocero de los trabajadores que tienen tomado el local, dice
que "a pesar de que se ha cumplido con todo el procedimiento legal, Mario
Ramírez Manzanares se aferra a la silla como ningún otro
secretario general".
Los trabajadores disidentes lo acusan de comprar con recursos
del sindicato tres autos nuevos de lujo, un departamento en la zona turística
sobre la costera Miguel Alemán, construir una casa con alberca y
estacionamiento para cuatro autos, ser titular de cuatro cuentas bancarias
que rebasan el millón y medio de pesos (Banamex 9036195655, con
709 mil 504 pesos; Santander Serfin 908136069 con 162 mil 502 pesos y,
en esta misma empresa, la cuenta número 510307302 con 161 mil 254
pesos y la 013448582 por 133 mil 389 pesos), todo ello pese a contar con
un salario quincenal de 2 mil 700 pesos.
Con la protección de familiares y amigos como el
dirigente estatal del PRI, el figueroista Héctor Vicario Castrejón,
pocos días después de la toma del edificio sindical
por los disidentes, Mario Ramírez Manzanares, acompañado
por una decena de golpeadores armados con pistolas y palos, entre ellos
el líder priísta de transportistas, Eduardo Evaristo Longares,
intentaron retomar el inmueble. La acción fue impedida por elementos
de la Policía Preventiva Municipal, a solicitud de los electricistas.
Como parte de la acción, se encuentran suspendidos
27 trabajadores, por lo que pidieron a Rodríguez Alcaine "no proteja
a lideres corruptos que causan un gran daño a la base trabajadora".
Amenazaron con trasladarse a la ciudad de México para exigir al
líder nacional "que respete la voluntad de las mayorías".
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