México D.F. Viernes 22 de octubre de 2004
Hoy se estrena su cinta de terror Una llamada
perdida
No sigo reglas para filmar, sólo gozo cuando
lo hago, dice Takashi Miike
JORGE CABALLERO
Hoy se estrena comercialmente en nuestro país el
filme del cinerrealizador japonés Takashi Miike, titulado Una
llamada perdida, considerado uno de los mejores thrillers que
se hayan realizado dentro del género. El director menciona: "No
quiero sonar presumido, pero, esta película es realmente de miedo.
Me daba terror mientras filmaba, entonces supongo que es verdaderamente
escalofriante. Pero no hay que olvidar que también es una historia
de amor. A pesar del miedo, espero que se aprecie la bellísima historia
de amor que existe en el corazón de la película y que ayude
a redescubrir algo especial a las personas''.
Estelarizada
por Yumi Nakamura, Hiroshi Yamashita y Natsumi Konishi, Una llamada
perdida plantea una serie de asesinatos vaticinados mediante llamadas
perdidas a teléfonos celulares de gente común, lo cual lleva
al espectador a momentos llenos de terror indescriptible. Dichas muertes
son tan interesantes que podrían encajar en el postulado El asesinato
considerado como una de las Bellas Artes, de Thomas de Quincey, a tal
grado que uno de los crímenes se transmite por televisión
en red nacional, como Muerte en directo, de Bertrand Tavernier.
Takashi Miike está posicionado dentro del top
ten de los directores más prometedores, y se ha convertido en
uno de los mejores exponentes del cine japonés, junto a Takeshi
Kitano, Kiyoshi Kurosawa, Hideo Nakata y los hermanos Oxide y Danny Pang.
El gusto cinematográfico de Miike es de amplio espectro, pues lo
mismo abarca vehículos de lucimiento para estrellas, series de televisión,
películas de yakuzas e inclusive algún musical. En 2003,
Miike hizo una retrospectiva de su obra en el Festival de Cine de Cannes,
lo cual le aseguró su lugar como director de renombre internacional.
Entre su amplia filmografía destacan los títulos
Shinjuku triad, Society, Kishiwada shonen gurentai, La
nueva generación e Ichi el asesino, estas dos últimas
presentadas en el primer Festival de Cine Contemporáneo de la ciudad
de México.
La enseñanza de Bruce Lee
Sobre su reciente "descubrimiento" por el público,
Miike menciona: "Estoy contento de que mis películas han sido, sin
querer, descubiertas por el circuito de los festivales internacionales.
Eso me abre las puertas al resto del mundo y me doy cuenta de que existe
otro público fuera de Japón. Para mi es muy interesante la
experiencia de conocer gente, y de ver cual es la reacción de un
público internacional hacia mis películas. Pero yo como director,
y mi actitud para hacer películas, no han cambiado. No es bueno
cambiar como persona de todas formas''.
-¿Sus películas son de género?
-Realmente no pienso en géneros.
-Parece que no sigue reglas mientras filma.
-Quizás. Yo no hago las reglas. No estudié
lo suficiente para saber cómo hacerlas. Soy demasiado estúpido.
He pasado toda mi vida haciendo películas, entonces lo tengo que
gozar. Inclusive las veces que hemos filmado en poco tiempo y bajo circunstancias
muy difíciles, lo he gozado. Claro que siempre me pregunto si la
película va a tener éxito cuando acabo el rodaje. Es un sentimiento
genial cuando un filme tiene éxito y se refleja cuánto gozamos
hacerlo.
-Los directores Wayne Wang y Francis Ford Coppola lo invitaron
al proyecto Chrome dragon. ¿Qué pasó con eso?
-Creo que ese proyecto empezó hace seis años.
Consistía en una serie de seis películas, pero sólo
filmaron una, de un director chino en Hawai. Resultó diferente de
lo que se habían imaginado. Querían hacer una película
asiática, pero basada en su visión de lo que debiera ser
asiático; una visión muy estadunidense, ya que su base estaba
en San Francisco. A mi me invitaron hace tres años. Les mandé
mi guión pero fue cuando hicieron esa película y nunca recibí
una respuesta.
-¿Qué piensa de Bruce Lee? ¿Qué
influencia tuvo en usted?
-Cuando vi sus películas, especialmente, Operación
dragón, tenía como trece años. En esa época
la economía japonesa estaba creciendo, pero no estábamos
tan abiertos al resto del mundo. Yo vivía en Osaka, donde no veíamos
extranjeros. Bruce Lee no era realmente un hombre guapo, ni tan poco buen
actor, pero era muy bueno con la acción, su acción no es
estética pero sí muy emocionante. Sin embargo, eso es lo
que lo llevó a Hollywood y le brindó mucho éxito.
Era el actor principal de sus películas, aunque su cine era de segunda
(serie B); eso fue muy impresionante, ya que era asiático aunque
muy suave. Ahí entendí que no se trata de dónde vienes
sino de quién eres. Influyó mucho a mi generación.
Muchos empezamos a estudiar karate gracias a Bruce Lee. Tenía intensidad
dramática, también porque murió cuando la película
alcanzó su punto más alto. Era carismático, pero fugaz.
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