Vigentes, los daños que infligió en 68 y 71, señalan

Tribunal popular declara a Luis Echeverría culpable de genocidio

ANGELES CRUZ MARTINEZ

El ex presidente Luis Echeverría es culpable de genocidio por las muertes de estudiantes en 1968 y 1971, así como por las desapariciones y los homicidios perpetrados durante la guerra sucia, determinó ayer en el Zócalo un tribunal popular, que integraron 35 organizaciones civiles.

EL veredicto fue expresado luego de que una veintena de afectados dieron testimonio, entre ellos Ana Ignacia Rodríguez, La Nacha, quien relató los encarcelamientos de que fue víctima por su participación en el movimiento estudiantil del 68.

Señaló que el daño a su vida se extiende a la fecha, más de 30 años después, porque el gobierno de Estados Unidos le niega la visa para ingresar en ese país, lo cual le impide visitar a su hija, próxima a dar a luz.

Fausto Trejo, presidente del tribunal, señaló que la justicia es la principal exigencia de los organismos promotores del juicio al ex mandatario.

Debido a que "ya nos hemos percatado que al gobierno federal no le interesa el asunto y tampoco lo va a resolver, decidimos realizar este acto, a fin de que los mexicanos no olviden los delitos de lesa humanidad que siguen sin resolverse ni sancionarse", explicó David Cilia, integrante del Centro de Derechos Humanos Yaxkin.

A su vez, Enrique González Ruiz, designado fiscal popular, calificó a Echeverría de "uno de los criminales más sanguinarios del país. Desde la Secretaría de Gobernación y en colaboración con el alto mando del Ejército preparó la celada a los estudiantes que el 2 de octubre de 1968 realizaban un mitin en Tlatelolco".

También acusó al ex mandatario y a su grupo de colaboradores de genocidas por el exterminio de los estudiantes el 10 de junio de 1971, equiparable a la ejecución extrajudicial, así como por los asesinatos y desapariciones forzadas de dirigentes políticos durante la guerra sucia.

El tribunal contó con la participación de campesinos de San Salvador Atenco, del general José Francisco Gallardo y de Jesús Zambrano, quien asistió en representación de Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Los organizadores informaron que el juicio, de unas cinco horas, tuvo la finalidad de contribuir a terminar con la impunidad, exhibiendo a los presuntos responsables, y "hacer un homenaje a todos los que han caído en la lucha por un México mejor". Los testimonios presentados y otros documentos, explicaron, facilitarán en un futuro la intervención de la justicia penal internacional.