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México D.F. Viernes 22 de octubre de 2004
Hoy se estrena comercialmente en México
su opera prima Temporada de patos, con 70 copias
Eimbcke: debemos pensar en un cine sencillo, humano
y con pocos recursos
Si seguimos volteando hacia las cintas de Hollywood,
nos vamos a desgastar, dice el director
El filme arrasó en la Muestra de Guadalajara,
participó en Cannes y peleará un Goya español
JUAN JOSE OLIVARES
Hoy comienza la Temporada de patos en México.
Se trata del primer largometraje del mexicano Fernando Eimbcke, que ganó
nueve premios en la pasada Muestra de Cine de Guadalajara, que fue seleccionada
para participar en la 43 Semana Internacional de la Crítica de Cannes,
y preseleccionada por nuestro país para participar en los premios
Goya, de España, el cual se estrena hoy en corrida comercial con
70 copias.
Temporada de patos es un cine normal, una historia
sencilla bien contada. Es el cine que una industria alicaída como
la mexicana, necesita.
"Como
directores o guionistas tenemos la responsabilidad de no poner en tu guión:
los indios atacan o helicóptero ataca la ciudad de México.
No puedes porque va hacer difícil conseguir dinero, te vas a desgastar.
Tenemos que empezar a pensar en un cine que busque historias sencillas,
humanas y con pocos recursos, si no, no se podrá hacer. Hay que
empezar a ir por ese camino donde seguro encontraremos una voz. Es más
factible que a un director de opera prima le den chance de filmar
si es una película de bajo presupuesto. Hay que hacer un cine que
corresponda a la realidad del país. Vivimos en uno donde hay una
crisis económica durísima", comenta Eimbcke, quien ha participado
en festivales internacionales con sus cortometrajes La suerte de la
fea... a la bonita no le importa, Disculpe las molestias y el cineminuto
No sea malito.
El realizador, quien ya fue invitado al Talent Campus,
del festival de cine de Berlín, abunda: ''Creo que lo único
importante es hacer una buena historia. No hay que desconcentrarse en que
si los presupuestos, que si los actores, hay que tratar de hacer buenas
historias. Ser fiel al guión. Bajos presupuestos, pocos actores,
tenemos que empezar a dirigir la mirada hacia el cine sencillo. Si seguimos
volteando hacia el cine de Hollywood nos vamos a desgastar y nos quedaremos
en el camino. Estamos en una crisis, y eso es peligro y oportunidad. Es
cuando tenemos que aprovechar y hacerlo en video, o como sea. Argentina
está en crisis y sigue haciendo cine que da miedo. Ves cantidad
y fuerza."
Uno de los aspectos que ayudaron al filme fue que el director
trabajó con gente primeriza. "Me enfrenté con actores que
no la tenían clara, estaban confundidos como yo y eso nos daba la
confianza. Una de las personas claves fue Felipe Cazals, quien nos echó
la mano en el guión. El me dijo que hiciera una opera prima
en todos los sentidos: en el fotógrafo, en los actores, el editor...
eso ayudó. Aprendimos juntos a hacer cine. Si sigo haciendo películas
siempre las haré como si fuera la primera en el sentido del espíritu".
Eimbcke dice que "lo más importante cuando haces
la cinta es el público, lo demás viene llegando, lo primero
que piensas es en el público, La gente que va a un cine y paga,
es lo que queremos saber qué pasa".
La cinta, filmada en blanco y negro, "la pensábamos
hacer en un foro porque sonaba fácil, pero Alexis Zabé me
propuso, y se aferró, que fuera en Tlatelolco. Lo que más
funcionó fue la yuxtaposición de imágenes, pegar la
escena A más la B y daba un resultado. Lo mejor es que se hizo con
cariño y no tratando de romper con nada. No se trata de encontrar
el hilo negro y eso gusta, no se le toma el pelo a nadie".
Respecto a la historia, comenta: ''Nacimos en la ciudad
de México y es una de las ciudades más urbanas, llena de
edificios, de esos lugares con complejos habitacionales y donde hay cantidad
de historias. Es curioso, pero a donde vayas hay una universalidad en la
historia, que el chavo de México se puede identificar con el de
Buenos Aires o el de España. Eso es lo que me gusta de la cinta,
que no recurre a localismos".
Por su parte, el productor de la película, Christian
Valdelièvre (Sexo, pudor y lágrimas, Vivir mata y
La hija del caníbal), comenta: ''Si le va bien a Temporada
de patos nos ayuda a que haya más público mexicano. La
empezamos en marzo del año pasado, un año después
estaba en Guadalajara y dos meses más tarde en Cannes. Nuestra historia
es atípica de lo que pasa con el cine mexicano. No hay dinero porque
es difícil recuperarlo, ya que la estructura de la industria es
muy desfavorable para los productores. Mientras no seamos una comunidad
importante para el gobierno federal nunca nos darán presupuesto,
tendremos que dividir las migajas que nos corresponden en muchos que queremos
hacer cine. Cuando se hace cine también gana Hacienda... se hace
una cadena."
La cinta -protagonizada por Daniel Miranda, Diego Cataño,
Danny Perea y Enrique Arreola- es una producción de Cinepantera,
Lulú Producciones y Fidecine. El diseño de arte es de Diana
Quiroz; la música, de Alejandro Rosso y Liquits. Mientras que Paula
Marcovich colaboró con Eimbcke en el guión.
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