México D.F. Domingo 24 de octubre de 2004
Una versión asegura que la noche anterior
"lo trajeron personas como agentes"
Ponce llegó a su escondite desde días
antes de ser detenido, señalan vecinos
"Aquí se dejó crecer la barba, porque
al principio sólo llamaba la atención por su estatura"
GUSTAVO CASTILLO GARCIA ENVIADO
Tepoztlan, Mor., 23 de octubre. Entre los vecinos
de la casa número 27 de la calle Aniceto Villamar los testimonios
son coincidentes: Gustavo Ponce Meléndez llegó a Tepoztlán
entre tres y cinco días antes del 9 de octubre, día en que
lo detuvo oficialmente la Procuraduría General de la República
(PGR).
El ex secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito
Federal, a decir de los vecinos, habría salido a lo sumo dos ocasiones
de "su guarida", a pesar de que a pocos metros de la casa donde se ocultaba
había automóviles "raros" y hombres vigilando, según
versiones recogidas.
A 15 días de que una gran movilización de
elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) rompiera
la tranquilidad que rodea a la zona en donde supuestamente estuvo oculto
Gustavo Ponce, éstos son algunos testimonios recogidos por La
Jornada entre habitantes de la calle Aniceto Villamar.
"Lo que más llamó la atención es
que en las imágenes de televisión se ve al señor Ponce
Meléndez caminando a varios metros de la puerta de la casa (donde
se escondía), porque él fue subido a una camioneta que estaba
estacionada adelante, cerca del río", indicó Gloria Olivares
Corrales.
La mujer, quien diariamente acude al molino por masa al
filo de las 8 de la mañana y transita obligadamente frente a la
casa donde supuestamente se resguardó Ponce, afirma que los agentes
federales bloquearon el paso por Aniceto Villamar y utilizaron una escalera
para poder brincar el zaguán del inmueble.
Supuestamente los agentes federales brincaron el zaguán
y se metieron a la casa para detener a Ponce. Lo inexplicable es por qué,
si lo capturaron dentro, se le ve caminar metros antes de la casa donde
se escondía.
Olivares Corrales comentó que el operativo
comenzó antes de las 8 de la mañana. Con esa versión
coinciden también Noberto Ayala y Elsa Flores.
Los tres son los testigos que aceptaron dar su nombre,
porque otros, como el habitante de la casa marcada con el número
25, prefirieron guardar su identidad en el anonimato, "pues todavía
se dan sus vueltas los agentes", señaló.
Norberto Ayala aseguró haber visto cómo
los elementos de la AFI tocaron una de las dos ventanas que desde la calle
pueden ser alcanzadas si se usa una escalera para superar el zaguán.
"Los afis tocaron y se asomó quien después sabríamos
que era Gustavo Ponce; le hicieron señas y le dijeron que querían
platicar con él. Los agentes nos pedían que nos retiráramos,
por eso me metí a la casa.
"Antes de que lo detuvieran, salía poco. Me tocó
verlo dos veces cuando fue a la tienda, pero creo que le traían
todo, pues venían coches, unos entraban y otros se quedaban como
vigilando, algunas veces sin tocar en la casa.
"El llegó a Tepoztlán cuando más
una semana antes de que lo detuvieran, pero casi no salía. Lo que
sí es que aquí se dejó crecer la barba, porque al
principio sólo llamaba la atención por su estatura", agregó
Norberto Ayala.
En tanto, Elsa Flores, dueña de una tienda que
se encuentra a 200 metros de la casa donde Gustavo Ponce supuestamente
fue detenido, señaló: "una vecina, que vive ahí cerquita
pero que no quiere nada con los medios, dice que lo trajeron personas como
agentes una noche antes.
"El operativo comenzó antes de que abriera,
antes de las 8 de la mañana; las calles estaban llenas de gente
con uniforme y otros vestidos de civil. Cercaron la zona del río,
la calle de Aniceto Villamar y también la de Tenochtitlan; no había
paso.
"Desde aquí se podía ver el operativo,
pero lo que no se me hace como real es que en la televisión lo sacan
caminando antes de la puerta de la casa. A lo mejor hay un detalle que
nadie ha observado: que llevaba una botella de agua en la mano y eso indica
que había ido a caminar y lo detuvieron cuando regresaba".
Lo único cierto, asegura, "es que los afis,
cuando realizaron el cateo un día después, se llevaron dos
rifles viejos que el dueño tenía colgados en su pared; no
eran de Gustavo Ponce, lo sé porque una vez el dueño (Felipe
Galván) nos invitó a cenar".
Elsa Flores indicó que Galván Campos ha
ido en dos ocasiones a la casa marcada con el número 27 de la calle
Aniceto Villamar, "tal vez a ver cómo se la dejaron".
Supuestamente la casa donde se escondió Gustavo
Ponce es alquilada a turistas, el dueño poco va a su vivienda, y
ahora nadie la habita
Rosario Robles Ilustración ROCHA
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