México D.F. Viernes 22 de octubre de 2004
La raíz del balompié es lo amateur,
la alegría del barrio, expresó el ex arquero
El futbol es un juego en el que siempre hay que divertirse:
Campos
El 10 de noviembre, partido de despedida de Romario
y el Brody, en Los Angeles
Lo único que extrañaré "es hacer
bromas pesadas" a los jugadores, dijo el actual auxiliar técnico
del Tri
CARLOS HERNANDEZ
"Me voy feliz del futbol", expresó con su sonrisa
eterna Jorge Campos.
Lo único que extrañará -dijo durante
el anuncio oficial de su partido de despedida- será la convivencia
con los jugadores "y hacerles bromas pesadas", ya que en su nueva faceta
de auxiliar técnico debe mostrarse respetuoso.
Campos y sus suéteres multicolores saltarán
a las canchas en contadas ocasiones más. El próximo 10 de
noviembre, en Los Angeles, se enfrentarán las selecciones de México
y Brasil que participaron en el Mundial de Estados Unidos 94, en el adiós
del Brody y del polémico astro Romario.
Después podría intervenir en otros homenajes
que le realizarán la selección mexicana, Tecos, Pumas y hasta
el América. "Voy a hacer una gira como la de La Chilindrina",
expresó Campos, quien dijo que el homenaje que más le encantaría
sería el de la UNAM.
Confesó: "Siempre he sido Puma de corazón.
Jugué en muchos equipos, pero siempre con la playera de Pumas abajo.
Y es que nunca se olvida la casa de donde vienes".
El anuncio del adiós Campos-Romario se llevó
a cabo en el Hard Rock, donde el acapulqueño lamentó que
la conferencia no haya sido de noche, "ya que por la mañana no tomo".
Agradecido con la vida
Campos
se mostró agradecido con el futbol y con la vida.
"Me fue muy bien -señaló. Nunca imaginé
todo lo que viví. Lo mejor que me pasó fue la oportunidad
de representar a México, escuchar el Himno Nacional y los gritos
de ¡México-México!
"Sería un ingrato si no estuviera agradecido con
todo lo que Dios me dio. Me voy tranquilo, porque siempre di mi ciento
por ciento."
Y en el llano, como en el profesionalismo, tuvo muy clara
su definición del balompié: "Es un juego en el que hay que
divertirse". Ganara o perdiera, dijo, nunca sintió enojo.
"Siempre hay que aceptar los resultados que tiene el futbol.
Y aunque digan que ya somos profesionales y nos pagan, para mí el
balompié siempre fue un juego.
"A veces me criticaron cuando me reía en los partidos
y me decían que debía tener más seriedad, pero yo
creo que la raíz del futbol es lo amateur, la alegría del
barrio, de patear un balón."
Estuvo también consciente de que el balompié,
como un juego, algún día se tenía que acabar.
"Siempre supe que el futbol es sólo un momento
de tu vida y que se iba a acabar. Y me voy muy contento y tranquilo, porque
fue algo que siempre disfruté."
-Quizá lo que te faltó fue jugar en el viejo
continente.
-No, jugar en Europa nunca fue una obsesión. Estar
en México para mí siempre fue lo mejor, expresó el
arquero que participó en los mundiales 94 y 98 y que en 2002 fue
convocado sólo para que con su alegría permanente relajara
las tensiones del grupo.
Algunos expertos consideran que el Tricolor de
1994 ha sido la mejor representación del país en mundiales.
Sin entrar en polémica, el guardameta sólo consideró
que "fue una selección excelente" y mencionó que la mayoría
de aquellos integrantes ya están confirmados para asistir.
Y detalló la alineación que enfrentaría
al Scracht:
"Campos en la portería. En la defensa Claudio (Suárez),
Ramírez Perales -está gordo, pero siempre ha sido lento-,
Jorge Rodríguez -que fue de los mejores en el Mundial- o Miguel
Herrera -que no fue a la Copa por darle una patada a uno de Honduras, pero
estuvo en el proceso- y Ramón Ramírez.
En la media estarán Del Olmo, Bernal, Benjamín
Galindo -todavía no sabemos si podrá ir-, García Aspe
e Ignacio Ambriz -hablé con Javier Aguirre y ya me lo prestó.
Y adelante, Hermosillo, Zague y Luis García. Son más
de once, pero vamos a ver si nos dejan jugar con 12, dos porteros y tres
contenciones".
Espera tener a varios invitados especiales como Cuauhtémoc
Blanco -"me dijo que sí, pero ya saben cómo es"-, el Cabrito
Arellano, Adolfo Ríos -"el gran maestro que tuve en Pumas"-, Félix
Fernández, Luis Hernández -"lo voy a meter en el segundo
tiempo a ver si no se pelea otra vez con Cuauhtémoc".
Todos dirigidos por Miguel Mejía Barón.
-¿Y Hugo Sánchez?
-El está cordialmente invitado. El comentó
que después de su retiro ya no iba a volver a jugar, pero está
invitado y no tengo ningún problema con él -dijo respecto
a las diferencias que desde su nuevo puesto de auxiliar de Ricardo La Volpe
ha tenido con el Pentapichichi, incluida su declaración de
que no entró ante Bulgaria porque él no quiso y no por culpa
de Mejía Barón.
Además lo calificó como "el máximo
jugador que hemos tenido en México" y dijo estar dispuesto a tener
un acercamiento con él.
Los organizadores resaltaron que Romario "nunca le ha
podido anotar a Campos", pero el Brody señaló que
sólo lo enfrentó una vez, "en un partido de estrellas".
Jocoso, agregó que jugará cinco minutos
como portero y después se irá a la delantera para que se
despida sin recibir gol del brasileño.
-¿Usaras tus uniformes de colores?
-Sí, de esa época, al fin que ya está
otra vez la moda retro. Tengo varios guardados, sólo le voy a poner
publicidad en varios lados y si no me dejan pues no juego, como ya le hice
antes -expresó entre risas.
También en broma señaló que los campeones
brasileños ya están confirmados, pero que Ronaldo no asistirá
"porque él estuvo en la banca".
La anécdota ante Noruega
Alguien le pidió una anécdota de ese Mundial
y Campos habló sobre la tensión que sintieron en el debut
ante Noruega.
"Estábamos muy nerviosos, nos temblaban un poquito
las piernas. Claudio me dijo que no saliera a cortar los centros, porque
los noruegos estaban muy altos, pero yo le dije que no me importaba, que
de todas formas iba a jugar como siempre.
"Los primeros minutos fueron difíciles, pero gracias
a Dios no cayó ningún gol. Fue algo inolvidable y ya después
lo disfrutamos, porque ir a un Mundial era lo que estábamos buscando
desde que estábamos en el barrio."
Al final posó con la playera verde con el número
uno y el nombre de Jorge Campos en la espalda. Fiel a su estilo se tapó
la cara con la camiseta y sólo mostró sus ojos.
De inmediato fue iluminado por las cámaras y se
despidió con una broma más, esta vez a los fotógrafos:
"ya vieron, hasta a ustedes les tengo que estar dando ideas".
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