México D.F. Sábado 23 de octubre de 2004
Entre los Cementeros no hay desunión,
pero sí desconfianza, afirmó el timonel
El plantel debe agarrarse de mí porque yo vengo
positivo y limpio: Saldívar
El talón de Aquiles está en la defensa,
admitió el central Federico Lussenhoff
MARLENE SANTOS A.
José Luis Saldívar, timonel del Cruz Azul,
se lanzó ayer como la tablita de salvación en el naufrafio
cementero. "En el grupo hay una inercia negativa en cuanto a resultados,
pero yo vengo sano, positivo y limpio. Es lo que les decía (a los
jugadores): que se agarren de mí".
De cara al partido contra Tigres, este sábado en
el estadio Azul, el Güero Saldívar se dedicó
ayer en La Noria a restañar el ánimo. Explicó la codependencia
entre lo mental y lo futbolístico:
"No
puedes desarrollar todo tu futbol si no estás bien mentalmente.
La idea es restablecer esa confianza y quitarles presión mental.
En la práctica vi disposición, alegría y ese es mi
termómetro", comentó esperanzado.
El ex técnico de Cruz Azul Oaxaca y del León,
destacó una vez más la calidad de su antecesor, pero insistió
en que él no está contaminado del derrotismo, "y eso puede
ayudar".
Aparte de trabajar durante casi una hora con la defensa,
aseguró que a sus pupilos "no les faltan tamaños". Otro de
sus diagnósticos a tres días de su llegada al plantel es
que no hay desunión, pero sí desconfianza.
Marcelo Delgado, quien la mayor parte del torneo se la
ha pasado lesionado, se sumó a la postura de Luciano Figueroa y
dijo que la falla más grande del equipo está en la defensa,
cuya fragilidad obliga a los atacantes a "meter cinco goles para ganar
un partido, y eso es muy difícil, muy complicado".
Inclusive, el Chelo manifestó que la solución
puede ser el regreso del también argentino Daniel Díaz. "Es
joven, con experiencia, de selección; y se tuvo que ir en su mejor
momento. No se quién ni por qué tomó la decisión",
sostuvo.
Criticó que en cambio hay jóvenes que se
perturban o se sienten nerviosos a la hora del partido.
En cuanto a su propio desempeño, Marcelo aseguró
que "cuando me vaya lo haré mirando a la gente a la cara, porque
nunca me guardé nada".
Federico Lussenhoff, uno de los más señalados
por los errores en la central, admitió que la zaga "es el talón
de Aquiles". Se dijo molesto con él mismo por no tener un buen rendimiento
y aceptó estar perdiendo autoestima.
"Si antes te considerabas un gran jugador, un buen futbolista,
pues ahora tienes dudas... Todo lo que coseché en cinco años
y en Europa se va para abajo. Parece una pesadilla", confesó.
Prefirió no mentir cuando le preguntaron si le
tenía amor a la playera. "¿Amor?... Más que amor soy
un profesional, entrego todo por una camiseta que es la que sustenta a
la familia y te da para vivir de una profesión privilegiada".
Al igual que Marcelo, aseguró que ante Tigres deberán
hacer un partido muy inteligente.
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