Pornografía infantil, prostitución de jovencitas, corrupción de autoridades de todos niveles...

La frontera sur, tierra de nadie y región sin ley, dicen legisladoras

Exigen priístas a Fox atender problemática para evitar consecuencias a la seguridad nacional

JUAN BALBOA

La zona fronteriza del río Suchiate y el territorio chiapaneco de Tapachula se han convertido "en tierra de nadie y municipio sin ley", pues en esa región colindante con Guatemala existe reclutamiento de niños para la pornografía infantil -seis han sido localizados-, la compra-venta de jovencitas y una corrupción galopante que involucra a policías municipales, estatales y federales.

En un documento, la presidenta de la Fundación Colosio, Beatriz Paredes, junto con senadoras y diputadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), hacen un amplio análisis de la situación en la frontera sur, región que -opinan- se ha convertido en "riesgo para la seguridad nacional", donde los gobiernos que encabezan Pablo Salazar Mendiguchía y Vicente Fox podrían ser "rebasados".

La zona es considerada de alto riesgo para los habitantes y los migrantes -en especial las mujeres-, pues según datos obtenidos por la Fundación Colosio con autoridades de municipios de la frontera sur y de Guatemala se confirma que en los dos años recientes han sido asesinadas unas 300 mujeres (migrantes y locales) en territorio mexicano y guatemalteco.

Información recabada en los años recientes por las legisladoras chiapanecas Arely Madrid Tovilla (senadora) y Sonia Rincón Chanona (diputada) confirman "las terribles complicidades y corrupción" de las autoridades municipales, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional vinculada con tratantes de blancas.

En un documento entregado a la Secretaría de Gobernación se hace una cronología del drama de quienes son obligadas a prostituirse:

"La mayoría de las mujeres son víctimas de violencia sexual. Al llegar a la frontera encuentran enganchadores que las engañan y las llevan a prostituirse en los bares de la zona. Allí alguien las denuncia y son encarceladas. Los dueños -de los prostíbulos, los mismos que las denuncian en contubernio con las autoridades- pagan las multas.

"Las mujeres deben seguir saldando esa deuda prostituyéndose. Muchas son apenas niñas de 15 y 16, años que tal vez no conocerán otra forma de ganarse la vida."

La fundación del PRI y las legisladoras de ese partido aseguran que en varios lugares de la frontera con Guatemala se recluta a niños para pornografía. Señalaron por lo menos seis lugares y se ofrecieron a llevar a las autoridades federales para que lo comprueben.

Ponen énfasis en la cifra de mujeres -migrantes y habitantes de México (Chiapas, en particular) y Guatemala- que han sido asesinadas en los dos años recientes: 300. Hacen referencia a un informe del procurador de derechos humanos de Guatemala, Sergio Morales Alvarado.

Según el ombudsman guatemalteco, el número de asesinatos en la frontera mexicana con Centroamérica supera al de los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez y Tijuana; tan sólo en lo que va de 2004 se registraron 154 asesinatos.

Pero la situación con las ejecuciones de hombres no es diferente. Las guerras entre los cárteles de la droga de México y Guatemala han dejado una cruenta estela. Este año, más de 40 asesinatos se han perpetrado en la región: comerciantes, transportistas, cambiadores de papel moneda, miembros de la banda Mara Salvatrucha e integrantes de pandillas dedicadas al tráfico de drogas han sido eliminados.

Sólo en el pasado septiembre, 12 personas fueron asesinadas con armas de fuego.

La presidenta de la Fundación Colosio y las legisladoras priístas exigieron al gobierno del presidente Vicente Fox "poner sus ojos en los municipios fronterizos" del sur, para evitar graves consecuencias a la seguridad nacional.